Hace treinta y ocho años tomé una de las decisiones más acertadas de mi vida: iniciar mis estudios de la carrera de Biología en la Universidad de Murcia”. Así comenzaba este mediodía el profesor Francisco J. Martínez Mojica su discurso con motivo del doctorado Honoris Causa por la Universidad de Murcia, el número 61 que otorga este centro académico desde que en 1977 fuera investido doctor el músico Narciso Yepes. La ceremonia se ha celebrado esta mañana desde las 11’30 en la Facultad de Veterinaria de la UMU.
Martínez Mojica, nacido en Elche en 1963, estudiante de la Universidad de Murcia durante los tres primeros años de carrera, es un microbiólogo e investigador que actualmente desarrolla su trabajo en la Universidad de Alicante, y es pionero en el estudio de los sistemas CRISPR, una tecnología responsable de la mayor revolución científica del siglo XXI, con una enorme repercusión en agricultura, ganadería, biotecnología y medicina, que ha permitido mejorar la productividad de cultivos agrícolas y curar enfermedades de componente vírico y cáncer entre otras muchas aplicaciones. Sus descubrimientos han sido tan trascendentales, que hoy es uno de los más serios candidatos al premio Nobel.
El padrino del acto, el profesor de la UMU Antonio Sánchez Amat, ha destacado la carrera del Dr. Mojica “como un ejemplo paradigmático de la relevancia de la investigación básica, y particularmente de la investigación en Ciencias Biológicas, poniendo de relieve que el descubrimiento de sus técnicas CRISPR fue tan importante que fue reconocido por la revista Science en 2015 como el hito científico de ese año.
Agradecimiento al profesor Torrella
Durante su intervención, el nuevo doctor Honoris Causa tuvo cariñosos recuerdos para la ciudad durante su época de estudiante en la Universidad de Murcia, así como para varios de sus profesores, en especial hacia Francisco Torrella, “que tuvo gran parte de culpa” de su dedicación a la Microbiología: “Después de 35 años –dijo- me alegro de haber tenido la oportunidad de darle públicamente las gracias al profesor Torrella, por ser para mí, y seguramente para muchos de sus estudiantes, una inspiración”.
Martínez Mojica puso de relieve en el discurso su compromiso con la investigación pura, “no contaminada por intereses económicos, motivada por la curiosidad y justificada por la necesidad de saber”, y destacó que en la ciencia, a veces se producen hallazgos afortunados de forma casual, por accidente –serendipia- como ocurrió con la penicilina o como le ocurrió a él en Santa Pola en los años 90, cuando descubrió que en el genoma de unos pequeños organismos de las salinas se repetían pequeñas regiones de su ADN, de forma simétrica, un descubrimiento que daría lugar a las técnicas CRISPR, una tecnología que es “responsable de la mayor revolución científica de lo que llevamos de siglo”.
Cerró el acto el rector de la UMU José Luján, que tuvo un recuerdo para la científica Margarita Salas, recientemente fallecida, primera doctora Honoris Causa por la Universidad de Murcia, que “como el Dr. Martínez Mojica, no tienen más empeño que el de comprender el universo para el bien de la humanidad”. Luján aludió a Ramón y Cajal cuando argumentó que el secreto de su éxito había sido pasarse 40 años de su vida inclinado sobre su escritorio, y afirmó que el nuevo doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia ha “trabajado pacientemente, sin desmayo, con tesón, pasión y convicción. Sobreponiéndose a los avatares y decepciones que a veces tiene el oficio universitario para mantener activa su línea de investigación y sus experimentos”.