Adiós a los exámenes de septiembre en la Universidad de Granda. El Consejo de Gobierno de este campus ha aprobado el nuevo calendario académico y entre las principales novedades figura la eliminación de la convocatoria de septiembre y su adelanto al mes de julio.
Granada se suma a una tendencia seguida por un buen número de universidades de este país, en el que la convocatoria de exámenes extraordinarios tiene lugar antes de las vacaciones de verano.
Adelanto de los exámenes
La decisión ha sido tomada tras un intenso debate iniciado en 2016, mediante la difusión en la web del Vicerrectorado de Docencia de todos los documentos disponibles que podían contribuir a la reflexión sobre este asunto y la solicitud a todos los centros y colectivos de que enviaran informes sobre la repercusión de un calendario adelantado.
El Equipo de Gobierno de la UGR entiende que el adelanto de las convocatorias extraordinarias ofrece “importantes ventajas académicas y administrativas”. Entre las más importantes, la previsible mejora en el rendimiento académico de los estudiantes que puede traer este cambio, especialmente en la convocatoria de septiembre, en la que tradicionalmente se han registrados tasas altas de fracaso.
Mejor rendimiento de los estudiantes
Entre las razones que contribuyen a esta mejora podría encontrarse el hecho de que los estudiantes pueden contar durante todo el período de preparación de los exámenes extraordinarios con la ayuda de sus profesores, o que el adelanto de los exámenes extraordinarios permite a todos los estudiantes iniciar el curso con normalidad en septiembre y evitar incorporaciones tardías.
Otras áreas en las que las ventajas parecen evidentes son la de la movilidad internacional, la de estudios de posgrado, los procesos de matriculación, etc.
Sin exámenes de septiembre desde el próximo curso
En términos generales, la propuesta aprobada por el Consejo de Gobierno, establece un marco general que entrará en vigor en el curso próximo (2017-2018) y que establece las líneas generales dentro de las que cada Centro debe fijar su propio modelo de calendario y la programación concreta de las pruebas de evaluación final previstas en sus planes de estudio. Dicha programación deberá ser aprobada por cada Junta de Centro y comunicada al Vicerrectorado de Docencia para su verificación previa a la aprobación definitiva. Este planteamiento toma en consideración las sensibilidades de los diferentes centros y titulaciones permitiendo la adaptación del calendario definitivo a las singularidades de cada una dentro de un calendario marco.
Dicho marco general establece, como principal novedad, la desaparición definitiva de los actuales exámenes de septiembre y la conclusión del curso académico antes del periodo vacacional de agosto. Así mismo, establece la división del curso en dos semestres de aproximadamente 18 semanas, en los que se fijan las fechas de referencia de inicio y final de las actividades lectivas.