Un grupo de estudiantes de la asignatura ‘Policía Científica I’ del Grado en Criminología de la Universidad de Granada (UGR) está realizando durante esta semana las prácticas de esta materia en la Facultad de Medicina de esta institución.
El objetivo de estas prácticas, cuyo responsable es el profesor del departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física Juan Carlos Álvarez Merino, es familiarizar a los alumnos con las técnicas básicas de la Criminalística. Este año, además, lógicamente se han implementado todas las medidas de distanciamiento social y seguridad necesarias en cualquier práctica que se realice en la UGR.
“En estas clases abordamos las principales técnicas que se utilizan en las ramas de la Criminalística que se imparten en la asignatura: Inspección Técnico-Ocular, Balística Forense y Dactiloscopia. Para ello, recreamos la escena de un crimen, en la que se introduce un cuerpo con herida de disparo e indicios de diferente naturaleza: balísticos, biológicos, documentales, dactiloscópicos, etc”, explica el responsable de la asignatura.
El objetivo es que los estudiantes de Criminalística de la UGR pongan en práctica las técnicas de rastreo, localización, recogida y remisión de indicios, todo ello enmarcado por la realización del correspondiente informe pericial. A continuación, la práctica de Balística Forense pone en manifiesto el estudio de los indicios balísticos que ellos mismos han visto en la escena del crimen, analizando trayectorias y ángulos de disparo con diferentes métodos y los diferentes calibres de las balas, y observando las características de casquillos y balas dejadas por el arma.
Finalmente, con la práctica de dactiloscopia, se enseña la técnica de revelado de huellas latentes y su levantamiento (de una taza encontrada en la escena del crimen), y los alumnos practican la reseña decadactilar de un sospechoso (para obtener huellas indubitadas del mismo). Finalmente, se observan en las huellas que ellos mismos han obtenido el sistema de clasificación de Olóriz de dactilogramas y el cotejo de huellas dactilares a través del estudio de sus puntos característicos, cerrando así la investigación de la escena del crimen y los indicios que ellos mismos hallaron.
Además, en la asignatura ‘Policía Científica II’. Continuación de la primera, se profundiza en otros aspectos de las Ciencias Forenses como la Documentoscopia y la Acústica, poniéndolas también en relación con esta misma escena del crimen.
La mayor parte de estos estudiantes son alumnos de 3º o 4º curso de Criminalística. Este año son más de 75 los universitarios que han escogido esta materia optativa, reflejo del interés por el contenido teórico y práctico de la asignatura.
Juan Carlos Álvarez Merino destaca que estas prácticas son pioneras desde tres perspectivas. “Primero, en el propio Grado en Criminología, en el que hay varias asignaturas que por su propia naturaleza son teóricas, por lo que los alumnos tienen escaso contenido práctico comparado con otros ámbitos. Segundo, con la trayectoria de la enseñanza de la Criminología en Granada, pues antes de formalizarse como un grado constituía un título propio, en el que tampoco se ofertaban prácticas como las que se desarrollan para esta asignatura. Y también con respecto a otras universidades españolas, dado que la formación práctica en Criminalística sólo se oferta en unas pocas universidades como la Universidad de Sevilla, Universidad de Pablo de Olavide, Universidad de Murcia, Universidad de Valencia, Universidad de Alcalá, entre otras, ya que la tónica general es la formación más bien teórica”, apunta el profesor.
Estudiantes de Criminología de la UGR aprenden a analizar la escena de un crimen
Durante esta semana, los alumnos aprenderán Inspección Técnico-Ocular, Balística Forense y Dactiloscopia, recreando la escena de un crimen, en la que se introduce un cuerpo con herida de disparo e indicios de diferente naturaleza: balísticos, biológicos, documentales o dactiloscópicos.