Esther Vivas: "El boom inmobiliario perseguía el lucro de unos pocos"

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Esther Vivas.

La activista e investigadora, Esther Vivas, es autora de diversos libros y publicaciones sobre movimientos sociales y consumo responsable, y hoy ha participado en el curso de verano de la Universidad de Almería La Política y los nuevos Movimientos Sociales.

P.- ¿Cuáles son las causas y consecuencias de la crisis actual?

R.- Vivimos una crisis múltiple del sistema capitalista, que tiene varias facetas: social, financiera, ecológica, económica,… Por otra parte amplios sectores de la sociedad perciben esta crisis como una estafa, como un robo y como un espolio porque la salida que se está dando es rescatar a aquellos que nos han conducido a esta situación, a la banca y a las élites financieras mientras se hace pagar el coste de la crisis a la mayor parte de la población. Lo que empezó como una crisis financiera en 2008 en Estados Unidos se ha desplazado a la periferia de la Unión Europea y ha derivado en una crisis social. Hoy la crisis es algo tangible, algo concreto: paro, hambre y desahucios.

P.- Y antes del 2008, ¿todo bien?

R.- Antes, las políticas económicas, la especulación del territorio y el efecto del boom inmobiliario, han conducido a esta situación de vulnerabilidad del sistema económico. Hay una famosa frase, la de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, cuya intencionalidad es que somos culpables o cómplices de esta situación y que, por lo tanto, tenemos que asumir las consecuencias de esta crisis: los recortes. En realidad, ha sido la banca la que ha endeudado a las familias y detrás una política de construcción urbanística que respondía al lucro de estas empresas; no estaban pensando en el bienestar de la población.

P.- ¿Cree que es la visión mayoritaria sobre la crisis?

R.- La profundidad de la crisis y la emergencia de la respuesta indignada han puesto en cuestión el sistema actual y la propia lógica de la crisis; si tiene algo de positiva es que ha hecho caer la careta al sistema capitalista y se percibe que es incompatible con satisfacer las necesidades básicas de las personas. Nos damos cuenta de que el sistema actual hace negocio con la salud, con la educación y con la vivienda. Hoy hay más de tres millones de pisos vacios en el Estado Español y a la vez cada día se desahucian a 532 familias que se quedan en la calle hipotecadas de por vida. La vivienda es el ejemplo claro de cómo el sistema actual hace negocio con derechos básicos de las personas para conseguir el lucro de unos pocos.

P.- Si hubiera elecciones mañana…

R.- Hay una crisis del sistema democrático actual y del bipartidismo. Se percibe que la democracia es muy limitada, es una democracia falsa, entre comillas, porque cuando se reivindica más poder para decidir sobre las políticas públicas, cuando se manifiestan frente al Congreso de los Diputados, cuando hacen escraches, el poder señalan a quienes protestan y los tachan de antidemocráticos, golpistas y filofascistas. Esto ha generado una crisis de la clase política actual. En las encuestas, el PSOE sigue cayendo y el PP empieza a notar el desgaste de la crisis y de los escándalos de corrupción. Si analizamos el movimiento del 15M, cuando surgió uno de sus eslóganes principales fue el “no nos representan”. Había una crítica y un malestar con las instituciones porque el vínculo entre éstos y aquellos que ejercen el poder económico es muy estrecho. La dinámica de las “puertas giratorias” es una realidad. Hoy estas en una institución y mañana en un consejo de administración y esto explica porqué se aplican una serie de medidas para salir de la crisis y no otras.

P.- ¿Deben concurrir los movimientos sociales a las elecciones?

R.- Desde mi punto de vista los movimientos sociales siempre tienen que ser autónomos de los partidos políticos, independientes. Eso no quita que sea necesario plantear alternativas políticas frente a unas prácticas políticas que se han profesionalizado, burocratizado y supeditado al poder económico. La gente, dos años después del “no nos representan”, nos hemos dado cuenta de que las políticas nos impactan de una manera directa: hay una reforma laboral que nos deja sin trabajo, una ley hipotecaria que nos echa de nuestras casas, etcétera, etcétera. Es necesario incidir políticamente y se está discutiendo en el seno de los movimientos sociales el hecho de qué hacemos con la práctica política y se están planteando debates en esta dirección.

 

 

 

 

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