Desde la Universidad de Jaén, en colaboración con otras universidades y centros de investigación nacionales (Universidad Rovira i Virgili, Universidad Miguel Hernández de Elche y el Instituto de Biomédica de Málaga) e internacionales (Universidad de Miami) así como diferentes colectivos gubernamentales que trabajan en el ámbito de la juventud y la diversidad, se han puesto en marcha las iniciativas DAREMOS y PROCARE para la promoción de la salud y bienestar emocional en adolescentes (12-18 años).
Los problemas emocionales como la ansiedad y la depresión se han convertido en dos de los principales problemas de salud pública que afectan a los adolescentes, y concretamente en factores de riesgo para el suicidio juvenil. Por tanto, es crucial abordar en su prevención. En ese sentido, el objetivo de estas dos iniciativas es identificar tempranamente a personas jóvenes en riesgo y proporcionarles estrategias psicológicas para fortalecerles emocionalmente, prestando especial atención a población vulnerable y zonas rurales.
Por un lado, DAREMOS es una iniciativa pionera en la identificación precoz de adolescente con alto riesgo de desarrollar problemas emocionales a través de las aportaciones de la epigenética y del análisis del lenguaje. En concreto, el análisis del lenguaje se lleva a cabo a través de la lingüística de corpus. El corpus DAREMOS está compuesto de la producción oral real de jóvenes cuando hablan sobre felicidad, tristeza, depresión y nerviosismo. Mediante criterios psicológicos, estos jóvenes son clasificados en cuatro grupos: jóvenes emocionalmente sanos, en riesgo de problemas emocionales, en alto riesgo de desarrollar problemas emocionales y personas que ya presentan un trastorno emocional.
El análisis del corpus DAREMOS ha revelado que el lenguaje producido por los adolescentes en estos grupos es diferente. Uno de los principales resultados es que el uso de metáforas puede ayudar a detectar a jóvenes en alto riesgo o con un trastorno emocional. Adicionalmente, se ha encontrado que el PNL puede contribuir a la identificación de personas jóvenes en riesgo.
Por su parte, la epigenética estudia modificaciones genéticas heredables que no alteran la estructura primaria del ADN, pero sí su función. Una de ellas es la metilación del ADN. A través de la iniciativa DAREMOS se ha comprobado que la hipometilación de dos sitios específicos del gen BDNT incrementa 40 veces el riesgo de sufrir problemas emocionales en varones de alto riesgo, en comparación con controles sanos emocionalmente. Este dato, junto a otros resultados obtenidos en la investigación, permite extraer el importante papel de este posible biomarcador genético en la detección precoz de jóvenes en alto riesgo de desarrollar problemas emocionales.
Por otro lado, las iniciativas PROCARE+ (prevención selectiva) y PROCARE-I (prevención indicada) son las primeras iniciativas transdiagnósticas de prevención que han demostrado su eficacia en la intervención de adolescentes en riesgo y en alto riesgo de desarrollar problemas emocionales.
Constan de 8 sesiones grupales online o presenciales, en las que se enseña a los adolescentes una serie de herramientas de gestión emocional. Además, en PROCARE+ se incluyen sesiones personalizadas para incidir sobre factores de riesgo como el bullying, malos hábitos de vida saludable, deficiente comunicación filio-parental o situaciones de estrés, siempre atendiendo a las características individuales de cada adolescente y a las minorías sociales.
Gracias a estas iniciativas, se consigue reducir el malestar emocional y el riesgo de desarrollar un problema emocional futuro, aumentar la calidad de vida, la resiliencia y la capacidad para gestionar emociones intensas.
Estas iniciativas son financiadas por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Junta de Andalucía y Fondos FEDER y cuentan con un Consejo Asesor Externo formado por el Consejo de la Juventud de España, el Instituto de Juventud (INJUVE) como parte del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, AMTAES, COPOE y el Grupo de Jóvenes de FELGTBI+.
Bajo ese contexto, desde ambas iniciativas se considera imprescindible que se implementen desde las instituciones para tratar de reducir el alto porcentaje de suicidio juvenil que viene provocado por problemas emocionales como ansiedad y depresión.