La Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia cumple 40 años. A lo largo de este tiempo se ha situado entre las tres mejores de España y es también una de las veinte mejores de Europa, gracias por su apuesta continua por la calidad y la innovación. Su decano, Gaspar Ros, muestra en esta entrevista el camino seguido por la Facultad de Veterinaria de la UMU para alcanzar estos niveles de excelencia y los pasos que seguirá en los próximos años.
¿Qué hace diferente a la Facultad de Veterinaria de la UMU?
Un plan de trabajo muy sistematizado, en el que se combinan la formación teórica y la práctica, con el objetivo de que el alumnado aproveche al máximo el tiempo que está en nuestra facultad; y a su vez se basa en planes de estudios eficientes, para conseguir las competencias que nos exigen las competencias que nos exigen los estándares nacionales y europeos. Fuimos de las primeras facultades que recibimos, en los años 90, la visita de la asociación europea, para alcanzar el grado de excelencia que exige Europa.
¿Y en cuanto a infraestructuras docentes?
El hospital de referencia, que empezó el año 2000 y la granja docente unos años antes, que se suman a la planta piloto de Tecnología de Alimentos y al nuestro museo anatómico, que es docente a la vez que museo, donde se utilizan las últimas técnicas de plastinación. Todo esto y la acreditación europea nos ha permitido estar en la primera liga, donde somos modelo y referente para otras facultades.
¿Qué nuevos avances en materia de calidad hay sobre la mesa?
En este mandato nos hemos marcado el gran reto de conseguir en 2024 la segunda acreditación de la AEVE (de carácter europeo) y esto nos convertiría en la primera de España en lograr las dos acreditaciones consecutivas, porque las otras dos facultades que tienen la primera han ido por otro modelo de acreditación que les da un año más o han pedido un tiempo extra. Esta aspiración también es un riesgo, porque al ser la primera no tenemos otra que nos sirva de orientación. Pero creemos que estamos preparados para abordarlo de manera exitosa.
La granja docente y el hospital tienen más de 20 años, ¿qué mejoras veremos próximamente?
Tenemos que darle sostenibilidad a la granja y potenciarla para las actividades formativas de los estudiantes y también de la profesión veterinaria. Tenemos pendiente la renovación del convenio con la comunidad autónoma y seguir siendo de referencia. En el hospital tenemos que darle un impulso en equipamiento, para contar con lo más avanzado.
¿Cómo será el futuro centro de investigación Vitalis?
Es el gran proyecto de nuestra facultad en el área de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Creemos que va a ser el germen del futuro instituto de investigación en agroalimentación de la Universidad de Murcia, donde se establecerá una colaboración entre las instituciones públicas y las empresas. Nos puede dar el punto de apoyo para seguir creciendo y obteniendo los reconocimientos nacionales y europeos.
La pandemia ha puesto sobre la mesa el concepto de ‘una salud’, ¿cómo se refleja en la Facultad de Veterinaria de la UMU?
La pandemia nos ha enseñado lo que tenemos que mejorar. Ha puesto de relieve la necesidad de trabajar más en el modelo “una sola salud” de la OMS. Es un modelo que no es tan reciente, tiene más de diez años, y comprende la interacción entre el medio ambiente, la sanidad animal y la humana. Esto nos ha llevado a que nos planteemos en la conferencia de decanos y decanas, actualizar el plan de estudios de Veterinaria, que actualmente es de cinco años, y ampliarlo a seis, como está en la mayoría de los países europeos, y así poder incorporar materias transversales, que vienen a reforzar el concepto de una sola salud.
¿Y la relación con las empresas?
Tenemos una apuesta muy fuerte por la formación dual, para que el alumnado de últimos cursos aprendan en las empresas. Por otro lado, también estamos detrás de implantar grupos bilingües o directamente en inglés.