La disrupción de las tecnologías digitales ha llegado a todas las áreas del conocimiento. Incluso a las más reacias, como las Humanidades, cuyos titulados tienen unos aliados inesperados en los desarrollos de la ciencia de datos. Ya se puede hablar de nuevas oportunidades de empleo en Humanidades, solo falta desarrollarlas.
La ciencia transdisciplinar gana terreno. Permite abrir la perspectiva y afrontar los retos de una manera más global. Y la interdisciplinariedad ha pasado a ser uno de los aspectos que se tienen en cuenta en las convocatorias para conseguir proyectos de investigación.
Pero ¿ocurre lo mismo con las humanidades? ¿Se han apuntado a esta nueva era transdisciplinar? Hay unanimidad en que el papel de las humanidades ha cambiado, para ofrecer una visión crítica y teórica de la sociedad tecnológica.
Empleo en Humanidades con otras disciplinas
Se les anima a romper los complejos y establecer líneas de colaboración con las otras ramas del conocimiento, para incorporarse a lo que John Brockman definió como la “tercera cultura”, en la que se termina con la separación radical entre las ciencias y las humanidades, con la búsqueda de espacios de colaboración y transversalidad, que permitan dar respuestas más globales a los problemas que se plantean en la sociedad actual.
Reinventar el humanismo para acercarse a la figura de Leonardo Da Vinci, cuya obra representaba la unión entre el artista, el científico y el tecnólogo. Porque los humanistas tienen mucho que aportar al mundo de la tecnología y la ciencia, y viceversa.
Nuevo papel de las ciencias humanas
En el momento actual se está replanteando el papel de las ciencias humanas, y una buena fórmula para hacerlo es lo que se conoce como humanidades digitales.
Este concepto, relativamente nuevo, hace referencia no solo a la adopción de la tecnología como herramienta de trabajo, sino también la incorporación al mundo de las humanidades de modelos de pensamiento propios de las ramas más científicas. Así como el uso de la innovación, la disrupción tecnológica, para e estudiar las humanidades a través de lo digital.
De manera que cambie hasta el propio objeto de estudio y el mundo digital sea una de las líneas de estas nuevas humanidades, con métodos y aproximaciones totalmente nuevas para esta rama del conocimiento.
Cultura lab para crear en humanidades
Es por ello que universidades como las de Málaga y Granada, con Trans-UMA y Medialab UGR, han creado sendos centros desde los que se investiga el nuevo papel de las humanidades y se fomenta un nuevo ecosistema universitario transdisciplinar, en el que se integren saberes de disciplinas de acción y pensamiento crítico.
Las humanidades tienen que encontrar su sitio. Y algunos especialistas creen que no se han quedado al margen de lo digital. La directora de Trans-UMA, Nuria Rodríguez, es de esta opinión y considera que la cuestión de que las humanidades se han quedado atrás es “una percepción”, porque el parámetro para medir la relevancia de las humanidades en el mundo contemporáneo es el de las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), “que no tiene por qué servir para medir lo que las humanidades pueden aportar”.
Esta investigadora es especialista en el área de Historia del Arte, disciplina a la que ha incorporado la filosofía transdisciplinar que fomenta desde Trans-UMA, con investigaciones diferentes que van mucho más allá del análisis textual o de la imagen artística, como tradicionalmente se ha hecho en este campo, para apostar por modelos de conocimiento nuevos, en los que entran en juego estrategias de pensamiento heredadas del desing thinking y art thinking, entre otros, que fomentan la creatividad y el conocimiento colaborativo.
Escenario nuevo para el empleo en Humanidades
“La idea es aportar una formación que les permita a los estudiantes desenvolverse en este nuevo escenario, en el que no se trata de saber mucho de una cosa o de otra, sino de ser capaces de resolver problemas que en sí mismos son transdisciplinares”, dice la directora de Trans-UMA.
Nuria Rodríguez considera que las humanidades pueden desempeñar un papel relevante en la sociedad hipertecnológica, “de alguna manera tienen que involucrarse con lo que está pasando desde el punto de vista tecnológico”.
Humanidades digitales
Y, según explica, pueden hacerlo a través de las humanidades digitales, avanzando en lo humanístico con las herramientas y los esquemas propios de la ciencia y la tecnología; o con una perspectiva teórico-crítica, “para comprender mejor cómo se está transformando nuestro mundo contemporáneo y aportar el sentido de lo humano a la tecnología”.
El decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante, Juan Mesa, considera que los humanistas deben aportar el contenido ético a toda la tecnología, con el fin último de que el desarrollo tecnológico “ponga la felicidad colectiva en el centro, que a fin de cuentas es poner al ser humano en el centro”. Opina que el papel de las humanidades en la sociedad digital está definiéndose ahora, pero, sin duda, según su visión, pasa por integrar a estos especialistas en “grupos de trabajo transversales”, ya que los titulados de la rama de letras aportan una “mirada diferente para afrontar el problema y que el desarrollo tecnológico tenga una dimensión humana”.
La utilización de metodología de análisis de grandes conjuntos de datos y de inteligencia artificial está abriendo oportunidades de empleo en Humanidades. “En muy poco tiempo, las instituciones culturales van a tener que incorporar a expertos en analítica cultural, que les ayuden a gestionar la gran cantidad de datos que se están generando y, sobre todo, a extraer un conocimiento significativo de esos datos”, dice la directora de Trans-UMA, en cuyo grupo de investigación aplican esta metodología para la generación de conocimiento sobre procesos culturales.
Se está ante un perfil de empleo en humanidades totalmente nuevo. Porque no se trata de un científico de datos en sentido estricto, como tampoco un especialista del mundo de las letras, sino una figura que hibride los dos conocimientos.