La Universidad de Málaga ha inaugurado hoy oficialmente el nuevo curso 2016-17 con un acto celebrado en un nuevo centro, la Escuela de Ingenierías Industriales -resultante de la fusión de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial y la Escuela Politécnica Superior-, que ha contado con la presencia del consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, y de destacadas autoridades civiles y militares de la provincia, encabezadas por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Diputación, Elías Bendodo.
En su primer discurso de apertura desde que es rector electo, José Ángel Narváez ha planteado los principales escollos con los que se encuentra la política universitaria y que pasan, según sus palabras, por la incertidumbre en el acceso a la Universidad, la falta de financiación y la escasa inversión en educación en general e investigación en particular.
En este sentido, el rector de la UMA ha hecho un llamamiento a los gobiernos nacional y regional para invertir en futuro –“que no es otra cosa que hacerlo en educación e investigación”, ha asegurado-, tras lo que ha pedido un “gran pacto por la educación universitaria y por la investigación, para diseñar y fortalecer un sistema que sea de utilidad para el futuro de nuestra sociedad”.
Aunque ha empezado por agradecer al consejero –ex rector de la Hispalense- la mejora de las relaciones con las universidades públicas, ha asegurado que “aún existen incertidumbres importantes que afectan al desarrollo de nuestras universidades y, especialmente, a la Universidad de Málaga”. Así, ha asegurado que las instituciones académicas todavía están esperando el nuevo modelo de financiación que se anunció en su día para “que nos dé certidumbres sobre el futuro y garantice la autonomía universitaria”.
En su opinión, “las prórrogas del modelo anterior suponen un lastre para nosotros, lo que unido a la deuda pendiente, nos puede situar en un camino sin retorno, dificultándonos cada vez más las posibilidades de mejorar y competir en el mundo global”.
Realismo
Narváez ha considerado necesario que el Gobierno andaluz “afronte de una vez por todas esta situación con realismo”, para lo que ha dado una receta: “articular el discurso político con los hechos”. “Si se apoya la universidad pública y se proclama que la investigación, el desarrollo y la innovación son fundamentales para el progreso de la sociedad, no se pueden escatimar ni los esfuerzos ni los recursos destinados a estos fines”
Esta situación se agrava porque desde 2012 “no existe financiación autonómica de la investigación y aún estamos esperando el comienzo de la ejecución del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación que se presentó en abril”. El rector teme que “a estas alturas difícilmente se podrán ejecutar los 172 millones de euros comprometidos para este año”.
También ha recordado la “preocupante” situación de la I+D “por su complicación burocrática”. No podemos permitir que los problemas en la gestión administrativa afecten de forma tan crítica y tan profunda a las universidades públicas y al desarrollo de la región”.
Prueba de Acceso a la Universidad
No ha olvidado el rector referirse a la posible desaparición de la Selectividad, para lo que ha aludido a la incertidumbre que ofrece el Gobierno a este respecto. “Las comunidades autónomas y el Ministerio de Educación no llegan a un consenso que garantice la libre movilidad de los estudiantes entre las universidades públicas del país. Por eso, garantizo el compromiso de las universidades andaluzas de mantener el próximo curso una Prueba de Acceso a la Universidad, común para nuestra comunidad, que garantice los derechos de nuestros futuros estudiantes”.
Tras felicitarse por la creación de la Escuela de las Ingenierías Industriales –“que está llamada a ser un referente en Andalucía en la docencia, la investigación y la transferencia”-, Narváez ha repasado algunos acuerdos de gobierno de los últimos meses, que han posibilitado el desarrollo de un nuevo Plan de Ordenación Docente, la promoción del profesorado, un nuevo Plan Propio de Investigación y un Plan de Ordenación de los Recursos Humanos, entre otros aspectos.
En el capítulo de retos, el rector ha asegurado tener dos reformas relevantes: la de los Estatutos de la Universidad de Málaga y la aprobación de un nuevo Plan Estratégico que definirá la política de la institución en los próximos cuatro años.
El rector tomó la palabra tras el discurso del consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, quien ha hecho una apuesta por el futuro y ha anunciado “medidas complementarias” para superar las dificultades económicas (becas). Ha asegurado que la principal dificultad es la aplicación de la Lomce y el acceso a la Universidad, si bien ha lanzado un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que se trabajará con las universidades para consensuar una prueba “en igualdad de condiciones”.
Lección magistral
La lección magistral de este curso ha sido pronunciada por el catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga Juan Antonio García Galindo, quien ha resumido la historia de la profesión y su desarrollo en las distintas épocas y sociedades bajo el siguiente título: ‘Periodismo e intelectuales en el tránsito de la sociedad de masas a la sociedad de la información’.
Tras hacer un repaso de la influencia del periodismo y la comunicación en la transmisión de la historia y aseverar la importancia de los medios en la difusión de la información y su repercusión en el desarrollo económico, García Galindo ha concluido con la siguiente afirmación: “Quizá el pensamiento crítico pueda tener una oportunidad en la sociedad postindustrial, sobre todo si el periodismo, que es imprescindible en esta tarea, acierta a refundarse sobre sus bases más irrenunciables, adaptándose a un escenario digital cada vez más dinámico y contribuya así a construir una opinión pública con plena conciencia de los problemas en el mundo”.
El acto de inauguración también ha contado con la lectura de la memoria del curso anterior, tarea que ha llevado a cabo el secretario general de la Universidad de Málaga, Miguel Porras.