El presidente de Crue Universidades Españolas, José Carlos Gómez Villamandos, ha reclamado, en la presentación del Informe CYD 2019, «herramientas» para que las universidades sean el «motor de desarrollo» que la sociedad necesita. Este evento online, conducido por el presidente del Comité Ejecutivo de Fundación CYD, Javier Monzón, ha contado también con las intervenciones de la presidenta de la Fundación CYD, Ana Botín, y del presidente de la Conferencia de Consejos Sociales, Antonio Abril.
El presidente de Crue ha agradecido en primer lugar a la comunidad «el enorme esfuerzo» realizado en el último año para salvar el curso 2019-2020 y lograr que el actual se desarrolle con todas las garantías. «Cuando la declaración del estado de alarma nos obligó a cerrar los campus, las universidades hicimos algo que debe ser valorado en su justa dimensión», ha afirmado Gómez Villamandos, que ha recordado que no solo se mantuvo una enseñanza de emergencia «nunca vista», sino que se hizo garantizando los estándares de calidad. Por ello, ha puesto en valor el esfuerzo de las universidades en acelerar su transformación digital «de una manera espectacular».
El presidente de Crue ha subrayado que la Universidad ha demostrado, una vez más, que es «un referente» a la hora de albergar y formar a profesionales con «gran capacidad de adaptación» ante escenarios inciertos como el actual y ha incidido en que solo por adquirir esa competencia, «ya merece la pena formarse en los campus españoles». También ha aprovechado para rebatir el argumento de la sobrecualificación de los egresados y ha indicado que el mercado laboral español no absorbe con la rapidez que debiera el nivel de cualificación de los titulados universitarios por las características de su tejido empresarial y una insuficiente inversión en I+D, «la cuarta parte de la de Alemania, país a la cabeza de la Innovación», ha apostillado.
Gómez Villamandos ha señalado que este evento supone una «oportunidad» para recordar muchas de las advertencias que los rectores y rectoras de las universidades españolas llevan años adelantando y para aportar datos frente a «algunos de esos erróneos mantras que se recitan periódicamente en contra la universidad española». Así, sobre el acercamiento de la Universidad a la empresa, ha aclarado que las universidades «no son reacias, sino todo lo contrario», pues, según ha explicado, llevan años avisando de la «imposibilidad de mejorar la transferencia de conocimiento» con un recorte de financiación pública del 21% en la última década. «Se nos escatiman los recursos y se nos exige que seamos el motor de desarrollo del país. Pero esa ecuación no funciona», ha añadido.
Marco legislativo para competir con Europa
El presidente de Crue también ha advertido de la falta de un marco legislativo adecuado para competir en Europa. En concreto, ha insistido en que las universidades quieren captar y retener talento, pero que no cuentan con la flexibilidad contractual ni los recursos para hacerlo: «Si no podemos ofrecer condiciones laborables estables, con posibilidades de promoción y económicamente atractivas, es muy difícil que docentes o investigadores de otros países vengan a nuestras universidades». Además, ha destacado que la Universidad debe ser reconocida marca España «con orgullo», tal y como hace otros países y ha recordado su «indiscutible contribución» a convertir a nuestro país en el segundo más eficiente del mundo, con diferencia con el tercero y próximo al primero, Reino Unido, por su producción científica.
Por último, ha aseverado que la sociedad que queremos dentro de diez años «solo podrá construirse con la Universidad de hoy» y que, para cumplir con su misión de lograr un mayor progreso social para la ciudadanía, las instituciones universitarias necesitan herramientas.
En la misma línea, Ana Botín ha señalado que «la incertidumbre seguirá dominando el mundo» y que la diversidad de escenarios y el cambio continuo «requerirá una gran capacidad de adaptación y flexibilidad». A su juicio, la Educación y el Conocimiento «marcarán la diferencia para las generaciones jóvenes actuales y futuras» y ha incidido en que «no hay mejor inversión que la Educación». Por ello, ha pedido para el sistema universitario unos fondos necesarios y un marco normativo «más ágil y dinámico» para que sea «competitivo a nivel internacional».
Por su parte, el presidente de la Conferencia de Consejos Sociales, Antonio Abril, ha destacado la necesidad de «hacer algo frente a la limitada colaboración público-privada» y ha reclamado a la sociedad y a las empresas que «asuman su responsabilidad y se comprometan más con la excelencia universitaria».