El nuevo pegamento para piezas dentales sin efectos secundarios

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Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) identificaron un material natural que tendría la misma fuerza de adhesión en coronas y puentes que el ácido fluorhídrico y evitaría los efectos adversos de este compuesto químico.

El Grupo de Aplicación de Materiales a la Odontología (GRAMO) de la UNAL probó dos nuevos materiales naturales que son fáciles de encontrar incluso en algunos alimentos y que son biocompatibles, lo que quiere decir que no presentan problemas al ser aplicados en esa parte del diente. Sus nombres se reservan pues el material está en proceso de patente, y si es exitoso ya no se tendría que utilizar ácido fluorhídrico en este campo.

Con qué material se pegan las piezas dentales

El ácido fluorhídrico es uno de los compuestos más utilizados para preparar materiales de reemplazo para dientes rotos o dañados por caries –en especial disilicato de litio–, ya que genera una buena adhesión. Sin embargo, su uso puede generar quemaduras en odontólogos o técnicos dentales que realizan este proceso, y además tiene un impacto ambiental por los residuos vertidos en las aguas de los ríos.

Durante años el ácido fluorhídrico, que también se utiliza para generar aluminio y metal, o incluso en medicamentos antidepresivos, ha sido un “mal necesario”, ya que, aunque presenta algunos problemas como los mencionados, permite que los materiales usados para reemplazar la parte del diente tengan la porosidad o rugosidad idónea para ser pegados, esto quiere decir que produce pequeños orificios que facilitan que estos se adhieran mejor.

El profesor Édgar Delgado Mejía, del Departamento de Química de la UNAL, explica que esto es como pegar un cuadro en una pared: primero hay que lijar la superficie e introducir chazos con un taladro para que el marco se pueda poner y se mantenga estable por el mayor tiempo posible; y aunque existe la posibilidad de poner cinta adhesiva, esto puede no servir de mucho.

Según el profesor, la dificultad de fabricar estas piezas dentales siempre ha estado en la manera de preparar su estructura para que genere buena adhesión, o sea cómo hacer los orificios, hoy se utiliza entre un 4 y 9 % de ácido fluorhídrico según el material.

Cómo se comportan los materiales naturales probados por la UNAL

Los materiales naturales estudiados generan la misma fuerza de adhesión que el ácido fluorhídrico, lo cual se comprobó por medio de una máquina universal de ensayos especial para medir la fuerza y resistencia de distintos materiales, empleada para este tipo de pruebas en la Facultad de Ingeniería de la UNAL.

“Luego de muchos ensayos se logró determinar que las piezas diseñadas con estos materiales tenían una resistencia de entre 8 y 20 megapascales, similar al aguante de las hechas con ácido fluorhídrico, por lo que podrían reemplazarse sin ningún problema”, asegura el docente.

Añade que “algo importante a tener en cuenta en estos cálculos es que la resistencia del material tampoco se puede exceder, porque este aumento en la adhesión también traería dificultades, lo que no ocurre con los nuevos materiales”.

Con qué material se fabrican las coronas y puentes

Las coronas y puentes, entre otras piezas dentales para reemplazar las dañadas, se fabrican especialmente con disilicato de litio, material compuesto por cerámica y vidrio que es hasta tres veces más resistente que otros, y además permite adaptar el color con fines estéticos para que se camufle en el diente.

“La caries es la enfermedad más frecuente en el mundo; según la Organización Mundial de la Salud, el 90 % de las personas entre los 25 y 60 años presentan algún tipo de caries, lo cual puede llevar a que los dientes se dañen y haya que reemplazarlos por piezas dentales artificiales, por lo que resolver el problema de la adhesión es fundamental”, enfatiza.

Uno de los objetivos del grupo de investigación es que su hallazgo pueda obtener patentes internacionales en países con capital, recurso humano y tecnológico para desarrollar este tipo de productos en masa.

“Sería ideal conseguir esta posibilidad en Estados Unidos, ya que significaría tener la propiedad intelectual de una patente de este calibre en un país que tiene todo el poderío para invertir en este tipo de proyectos, por eso invito a las empresas o grupos interesados que quieran unirse a este hallazgo para que pueda llegar lejos y ser una realidad en la industria”, concluye el profesor Delgado.