El nuevo paradigma de la educación médica, a debate en la UCLM

La doctora María Teresa Alfonso Roca, creadora del sistema docente de las facultades de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha impartido recientemente varias actividades, en las que se debatió un nuevo paradigma de educación médica, fundamentado en la responsabilidad social.

Según la experta en educación médica, la responsabilidad social es la consciencia del impacto que tienen las acciones en la sociedad actual y del futuro. Actualmente, explicó, el concepto de responsabilidad social se aplica a todo tipo de entidades en términos de “dar cuentas” (accountability) y de dar respuesta” (responsability). Según estos dos principios, las entidades se ven obligadas a ser cada vez más transparentes en la información que ofrecen a la sociedad en relación con sus prácticas y formas de gestionarse, y a responder a las expectativas que la sociedad.

La doctora Alfonso impartió esta charla en el aula magna de la Facultad de Medicina de Albacete, en la que habló sobre el cambio de paradigma que supone la aplicación de estos criterios en las facultades de medicina y planteó la cuestión de qué podrían desarrollar estos centros de la UCLM para seguir construyendo el camino de la responsabilidad social.

En el debate participó el presidente del Colegio de Médicos de Castilla-La Mancha, Blas González; la decana de la Facultad de Medicina de Albacete, Silvia Llorens, y su equipo, así como profesores de varias disciplinas médicas.

Charla-taller

De igual forma, María Teresa Alfonso mostró los resultados de un estudio realizado recientemente en la Universidad de Friburgo con estudiantes de medicina en el que evaluó sus carencias y necesidades. Como resultado, sorprendió la necesidad más acuciante de los estudiantes en el aprovechamiento del tiempo durante el estudio. En este sentido, la doctora Alfonso se refirió a varios principios importantes a la hora de aprovechar el tiempo de estudio. Por una parte, se trataron aspectos de carácter emocional, como manejar pensamientos y creencias poco productivos; hacerse conscientes de las emociones que acarrean y de cómo pueden afectar negativamente al estudio y afrontarlas eficazmente; y aspectos más cognitivos, como emplear los principios de asociación con conocimientos previos, con imágenes visuales y, sobre todo con la práctica.