La industria del perfume mueve miles de millones en todo el mundo y necesita de herramientas metodológicas muy avanzadas, para poder ofrecer al público las fragancias que desea. Un nuevo método químico permite analizar los perfumes, así como diferenciar y evaluar mejor las sustancias presentes en las fragancias.
Para que un perfume salga a la venta pasa por distintas etapas de aprobación; una de ellas es el perfil sensorial, en el que se evalúan los componentes principales de su aroma. Este permite que el producto tenga mayor confiabilidad y calidad. Sin embargo, en algunos casos los métodos utilizados son imprecisos y omiten partes del procedimiento que facilitarían determinar el desempeño del perfume.
Cuál es el nuevo método químico para analizar la fragancia de los perfumes
Cristhian Fernández, magíster en Química de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), aplicó la cromatografía de gases-olfatometría (GC-O) en 10 fragancias florales comerciales de una compañía de este sector, y encontró que alrededor de 5 de ellas no presentaban atributos florales relevantes, sino que tenían algunos que se utilizan para generar fragancias frutales y otras clasificaciones.
Este método surge como un complemento a los análisis realizados por paneles sensoriales, en los que expertos en el análisis de olores, y a la técnica normal de cromatografía de gases, permite separar los compuestos químicos dentro de la fragancia.
“Con la GC-O se encontraron 27 sustancias diferenciadoras para las fragancias de estudio, por lo que es un método novedoso para ser aplicado en esta industria y ofrecería un importante complemento al análisis sensorial de expertos, que además de ser costoso también toma más tiempo”, recalca.
Añade que “lo que los panelistas determinan en varios días, el método en laboratorio con estos equipos toma máximo 40 minutos, por lo que es una opción más eficiente y rápida”.
“Lo primero que se debe hacer es el análisis por parte del grupo de expertos o personas entrenadas, para que evalúen y den una calificación a cada fragancia. Hay empresas que se dedican a prestar servicios de este tipo, pero en teoría cualquier persona que demuestre interés, y que se entrene y apruebe los exámenes requeridos puede formar parte del panel”, asegura.
Cómo se probó este método para analizar perfumes
El experto convocó a cerca de 13 panelistas y realizó 3 pruebas de evaluación olfativa, para determinar si las personas eran aptas para el estudio.
Estas consistieron en identificar olores activos, es decir, elegir entre 5 o 6 cintas con algún olor o sustancia que contiene el perfume, las mismas que son muestras gratis en centros comerciales; ordenar las fragancias de menor a mayor intensidad; y por último, describir los olores con base en las percepciones que tenían para medir la agudeza de sus opiniones y ver si se acercaban a la respuesta adecuada.
“Este análisis sensorial es muy importante ya que permite tener una idea de los olores y la percepción real de los consumidores, de hecho, luego de realizar toda la investigación, se encontró que los expertos también eran capaces de sospechar de algunas fragancias que no eran florales”, indica.
Pero este paso no es suficiente, en la industria cosmética y de perfumes también se realizan pruebas fisicoquímicas, que se encargan de determinar las propiedades de cada compuesto analizado, arrojando porcentajes en cada fragancia o aroma antes de formar parte de algún producto; no obstante, hay una parte que comúnmente no se aplica, la olfatometría, que se considera mucho más precisa para la identificación.
La cromatografía consiste en introducir una pequeña muestra de la fragancia, para que recorra el equipo y se enfrente a temperaturas controladas e interacciones con el medio, para que sus componentes se vayan separando.
Luego, por medio de la olfatometría se puede detectar y en algunos casos identificar estos compuestos químicos utilizando el olfato una vez la fragancia sale del aparato, por lo que la persona que está haciendo el análisis podría complementar o reemplazar el panel sensorial, pero de manera más rápida e inmediata.
Esta técnica disminuiría los costos asociados con la contratación de un panel sensorial de expertos, cuyas evaluaciones toman tiempo y esfuerzo, y que igualmente van a necesitar el apoyo de análisis específicos de laboratorio, por lo que se agiliza el proceso.