La segunda jornada del curso de verano de la UAL ‘Agua, agricultura y sostenibilidad’ ha continuado desarrollando una programación encaminada a formular todas esas preguntas que motivan el avance, así como a plantear posibles respuestas. Dirigido por Francisco Gabriel Acién y por Alfredo Aguilar, la primera parte de una mañana muy intensa se ha dedicado al reciclado del agua, tema tratado por Juan Manuel Lema, catedrático de Ingeniería Química en la Universidad de Santiago de Compostela, y a la desalación, a la situación real del archipiélago canario más en concreto, expuesta por Baltasar Peñate, que es jefe del Departamento de Agua del Instituto Tecnológico de Canarias. Tras una breve pausa ha sido el turno de una de las ponencias más esperadas, ‘Optimización del uso del agua en los sistemas agrícolas’, ofrecida por uno de los más experimentados investigadores en la materia, José Gabriel López, el que fuese director del IFAPA durante 12 años, actualmente investigador titular en el mismo, área de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dedicado a los Recursos Hídricos para Riego.
El también profesor asociado de Ingeniería Hidráulica en la Universidad de Almería ha situado una realidad de liderazgo que no supone bajar la ambición de mejora. Así, ha asegurado que “se puede decir sin ningún tipo de problema que, ahora mismo, en Almería la eficiencia del uso del agua en la agricultura es la más alta del mundo, simplemente, no hay que tener ningún complejo con Israel ni otros países”. Incluso ha ido más allá, trasladando protagonismo a los productores: “Ahora mismo estamos produciendo con unos consumos realmente bajos; hay buenos y manos agricultores, pero nuestros buenos agricultores tienen el máximo nivel de eficiencia en el uso del agua en agricultura”. Eso sí, ha añadido que “quizá nos falta dar un paso algo más corto, ya que sería necesario aumentar esa eficiencia, que ya de por si es la mejor, pero es posible lograrlo”. A esas palabras las avala una trayectoria del ‘Modelo Almería’, que ha ido evolucionando.
En ese sentido, López ha recordado ese bagaje previo: “Uno de mis grandes maestros decía que ‘el riego es un arte que se gesta a impulsos de urgencia’, y sí, hemos ido avanzando a pasos sucesivos, nos ha ido empujando la urgencia y los problemas, hemos pasado de una agricultura de un agua subterránea de calidad que parecía que no tenía fin pero que poco a poco hemos ido perdiendo, en cantidad y sobre todo en calidad, y hemos ido sustituyendo esos recursos, aprender a utilizar otros no convencionales que en otras zonas serían impensables, como la desalación del agua de mar o la reutilización de aguas residuales, y hoy por hoy somos capaces de integrar todo tipo de recursos y de desarrollar una agricultura absolutamente floreciente”.
Su conferencia se ha centrado en la utilización de los distintos recursos hídricos de la agricultura mediterránea intensiva, “en nuestro caso la provincia de Almería, utilizar ese marco geográfico porque es el lugar más crítico en cuanto a la utilización de estos recursos y por una agricultura de altísima producción”, ha matizado, “y tratar el tema de cómo se puede mejorar la eficiencia de uso en el agua de riego, algo que es un aspecto que suele estar bastante abandonado, si bien aquí en Almería tenemos la suerte de tener varios equipos de investigación que están trabajando en ese aspecto”, ha finalizado. Ampliando ese trabajo investigador, “desde la UAL y desde IFAPA hay equipos específicos y dos centros de investigación, tenemos en red con todo tipo de recursos hídricos, y eso es un lujo que no hay en ningún otro lugar de Europa, porque tenemos agua de mar desalada, residual depurada con tratamiento terciario, salobre desalada, agua subterránea…”.
De tal modo, desde ese trabajo conjunto ha lanzado una afirmación que avala la posición de un liderazgo real: “Podemos hacer cualquier tipo de trabajo que se nos demande con respecto a la utilización de recursos en la agricultura”. Ello se hace mirando siempre al productor, como es de obligado cumplimiento: “Todas nuestras investigaciones, de un nivel científico grandísimo, están dirigidas a la transferencia al agricultor, concretamente todo lo relacionado con la mejora de la eficiencia y la uniformidad, que es importante también, y se hace en las condiciones de trabajo del agricultor, si bien si utilizamos recursos más complejos al menos la parte inicial tenemos que hacer en las instalaciones experimentales”. Reafirmando la idea, “no sirve de nada que hagamos un trabajo científico importante si no somos capaces de transferirlo de forma rápida y sencilla a los agricultores”, ha reconocido. Por último, ha valorado el curso como “un acierto”, ha deseado “que se repita todos los años” y ha propuesto “hacerlo más amplio”, ya que “estamos en el lugar más indicado para ello”.
Tras José Gabriel López ha intervenido Luis Muñoz, catedrático de Ingeniería Telemática de la Universidad de Cantabria, con la ponencia ‘Tecnologías habilitadoras para la gestión eficiente de los recursos en las ciudades: la Internet de las cosas’. Ya en triple sesión vespertina, el turno en el programa ha correspondido a Frank Rogalla, director de Innovación y Tecnología en Aqualia, con ‘I+D en el sector del agua’, a Juan Carlos Gázquez, que como su director ha hablado de la Incubadora de alta Tecnología del agua de la Fundación Cajamar, y por último tres ponentes del día, Rogalla, Peñate y Lema, han analizado la ‘Innovación en el sector del agua’. Este viernes ya tocará a su fin este curso, totalmente lleno en cuanto al casi medio centenar de plazas ofertadas y de una gran concentración de conferencias en cada una de sus sesiones.