Dos ejemplares de tortuga boba han sido liberados esta mañana en el Parque regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila tras permanecer en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Valle’ desde el pasado mes de junio. Llegaron al centro procedentes de la playa del Corral en Isla Plana, Cartagena, y de la playa Ensenada de la Fuente, en el término municipal de Águilas, gracias a la labor que realizan los agentes medioambientales, en colaboración con técnicos del Centro de Recuperación de Fauna.
El director general del Medio Natural, Fulgencio Perona, detalló que una de las tortugas con un peso de y 5,3 Kg y 30 cm de longitud de caparazón y que fue localizada por un particular en la citada playa de Isla Plana, “presentaba en la aleta delantera derecha restos de sedales y plásticos que oprimían dicha extremidad”. En cuanto al segundo ejemplar, localizado en Águilas, y con un peso de 54 Kg y unos 76 cm de longitud de caparazón, “mostraba ciertos síntomas de debilitamiento, así como una evidente fractura en el área superior derecha del cráneo”.
Se han recuperado en los dos animales las condiciones para su reintegración al medio, aunque uno de ellos ha perdido parte de la aleta afectada. Ambas tortugas han recibido una terapia parenteral a base de antibióticos y antinflamatorios “para evitar infecciones y reinstaurar el riego sanguíneo en la extremidad lesionada lo más rápido posible, así como otra tópica para curar las graves lesiones que presentaban”, explicó Perona.
Como todas las tortugas liberadas, se han identificado con una anilla metálica en la aleta derecha y con un microchip subcutáneo, en el marco del Programa de Marcado de Tortugas Marinas dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que gestiona la Asociación Herpetológica Española.
El anillado permitirá identificar de manera individual a cada animal, en caso de ser recapturado en algún momento de su vida, además de permitir recopilar importante información acerca de aspectos tales como demografía, movimientos y amenazas globales que afectan a la especie, factores estos de vital importancia para su conservación.
Estas dos liberaciones se suman a otros dos ejemplares que se soltaron en el transcurso de este 2019, y a ocho animales que se devolvieron a su entorno natural en los años 2017 y 2018. De esta forma, concluyó el director general del Medio Natural, “se contribuye a mejorar las poblaciones de tortuga boba en nuestro entorno, a conocer mejor el comportamiento asociado a esta especie, y a enriquecer los valores que componen los espacios naturales del litoral de la Región de Murcia”.