Un volumen de la colección «El español en Europa», impulsado por el Instituto Cervantes, analiza la situación del idioma en esta región

Esta es una de las conclusiones del sexto volumen de la colección «El español en Europa», impulsada por el Instituto Cervantes en colaboración con la Universidad de Heidelberg (Alemania) y la Universidad de Zúrich (Suiza), titulado Demolingüística del español en el sureste europeo.
El documento incluye una información detallada sobre la situación del español en Albania, Bosnia y Herzegovina, Chipre, Croacia, Eslovenia, Grecia, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia.
El acto ha sido presentado por la secretaria general del Instituto Cervantes, Carmen Noguero y, a continuación, se ha llevado a cabo un coloquio con la participación de Marko Kapovic (Universidad de Zadar) y Vita Veselko (Universidad de Liubliana), coautores del estudio, junto a Iñaki Abad, director del Instituto Cervantes de Belgrado, Héctor Álvarez (Universidad de Heidelberg) y Francisco Moreno Fernández, director del Observatorio Global del Español.
El libro destaca, entre otros datos, que el grupo de usuarios potenciales del español en esta región se estima en 539.655 personas, de las que 507.018 residen en estos países y suponen el 1,6 % de la población (que asciende a 32,9 millones de habitantes).
«En relación con otras regiones del centro y oeste europeo, se trata de cifras demolingüísticas más modestas que, no obstante, revelan la importante progresión del español en territorios más periféricos, tanto territorial como políticamente, respecto de los países hispanohablantes», señalan los autores de este volumen.
Asimismo, el documento incluye un apartado dedicado a la educación, donde se remarca la baja institucionalización del español como lengua extranjera. En este sentido, el informe recuerda que este idioma no forma parte de las asignaturas de la enseñanza preuniversitaria o «solo tiene una baja elegibilidad, por lo que el número de estudiantes tiende a ser reducido».
En cualquier caso, recuerda que la oferta de español como lengua extranjera suele estar «aglutinada» en el subsector de la enseñanza no reglada, que tiende a estar «muy atomizado y desestructurado», por lo que la ausencia de este idioma en la enseñanza secundaria y primaria «suele compensarse con una amplia oferta en el ámbito universitario» de cursos de español.
Más de 58.000 estudiantes de español
La cifra actual de aprendices de español es de más de 58.000 estudiantes, con más de la mitad de los alumnos (un 53 %) en la enseñanza no reglada y casi otra mitad (un 47 %) se reparte entre la educación primaria, la secundaria y la universitaria.
El volumen pone como ejemplo «sintomático» de la falta de institucionalización del español el caso de Grecia, donde apenas el 20 % de los aprendices de este idioma se encuentra en la educación reglada.
En total, hay más de 6.500 alumnos estudiando español en las universidades del sureste europeo y, entre ellos, más de 2.000 están matriculados en estudios hispánicos dentro de las once universidades de la región que los ofertan.
Por ejemplo, en el mejor de los casos (Eslovenia), la filología española ocupa el tercer lugar en número de estudiantes, después de la inglesa y la alemana, si bien «a gran distancia en número de alumnos».
Distribución «asimétrica»
Demolingüística del español en el sureste europeo también ofrece un repaso a la migración en esta zona, resaltando que ni España, pese a su mayor proximidad geográfica, ni los países hispanohablantes de Iberoamérica son «un destino prioritario» de la emigración (0,4 % del total).
La población del sureste europeo que reside en los países hispanohablantesasciende, aproximadamente, a 32.600 personas. Entre ellas, la mayoría (60 %) se encuentra en España, lo que se explica por los flujos migratorios más recientes.
Por el contrario, la inmigración hispanohablante en la región es «muy reducida», con casi 9.500 personas que representan únicamente un 0,8 % de la inmigración originada en el mundo hispánico. El perfil de estas personas es el de alguien joven, de género femenino, y se explica mayoritariamente por reunificaciones familiares.
La distribución de la población que habla español es «asimétrica», ya que casi el 93 % de ellos viven en cuatro países: Grecia, Serbia, Croacia y Eslovenia (siendo este último el lugar que más hispanohablantes aglutina un 3,4% de la población).
Cabe recordar que esta región tuvo un importante pasado sefardí, especialmente en Grecia, aunque en la actualidad y desde el punto de vista demográfico se trate de una comunidad «muy pequeña» y en algunos países prácticamente desaparecida debido al Holocausto y las migraciones hacia Israel.