El 60% de los casos de obesidad y diabetes no solamente se deben a comer en exceso

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La obesidad y la diabetes son dos enfermedades propias de la sociedad sedentaria actual, y están detrás de otras muchas complicaciones en la salud que afectan a amplias capas de la población. Por lo general, se considera que su origen está en una mala alimentación y en estilos de vida poco saludables, sin embargo, el comer en exceso y hacer poco ejercicio no son las únicas causas de la obesidad y la diabetes, hay otra más potente que explica el 60 por ciento de los casos.

La obesidad es una enfermedad que se desarrolla por la acumulación de grasa perjudicial para la salud.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes es considerada como una enfermedad no transmisible y, además, la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Multitud de estudios han demostrado que el alto consumo de carbohidratos, azúcares, grasas y la baja ingesta de fibra, frutas o verduras suelen ser factores asociados al desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2, la cual se presenta cuando el cuerpo no produce suficiente insulina -hormona que permite que el organismo utilice la glucosa para obtener energía-. Las personas con obesidad la padecen con frecuencia.

Cuál es el origen de la diabetes y la obesidad en el 60% de los casos

Ahora, un equipo de investigación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ha confirmado que el 60% de los casos de diabetes y obesidad cuentan con una causa genética, que se añade a los malos hábitos de vida. Se ha corroborado con un estudio realizado con más de un centenar de personas de entre 40 y 70 años.

Ginneth Lorena Riaño Ayala, magíster en Ciencias – Bioquímica de la Facultad de Ciencias de la UNAL, evaluó la influencia de la genética de estas dos enfermedades, y encontró que, de 111 personas mayores de 40 años, en promedio, la población presentó un 62 % de riesgo genético a obesidad y 64 % a diabetes mellitus.

“En las células se encuentra información genética que va en el ADN, y es ahí donde se encuentran las regiones específicas relacionadas con estas enfermedades”, anota la magíster.

Cómo se ha descubierto el origen genético de la diabetes y la obesidad

El componente genético de la diabetes y la obesidad se descubrió con la identificación las variantes génicas relacionadas con estas dos patologías y se encontró que de las 58 variantes que se reportan en la literatura, 27 se presentaron en la población estudiada.

En obesidad algunos de los genes encontrados que se asocian al desarrollo de esta enfermedad fueron: LINGO2, BDNF, NFE2L3, C2orf16, SEC16B, TNEM18, TBX15, estrechamente relacionados con factores como el apetito y el equilibrio energético.

De otra parte, en la diabetes tipo 2 influyen genes como PPARG, WFS1, JAZF1, relacionados con el proceso del metabolismo de las grasas y los carbohidratos.

El estudio de la magíster Riaño se desarrolló dentro del Grupo de Bioquímica y Biología Molecular de las Micobacterias de la UNAL, y formó parte de un proyecto más grande denominado “Obesidad y diabetes en Iberoamérica: factores de riesgo y nuevos biomarcadores predictivos”, el cual fue financiado por el Programa Latinoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted). Este se realizó en dos fases.

Cómo se identifica el riesgo de padecer estas enfermedades

Para identificar los riesgos asociados a diabetes y obesidad, se obtuvo muestras de sangre que permitieron evaluar el nivel de azúcar en la sangre (glucosa) y sus concentraciones de grasas (perfil lipídico). Asimismo, se tomaron las medidas de la circunferencia de la cintura y estatura para determinar el índice de masa corporal, porcentaje de grasa, grasa visceral y músculo.

También se utilizó un cuestionario (escala) FINDRISC creado en Finlandia para identificar el riesgo a desarrollar determinada enfermedad en los próximos 10 años. Este método, que se encuentra validado internacionalmente y aprobado en Colombia por el Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud), consta de ocho preguntas sobre masa corporal, consumo de medicamentos para la hipertensión, diagnóstico de azúcar (glucosa) alta en sangre, actividad física y el consumo de frutas y verduras, entre otras.

Así, se concluyó que el 57 % de la población evaluada presentó riesgo entre moderado y alto a diabetes mellitus.

De los 535 voluntarios, se eligieron 111 para corroborar el riesgo asociado a la herencia genética. Para ello, las variantes asociadas a dichas enfermedades, en España se sometieron a una fórmula matemática y a través de una técnica llamada qPCR de alto rendimiento, se evaluó el ADN. De esta manera se obtuvo el 62 % de incidencia genética.

La investigadora aclara que, “a pesar de tener esa impronta genética o ese factor hereditario, si se tiene un estilo de vida saludable que abarca la alimentación y actividad física, se puede prevenir el desarrollo de estas patologías. De ahí la importancia de la identificación de este riesgo en las personas para tomar acción”.

A partir de este proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación, se sugiere generar más estudios a partir de los 18 años, para identificar su riesgo genético a obesidad que según el Minsalud tiene una prevalencia del 56,4 % en el país, y también sobre la enfermedad silenciosa; la diabetes.