La Universidad de Almería (UAL) lidera un proyecto internacional en el que se está estudiando la acción combinada de lombrices y microorganismos para limpiar suelos contaminados con plásticos de origen agrícola. En el proyecto participa la Universidad Miguel Hernández (UMH) y varias universidades europeas.
El plástico es uno de los mejores materiales que ha construido el ser humano. Es ligero, duradero, moldeable… es tan bueno que solamente presenta un problema: es prácticamente imposible degradarlo. La resistencia de los plásticos se ha traducido en un problema medioambiental de primer orden, con suelos llenos de partículas de plásticos y mares, en los que la acumulación de este material es tal que ya se están generando islas de plástico. Y toda esta contaminación hay que sumar la de los microplásticos, que lleva años en la cadena alimenticia y es el origen de que los seres humanos nos comamos al año el volumen de plástico presente en una tarjeta de crédito.Máster en Gestión, Tratamiento y Valorización de Residuos Orgánicos
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¿Se puede eliminar el plástico del medio ambiente?
Todavía no se puede eliminar el plástico del medio ambiente, pero sí se están dando pasos interesantes en este sentido, para que este material se pueda degradar casi como cualquier otro producto orgánico.
El grupo de investigación Desarrollo de Técnicas Microbiológicas para la Mejora de Suelos de Interés Agrícola de la UAL lidera el proyecto europeo RECOVER, para el desarrollo de técnicas que permitan degradar el plástico liberado en el medio ambiente.
Una de las líneas de trabajo de este proyecto, en el que también participan la Universidad Miguel Hernández, universidades italianas, británicas, alemanas y empresas del sector de los plásticos agrícolas, consiste en el desarrollo de estrategias de degradación del material plástico con el uso de microorganismos, más concretamente, bacterias que forman parte de la microbiota de las lombrices.
Qué resultados se han obtenido en la degradación de plásticos presentes en el suelo
Con RECOVER se trata de averiguar la manera de emplear los microorganismos para degradar el plástico o transformarlo en elementos que se puedan reciclar. Hasta ahora se ha logrado reducir el volumen del plástico en un 13 por ciento y, aunque los resultados no son todo lo buenos que se desearía, sí que se ha visto el camino a seguir para conseguir una metodología con la que degradar el plástico y poner coto a un problema ambiental que está sobrepasando todos los límites.
La eliminación del plástico es fruto de la acción de los microorganismos, que logran obtener nutrientes de este material. Para ello, liberan un conjunto de enzimas que se encargan de romper la estructura del plástico y pone a su alcance elementos como el nitrógeno, entre otros.
Qué microorganismos utilizan para degradar el plástico
El equipo de RECOVER ha sido el primero en emplear varios tipos de microorganismos en el proceso de degradación del plástico, explica la directora del proyecto e investigadora de la UAL, María José López. Por lo general, los microorganismos empleados para eliminar restos de plástico presentes en los suelos son los que se encuentran en el sistema digestivo de las lombrices de tierra, que se combinan con las propias lombrices en un mismo entorno, para conformar un ejército biológico con las herramientas adecuadas para acabar con los plásticos.
Los ensayos se están realizando con polietileno y polipropileno, plásticos empleados como cubierta de invernaderos, cuya degradación por ruta biológica plantea un conjunto de retos que todavía son insalvables desde el punto de vista científico. No obstante, aunque tímidos, se están logrando resultados positivos con un cierto nivel de degradación de plástico y con la obtención de otros compuestos, como la quinina, que se puede emplear para la elaboración de plásticos nuevos.
Por qué se combinan microorganismos y lombrices en las actuaciones contra el plástico
La idea de combinar microorganismos y lombrices surgió después de comprobar que las lombrices generaban en su interior esos microorganismos capaces de degradar el plástico, así que se decidió mezclarlas con los microorganismos en un mismo entorno, para ver si mejoraban las capacidades degradativas. Y, efectivamente, así fue.
Por el momento, la mayoría de los ensayos se han realizado en laboratorio, aunque algunas empresas que participan en el proyecto RECOVER han realizado ensayos a escala mucho mayor, con unos resultados similares.
«Hemos ensayado un proceso de biorremediación con la lombriz de tierra y microorganismos de manera conjunta, en suelos contaminados con restos de plásticos empleados para cubrir los cultivos. En esos ensayos, realizados en una planta piloto de vermicompostaje, el tipo de compostaje para el que se emplean lombrices, se vio que la presencia de microorganismos mejoraban la supervivencia de la lombriz», explica María José López.
El equipo de la UAL realizó otra prueba similar, pero en vez de lombrices, en esta ocasión emplearon insectos, pero los resultados no fueron tan interesantes, porque al final los insectos acababan comiéndose entre ellos, porque el plástico no les aportaba la suficiente energía.
Cómo se mejora la acción de las lombrices frente al plástico
Una vez que se comprobó que las lombrices tienen la capacidad para degradar plástico, el siguiente paso que se dio fue el desarrollo de una especie de dieta a base de probióticos, para potenciar la labor de las lombrices ante los restos de plástico y, sobre todo, para que no mueran durante este trabajo de regeneración de suelos contaminados.
Los probióticos utilizados en el experimento están hechos de microorganismos extraídos de los intestinos de las propias lombrices. Para seleccionar los microorganismos que hacen de probióticos en la dieta de las lombrices, se analizaron todas las cepas encontradas en el interior de su tracto digestivo. Finalmente, el equipo de investigación de RECOVER se quedó con las Pseudomonas putida y Pseudomonas alkylphenolica, que son las que presentaron mejores resultados.
Tras estos ensayos, comprobaron que las lombrices de tierra alimentadas con una dieta específicamente reforzada con estas dos bacterias concretas reducen los plásticos que permanecen en el suelo tras los periodos de cultivo.
Por su naturaleza y la efectividad de su diseño, el plástico es uno de los materiales que más dificultades presenta a la hora de ser degradado y, aunque hay varios ensayos en los que se han logrado resultados interesantes, entre los que están los de RECOVER, todavía no hay una manera efectiva de eliminarlo por completo del medio ambiente, de ahí que también se esté probando con otro tipo de técnicas para envejecerlo, y que su eliminación del medio sea más sencilla. Pero todavía así no se ha dado con el método adecuado para acabar con él.