Los investigadores están adscritos al grupo de investigación Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas (GEOVOL), se encuentran desde el viernes en La Palma colaborando en el desarrollo de varias líneas de investigación sobre el volcán de Cumbre Vieja, activo desde el pasado 19 de septiembre.
Los investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha Rafael Ubaldo Gosálvez Rey y Rafael Becerra Ramírez se han trasladado a la isla canaria de La Palma para trabajar en distintas iniciativas de investigación vinculadas al volcán que erupcionó el 19 de septiembre.
Ambos científicos pertenecen al grupo Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas (GEOVOL), adscrito al Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la UCLM, y acumulan ya una dilatada experiencia en el estudio de estos fenómenos, especialmente en la región del Campo de Calatrava, en Ciudad Real -una de las zonas de vulcanismo reciente más importantes de la península ibérica-.
Aunque también han trabajado sobre volcanes en Italia (Etna y Vesubio), en Cabo Verde o en México (Popocatépetl), esta es la primera vez que tienen la oportunidad de observar uno activo tras veinticinco años de trayectoria del grupo de investigación. Paralelamente, sus colegas Estela Escobar Lahoz (que no pudo viajar por el cierre del espacio aéreo) y Elena González Cárdenas, están colaborando con ellos desde la sede del grupo, en la Facultad de Letras de Ciudad Real.
La presencia de los investigadores en La Palma responde a una invitación de la Universidad de La Laguna para trabajar con el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), del que GEOVOL es colaborador científico desde hace años. Según explica el profesor Gosálvez, desde el pasado viernes están desarrollando tres líneas de trabajo que pasan por el análisis de la dinámica y el proceso eruptivos, el estudio de riesgos y, por último, el geoturismo.
Respecto al análisis de la erupción, los investigadores de la UCLM están observando las transformaciones que produce el volcán en la morfología del territorio, los denominados “edificios eruptivos”, y entre los que se encuentran el cono principal, las coladas o los coneletes de escorias, como el que expulsó un flujo de lava que derribó ayer la iglesia de Todoque.
Rafael Ubaldo Gosálvez asegura que esta información será de mucha utilidad para conocer la génesis de los edificios del Campo de Calatrava porque la dinámica y el proceso eruptivo del volcán de La Palma es muy similar a los que se produjeron en esta zona castellanomanchega.
Una segunda línea de investigación pasa por el análisis de riesgos asociados a la colada de lava, es decir, la vulnerabilidad de los poblamientos a un fenómeno de estas características, que destruye edificaciones o infraestructuras básicas.
Por último, los investigadores de la UCLM colaboran con INVOLCAN en el análisis de potencial turístico del fenómeno volcánico durante y después de la erupción, una realidad que el profesor constata que no puede obviarse, tal y como se ha puesto de manifiesto durante todo el fin de semana, cuando la isla no ha dejado de recibir visitantes para observar este excepcional fenómeno de la naturaleza.
Paralelamente, los investigadores del grupo GEOVOL han apoyado a un equipo del Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología de Catania (Italia), realizando mediciones con cámaras de alta velocidad para registrar la velocidad del flujo lava, y también han colaborado con INVOLCAN en sus mediciones con cámaras infrarrojos.
El profesor de la UCLM reconoce que la experiencia constituye todo un acontecimiento en el plano profesional, pero también en el estrictamente personal, por lo que supone para una persona dedicada a la vulcanología. “Realmente es algo inolvidable”, asegura.