Dimiten los máximos responsables de la Plataforma Solar de Almería

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Un heliostato ciclindro parabólico de la Plataforma Solar de Almería.

Dimite el director de la Plataforma Solar de Almería, Sixto Malato, y el responsable de la unidad de Sistemas Solares de Concentración, Eduardo Zarza, debido a la situación de parálisis económica que se vive en el centro de investigación almeriense, según informa el diario Elpais.com

Sixto Malato ha confirmado hoy que tanto él como Eduardo Zarza presentaron su dimisión hace diez días y que hasta la fecha «no ha sido aceptada». Mientras ésta se hace efectiva y se nombra un nuevo director, Malato seguirá ejerciendo como director «en funciones», aunque sin entrar en asuntos más propios de la gestión del futuro del centro, y con su ronda de contactos con representantes políticos para buscar una salida a la situación que vive la Plataforma Solar de Almería.

El motivo de la dimisión de los dos máximos responsables de la Plataforma Solar de Almería, ha explicado Malato, radica en la imposibilidad de trabajar en estas circunstancias.

Ayer, Sixto Malato informó a Nova Ciencia de que había iniciado una ronda de contactos con representantes de partidos políticos, para exponerle la situación por la que atraviesa este centro de investigación, considerado como uno de los más avanzados del mundo en el desarrollo de tecnología solar.

La instalación científica almeriense está afectada por una normativa del Ministerio de Hacienda para el control del gasto, que no tiene en cuenta la peculiaridad de un centro como éste, explicó a Nova Ciencia el director de la PSA, Sixto Malato.

Fondos de la Plataforma Solar de Almería

Y se le exigen las mismas condiciones que a otros centros que dependen de los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, el caso de la Plataforma Solar de Almería es diferente, explica Malato, ya que del Estado reciben solamente unos 2 millones de los 6 que anualmente maneja este centro, y que éstos se destinan al funcionamiento básico del centro, es decir, al pago del salario de los funcionarios y los gastos que conlleva abrir todos los días.

Los otros cuatro millones restantes son conseguidos a través de convocatorias, en su mayoría internacionales, y no tienen nada que ver con el dinero asignado en el Presupuesto, dice Malato.

Sixto Malato, director de la PSA.

¿Dónde reside el problema?

El problema es que ese dinero procedente de concursos competitivos europeos pasa a ser considerado como si procediera de los fondos de los Presupuestos Generales del Estado, y ahí es donde reside el problema.

Sixto Malato explica que esta condición legal les obliga a gastar todo el dinero conseguido en un concurso en un solo año, algo imposible por las características del trabajo en el centro; y de no ser así, están obligados a devolverlo, incluso con intereses.

Peligro de perder el prestigio internacional

¿Qué consecuencias tiene sobre el trabajo en la PSA? Pues la principal, la pérdida de oportunidades para afrontar retos innovadores y competitivos a nivel internacional, ya que esta condición impide que los investigadores del centro ubicado en el Desierto de Tabernas puedan cumplir con los plazos establecidos.

Además, si la PSA deja de concurrir a concursos internacionales corre el peligro de perder el prestigio científico del que actualmente goza.

Afectará a la renovación de 13 investigadores

Sixto Malato informó de que este problema con la autorización para gastar el presupuesto, que no para captar fondos, tendrá consecuencias directas sobre la plantilla, ya que será imposible renovar el contrato a 13 investigadores que actualmente desarrollan su labor en el centro almeriense, al tiempo que tampoco se podrá contratar a otros ocho nuevos doctores.

Esta situación se vive desde 2016, explicó Sixto Malato, pero es ahora cuando se están viviendo las primeras consecuencias, a pesar de que los responsables de la PSA lo llevan advirtiendo desde la puesta en marcha de esta medida.

Una solución sería, explica el director de la Plataforma Solar de Almería, que al centro se le dé la misma consideración que tienen, por ejemplo, las universidades, que tienen un presupuesto para su funcionamiento, procedente de los presupuestos, en este caso autonómicos, y la financiación para investigar la reciben a través de convocatorias competitivas, que no están sometidas al control de gasto impuesto por Hacienda.

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