Una investigadora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) es una de los diez expertos elegidos por la Comisión Europea para desarrollar un protocolo destinado a facilitar que los destinos turísticos del continente pongan en valor los datos y desarrollen sistemas de inteligencia turística.
Redes como Trip Advisor, Instagram o Facebook están llenas de referencias a destinos turísticos. En ellas, los viajeros cuentan su experiencia, positiva o negativa; comparten con sus amistades imágenes de los lugares que más les han gustado; y de paso, se convierten en embajadores involuntarios de los lugares que han visitado.
La información plasmada en las redes sociales tiene un gran valor para los destinos turísticos, pero no es la única, hay otras muchas vías para recopilar datos de los visitantes, lo que ocurre es que no siempre se aprovecha, y se pierden oportunidades. Toda esta información aportada por los viajeros serviría para mejorar la oferta turística y adaptarla a lo que los usuarios realmente demandan. Permite el desarrollo de una estrategia que entra en lo que se conoce como inteligencia turística, alejada de la fórmula del ensayo y error, con la que se entra en un modelo de diseño de los destinos turísticos mucho más avanzado.
Qué se necesita para implantar un sistema de inteligencia turística
Para poner en marcha un sistema de inteligencia turística se necesita un método normalizado para la recogida, análisis y puesta en valor de la información aportada por los visitantes, y muchos destinos todavía no lo tienen. Por este motivo, la Comisión Europea ha puesto en marcha el proyecto Smart Tourism Destinations, en el que una decena de especialistas europeos se encargarán de asesorar a los destinos sobre las fórmulas para la explotación de todos estos datos, que cada día son más gracias a la expansión de la tecnología digital y la interconexión de los dispositivos.
Uno de estos expertos seleccionados para este proyecto es la profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha, Estrella Díaz, que se va a asesorar a los ocho destinos españoles y los portugueses participantes en esta iniciativa, en la que hay un total de 48 ciudades de 21 países europeos.
Qué se persigue con este proyecto europeo sobre destinos inteligentes
Con este proyecto, la Comisión Europea aspira crear las directrices que deben seguir los destinos turísticos para ser inteligentes. Se trata de una iniciativa pionera a nivel mundial y con ella se busca apoyar a los destinos a mejorar los servicios y experiencias turísticas, a través de soluciones digitales innovadoras.
Se busca, por otra parte, una colaboración entre los diferentes destinos, en materia de gestión y reutilización de datos; desarrollar una base de conocimientos y poner en marcha actividades de capacitación y formación dirigidas a las políticas de turismo urbano; identificar los retos del turismo de la Unión Europea, para dar con soluciones mediante la gestión de datos; y comprender el impacto del turismo en los destinos de la Unión Europea y cómo utilizar mejor los datos disponibles.
Con este proyecto, explica Estrella Díaz, se va ayudar a que los municipios y destinos turísticos adopten “enfoques guiados por los datos, para mejorar como destinos turísticos inteligentes. Se analiza cómo el uso de estos datos puede mejorar la gestión turística de los destino”. Estos datos proceden de los registros de llegadas y visitas de los propios turistas, de las encuestas de satisfacción de los establecimientos turísticos, así como información que se pueda recabar de empresas externas, como el uso de los móviles dentro del destino. Incluso también, datos más avanzados como los itinerarios por las ciudades que quedan registrados en los sistemas de geolocalización o sobre los datos realizados con los teléfonos inteligentes, lo que ocurre es que esta información tan avanzada solamente es recopilada por los destinos turísticos que mejor trabajan la inteligencia turística.
Qué información deben recopilar los destinos turísticos para hacerse inteligentes
Con este proyecto europeo no se espera desarrollar ninguna tecnología en concreto para aplicarla a estos destinos inteligentes, sino que los agentes implicados en la oferta turística cuenten con una idea clara de qué información deben recopilar, cómo deben realizarlo y también la manera de obtener conclusiones a partir del análisis de esos datos. Esta fórmula se va a completar con una puesta en común de todos los resultados, clave en este proyecto financiado por la Comisión Europea, para que el conjunto de los destinos turísticos de la Unión puedan beneficiarse de las buenas prácticas resultantes de esta experiencia.
“Lo que se intenta es crear un espacio en el que todos los destinos puedan compartir sus datos, sus experiencias, su conocimiento, las prácticas que realizan, para crear una colaboración y aprendizaje entre los diferentes destinos”, apostilla la investigadora de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Como explica Estrella Díaz, el trabajo se estructurará en cinco pilares, como son la estrategia y la gobernanza, la recogida y gestión de los datos y soluciones tecnológicas, el capital humano y habilidades de los profesionales para recoger y analizar los datos, y la gestión del ecosistema y la creación de colaboraciones para compartir datos.
Qué se necesita para convertirse en un destino inteligente
Smart Tourism Destinations quiere dar respuesta a los retos metodológicos para potenciar los destinos inteligentes. En la actualidad, los lugares turísticos se enfrentan a la necesidad de abundar en la digitalización, como una estrategia para aprovechar el potencial de la tecnología digital en la mejora de la oferta y la experiencia turística. Además, tienen que hacer un esfuerzo en la mejora de la sostenibilidad ambiental, pero también económica y social. “La inteligencia turística aplicada al destino puede ayudar a mejorar la satisfacción de la experiencia turística y la calidad de vida de los ciudadanos”, añade Estrella Díaz.
La fórmula ideal pasa porque en el destino se genere un “ecosistema”, exista una “sinergia entre todos los agentes del destino y colaboración mutua”, afirma esta investigadora.
España, una referencia mundial en turismo y pionera en turismo inteligente
España es una referencia mundial en turismo, como también es un país pionero en el desarrollo de turismo inteligente. Uno de los primeros destinos en aprovechar este modelo fue Benidorm, que figura entre los que participan en esta iniciativa europea, y también se convirtió en el primero en acreditarse como destino inteligente con las normas UNE.
La investigadora de la Universidad de Castilla-La Mancha también destaca el trabajo en potenciar la inteligencia turística realizado por Santander, Gijón, Barcelona y Málaga, que también se encuentran en el grupo de los más avanzados en inteligencia turística.
Viendo la tendencia en el sector, los destinos deben ser inteligentes o dejarán de ser destinos turísticos de interés. Y para ello tienen que mejorar en aspectos clave como la formación a todos los agentes implicados; la comunicación entre todos ellos, tanto dentro de las propias empresas, como entre empresas y entre empresas y gestores; incorporar tecnología; pero, sobre todo, apostar por “la innovación o creatividad en cuanto a ofrecer las mejores experiencias a los clientes”.
Y para ello, se hace indispensable conocer la opinión de los visitantes, con un sistema de recogida de datos, de encuestas sobre la experiencia de los clientes, que no siempre se tiene. “Todos estos elementos son clave para poder mejorar y llegar a ser inteligentes, porque la tecnología es importante, pero no lo único para ser un destino inteligente”.