El investigador de la Universidad de Granada Andrea Arcuri ha encontrado un documento original y desconocido hasta la fecha que trata sobre la visita pastoral al territorio de las Alpujarras en el período posterior a la Rebelión de los Moriscos (1568 – 1571) que data de 1575. La importancia de tal texto estriba en la descripción del panorama alpujarreño, tanto en el ambiente religioso como social, tras el fin de la guerra que supuso la migración de más de ochenta mil personas debido al destierro de los moriscos del Reino de Granada.
Bajo el marco del proyecto de investigación “Disciplinamiento social y vida cotidiana en España y el mundo colonial (XVII-XVIII)”, Arcuri argumenta que se trata de un documento interesante porque, aunque sea de forma escueta, “nos ofrece un panorama sobre las condiciones del paisaje religioso alpujarreño a raíz de la Rebelión”. Las líneas fueron redactadas cuatro años después del conflicto y consta de cuatro folios que atienden a un fin “interno”, es decir, informar a las jerarquías diocesanas sobre la situación in loco puesto que se trataba de una misión encomendada por el arzobispo de Granada Pedro Guerrero.
En las páginas se detalla la precariedad de los edificios, así como los escombros de los templos y construcciones derrumbadas, la despoblación de los pueblos, la carencia de clérigos y la falta de ornamentos en las iglesias, según detalla la transcripción del historiador.
“Cabe recordar que la Rebelión de los Moriscos constituye, sin lugar a duda, una de las bisagras más importantes de la historia de España, razón por la cual el documento se torna ‘valioso’ ya que aporta un granito de arena a la comprensión de ese evento trascendental”, subraya el investigador. Así, el texto sirve para reafirmar, en palabras de Arcuri, dos cuestiones: por una parte, que durante la guerra de las Alpujarras hubo violencia por parte de ambos bandos, y que, consecuentemente, el conflicto alteró la fisonomía del paisaje. Esta revisión historiográfica sirve para ampliar las líneas de investigación en torno al período posbélico.
El doctor descubrió los testimonios escritos en una caja de visitas pastorales del Archivo Histórico del Arzobispado de Granada, concretamente, en el legajo 127-F. “La pieza no está numerada, no tiene ninguna descripción archivística en los registros y su contenido de facto se desconocía”, apunta Arcuri.