El investigador Francisco Serrano, del Departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga, cuestiona que el vuelo propulsado apareciera en los dinosaurios no avianos por falta de evidencia científica
El vuelo propulsado en animales –impulsado por el batido de unas alas- es un modo de locomoción muy costoso energéticamente que requiere numerosas adaptaciones anatómicas y fisiológicas para poder llevarlo a cabo. De hecho, la capacidad de desarrollarlo solo ha aparecido cuatro veces en la historia evolutiva de los animales: en insectos, pterosaurios, aves y murciélagos.
Un estudio científico publicado en 2020 en la revista ‘Current Biology’ concluía que el vuelo propulsado habría aparecido de manera independiente, además de en las aves, en otros tres grupos de dinosaurios. Un hallazgo con gran repercusión, ya que ampliaba el número de vertebrados que habrían desarrollado este costoso medio de locomoción y, entre los dinosaurios, dejaba de ser exclusivo para las aves.
El científico del Departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga Francisco Serrano Alarcón acaba de publicar un artículo también en ‘Current Biology’, en el que cuestiona que el vuelo propulsado apareciera varias veces entre los dinosaurios. Según destaca, los parámetros que usaron los autores para determinar la capacidad de vuelo no permiten discernir entre un vuelo propulsado y uno pasivo, frecuente este último en muchísimos más grupos de animales.
Para realizar este nuevo estudio, en el que ha trabajado junto con el paleontólogo Luis M. Chiappe, vicepresidente de Investigación y Colecciones del NHMLAC; han incorporado una comparación entre los parámetros medidos en animales actuales capaces de vuelo propulsado como las aves y murciélagos, y aquellos que planean, por ejemplo, las ardillas voladoras o los reptiles voladores, entre otros. También han añadido nuevos datos respecto a la capacidad de generar energía desde los músculos, ampliando los que se habían tenido en cuenta en el estudio original.
“Las aves son un grupo de dinosaurios de los que conocemos fósiles de hace 150 millones de años, que ya tenían unas alas bien desarrolladas. Entre los dinosaurios no avianos más emparentados con estas, también se conocen fósiles con alas lo suficientemente desarrolladas como para haberles proporcionado algún beneficio aerodinámico, ya sea para planear desde un árbol a otro, o para impulsarse para trepar y saltar obstáculos. Pero esto no quiere decir que fueran capaces de despegar batiendo las alas o de mantener un vuelo propulsado”, explica Francisco Serrano.
Con todo, ambos autores señalan que la conclusión del trabajo es que, aunque no se puede descartar que el vuelo propulsado apareciese en otros dinosaurios no avianos, la evidencia actual no permite apoyar la hipótesis propuesta en el estudio original por Pei et al (2020).
Referencia bibliográfica:
Serrano FJ., Chiappe LM. (2021) Independent origins for powered flight in paravian dinosaurs? Current Biology 31, R370-R372. https://doi.org/10.1016/j.cub.2021.03.058