El catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada e investigador del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INYTA), Emilio Martínez de Victoria Muñoz, da una serie de consejos para evitar que las comidas navideñas acaben pasando factura a la salud.
Comer más calidad que cantidad –mejor dos buenas piezas de marisco que una docena de menor calidad– o introducir alimentos de temporada en el menú como verduras de hoja, cítricos o chirimoyas hace más saludables las comidas propias de las fechas navideñas.
Así lo indica el catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada, Emilio Martínez de Victoria Muñoz, quien además recomienda menús que incluyan, por ejemplo, “un buen consomé de ave con verduras y picadillo o sopas y caldos que ayuden a saciar el apetito y nos hidraten”.
La Navidad es un periodo del año en el que habitualmente se cambian los hábitos alimenticios, con comidas copiosas y los consiguientes kilos de más que provocan. El catedrático alerta también acerca de las tapas: “Si tapeamos en exceso, ya es preferible no volver a comer ese día”. A la hora de elegir, es mejor el pescado o las aves como plato principal, antes que otras carnes rojas.
Dulces y postres
La importancia de seleccionar productos de calidad también se traslada a los dulces típicos. Emilio Martínez de Victoria señala que “no solo no se debe abusar de los dulces navideños”, sino también darle preferencia a aquellos que sean caseros y tradicionales.
Respecto a los postres, el experto aboga por la imaginación y la inclusión de “frutas rojas o piña junto con chocolate negro o frutos secos, por ejemplo”. Sin olvidar la precaución con el alcohol, “que debe ser menos destilado y más fermentado, siempre junto a las comidas”.
Los cambios alimenticios de esta época del año son pasajeros y solo se prolongan durante dos o tres semanas, tiempo en el cual se saltan con frecuencia las recomendaciones que los expertos elaboran para la población y que van dirigidas a mantener la salud, prevenir la enfermedad y mejorar la calidad de vida. “En este sentido, recordemos realizar siempre actividad física de forma habitual y evitar el sedentarismo”, menciona Martínez de Victoria.
Por último, según el catedrático, el consejo más útil en Navidad es que la alimentación sea la excepción que confirme la regla, es decir, “que mantengamos una dieta adecuada durante el resto del año”. Esta dieta la tenemos cerca, la dieta mediterránea (frutas, verduras y hortalizas, cereales integrales, pescados azules y blancos), pocos alimentos de origen animal (preferentemente carnes de aves y conejo) y lácteos fermentados. Además, actividad física habitual, cocina de temporada y con alimentos locales. “Por supuesto, olvidando siempre las dietas DETOX del día después”, concluye Emilio Martínez de Victoria.