Un colectivo de jóvenes ciudadanos “hartos de las mentiras y numerosas falsificaciones” de currículos y titulaciones académicas en la política autonómica y nacional han lanzado un crowdfunding para comercializar un juego de mesa satírico en el que se critica la falta de preparación de los políticos profesionales.
Se trata del juego, titulado ¿Quién quiere un Ministerio?(http://poble.org/ajudans/joc-qui-vol-un-ministeri/), es una sátira sobre la capacidad de aguante de la sociedad española ante la creciente presencia de políticos profesionales que carecen de experiencia y formación, o que, cuando la tienen, es de dudosa calidad, según el portavoz del equipo de creadores de este juego, Lluïs Gómez. Dos ministros cesados y un presidente de Gobierno con una Tesis Doctoral supuestamente plagiada “son hechos muy graves que deben llevarnos a una reflexión profunda sobre a quién elegimos para gobernar”.
“Queríamos denunciar la falta de pudor y ética de muchos de los que hoy nos gobiernan utilizando las armas que mejor se nos dan a los valencianos, la sátira y el humor”, según ha señalado Lluïs Gómez, que ha comentado que éste fue el origen del juego, que casi sin promoción ya ha alcanzado en menos de una semana el 34% de los respaldos necesarios para comercializarlo.
En este sentido, Gómez ha explicado que todos los participantes en esta iniciativa somos ciudadanos “concienciados y comprometidos” con una nueva forma de hacer política, por eso, fundamos un partido político autonómico, transparente y de estructura horizontal –Poble Democràtic-, que pretende trasladar las reivindicaciones de los ciudadanos y los colectivos que carecen de presencia pública, como las aparadoras del calzado alicantinas.
Subasta de Ministerios
El objetivo de ¿Quién quiere un Ministerio? es convertirse en Ministro o pluriMinistro para aquellos que alcancen un mayor dominio de la mecánica del juego, mediante la consecución de títulos y másters universitarios. Unos títulos que no hace falta cursar, basta con ganarlos en una subasta en la que se puja con la moneda oficial -los ‘CaraDuros’, obtenidos mediante el simple hecho de participar-. Una situación que seguramente conocen la mayoría de jugadores y que es la que tristemente hemos sufrido en los últimos años en la política española.
De hecho, el juego tiene una operativa muy sencilla que está basada en todos los “tics” inadecuados que definirían lo contrario de lo que debe ser un político del siglo XXI. Por ello, cada uno de los jugadores arranca la partida con una dotación económica no declarada de 8.000 caraDuros y dos cartas con cursos de formación ofertados por institutos de prestigio no reconocido o centros universitarios ficticios como la Universidad Rey Campechano.
Posteriormente, cada aspirante al Ministerio en juego tendrá que ofrecer comisiones y usar su dinero para comprar títulos, intentando acaparar el mayor número de Ministerios posibles, según ha explicado Lluïs Gómez.
No obstante, para los que participen en el crowdfunding, solo decirles que en Poble Democràtic siempre hemos luchado por la transparencia, por lo que detallaremos en qué nos gastaremos los euros de vuestras aportaciones. Los ingresos se repartirán en 5 partidas: Fabricación del juego, Fabricación de recompensas estimadas, Comisiones de las plataformas de pago, Gastos de envío previstos y Donaciones al partido para llevar adelante acciones sociales.