J.M. Bermúdez de Castro: «Si supiera por qué desaparecieron lo neandertales me darían el Nobel»

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José María y Elena Bermúdez de Castro. ¿Cómo se criaban los hijos de los primeros homo sapiens? ¿Cómo ha sido la evolución desde entonces? Aparte del aspecto físico, ¿qué otras diferencias hay entre los chimpancés y los humanos? Son cuestiones habituales y que ahora quedan algo más claras con Pequeños Pasos. Creciendo Desde la Prehistoria, escrito por el paleoantropólogo José María Bermúdez de Castro y su hija Elena, que ejerce como pediatra. 

Portada de Pequeños Pasos.

En este libro, padre e hija, paleoantropólogo y pediatra, muestran las claves que hicieron que el homo sapiens se impusiera a los neandertales, y muestran cómo ha evolucionado la crianza de los hijos desde la Prehistoria más profunda.

Es un ensayo didáctico, que permite reconocernos como especie y admirar a los ‘primos’ que se quedaron por el camino de la evolución, tan marcada por la genética como por la cultura.

José María y Elena Bermúdez de Castro cuentan en esta entrevista aspectos fundamentales que han convertido al homo sapiens en lo que es hoy día.

Escrito a cuatro manos por una pediatra y por un paleoantropólogo, ¿qué tienen en común estas dos disciplinas para unirse en este libro?

José Mª Bermúdez de Castro (JBM): Tienen mucho en común. Una pediatra y un paleoantropólogo estudiamos lo mismo: el ser humano; el ser humano actual y el antiguo. Compartimos métodos y técnicas. Y no ha sido difícil y no ha sido un problema hacer un libro juntos. Somos dos personas que tenemos un mismo objetivo: estudiar al ser humano desde diferentes puntos de vista.

Elena Bermúdez de Castro (E): El libro surgió en una comida familiar. Hablamos cada uno de nuestra especialidad y nuestros familiares empezaron a animarnos a que escribiéramos sobre el tema. Lo hicimos y ha salido un proyecto muy bonito.

Mientras otras especies de simios llegan a la edad adulta en cuestión de diez o quince años, los humanos tardamos cerca de treinta, ¿por qué?

JMB: La responsable ha sido la selección natural. Ha seleccionado a personas como nosotros que tardamos muchísimo tiempo en desarrollarnos. Fundamentalmente, el cerebro, pero no en tamaño, sino en su complejidad. El cerebro de un chimpancé alcanza su máximo tamaño a los seis años y nosotros, a los siete; por tanto, el tamaño del cerebro no es muy importante. El tamaño del cuerpo, un chimpancé lo tienen totalmente desarrollado a los once años y nosotros a los 18. Pero la complejidad del

«Nuestro cerebro termina de completarse a
los 30 años»

cerebro, un chimpancé alcanza su total madurez a los quince años y, en cambio, nuestra complejidad cerebral termina de completarse en torno a los treinta. Todo esto conlleva una grandísima cantidad de energía que, en buena parte, depende de los padres. Pero, a cambio, ponemos la posibilidad de que tengamos un cerebro mucho más plástico, mucho más capaz de recibir información, que nos hace muy adaptables a todas las circunstancias que nos encontramos. De hecho, vivimos por todo el planeta. Somos una especie con una gran capacidad de adaptación. Así que la selección natural, al final, ha favorecido que seamos así. Gastando mucha energía, pero consiguiendo que seamos una especie muy adaptable.

Uno de los principales factores de haber tomado otro camino evolutivo fue la forma de la pelvis, ¿qué ha supuesto para nuestra evolución?

E: Nuestra pelvis es diferente a la que tenían nuestros antepasados cuando eran cuadrúpedos. Ahora tenemos una pelvis más estrecha y el canal del parto resulta difícil para nuestros recién nacidos. Además, nuestro parto debe ser asistido: necesitamos la ayuda de la matrona, de los ginecólogos, muchas veces de algún instrumental… en nuestros antepasados cuadrúpedos no era así, el parto era mucho más fácil, porque el canal era más recto, más ancho y eran las propias hembras las que se asistían a sí mismas. Hasta ahora pensábamos que el parto se había complicado hace relativamente poco tiempo, pero han salido artículos que dicen que no es así.

JMB: Nuestra pelvis nos permitió levantarnos y nos liberó las manos. Así se favoreció el desarrollo de la tecnología y de la inteligencia. Si no tuviéramos las manos liberadas no habríamos llegado hasta aquí, y la tecnología ha avanzado más y más. Primero, muy lentamente y en los últimos 200 años ha evolucionado a una grandísima velocidad.

Genéticamente somos muy parecidos a otras especies, ¿se podría decir que ha sido más importante el desarrollo cultural que los genes?

JMB: La diferencia con los chimpancés es alrededor de un uno por ciento. Parece muy poco, pero es mucho, sobre todo porque con una pequeña mutación se pueden producir cambios increíbles. Y con lo neanderthales, de los que nos separan 800.000 de divergencia genética, la diferencia es mínima. Sin embargo, si comparas un cráneo de un neanderthal y el de un sapiens vas a poder identificarlos con enorme facilidad. La genética, por tanto ha sido muy importante. Pero también lo ha sido el medio ambiente, que hace que nosotros hayamos cambiado, mientras que los neanderthales desaparecieron y posiblemente nosotros fuimos los

«Las diferencias genéticas con los neandertales son mínimas»

responsables, porque tuvimos esa oportunidad de tener, a lo mejor, un par de cambios genéticos. Quizás el que nos procuró el simbolismo. Gracias a él somos capaces de complicar mucho el lenguaje. No es que los neanderthales no fueran capaces de hablar, seguramente lo hacían; nosotros tenemos un lenguaje enormemente complejo y simbólico, y tenemos otra serie de características también producidas por pequeños cambios genéticos, que quizás hayan sido la razón por la que somos dueños del planeta y ellos desaparecieron.

Sin embargo, los neanderthales no eran tan primitivos, ¿por qué ellos se quedaron atrás y prosperamos los homo sapiens?

Efectivamente, los neanderthales tenían unas capacidades cognitivas importantes; de hecho, hace 100.000 años éramos exactamente iguales en cuanto a nuestras capacidades, nosotros hemos cambiado recientemente, hace 20-30.000 años. Ellos enterraban a sus muertos, por lo tanto es de suponer que tenían un concepto del más allá que nosotros también tenemos. Efectivamente la paleogenética ha demostrado que las poblaciones que salimos de África hace unos 120.000 años nos mezclamos con ellos y las poblaciones recientes tenemos entre un dos y un cuatro por ciento. Pero hasta ahora no sabemos por qué desaparecieron y nosotros seguimos aquí, si lo supiera sería premio Nobel. Yo creo que es un problema de muchos factores: nuestro cerebro es único, es esférico, mientras que el de otras especies es aplanado… todo esto también

«La tolerancia de la lactosa ha sido una de las últimas evoluciones»

puede tener relación con que ellos hayan desaparecido y nosotros hayamos colonizado todo el planeta. Los neanderthales eran unos humanos con unas altas capacidades, pero que se vieron superados en algún aspecto por los homo sapiens, que hizo que demográficamente ellos se quedaran atrás.

Las nuevas tecnologías han penetrado en la sociedad actual como nunca antes y nos somete a una cantidad enorme de estímulos, ¿tendrá consecuencias sobre nuestra evolución futura?

JMB: Se van notando cambios, porque la cultura está tomando un papel importante en la selección. La selección cultural está tomando peso frente a la natural y esto se va notando y en unos pocos de cientos de años habrá cambios que ahora no podemos ni imaginar.

¿Cuál ha podido ser una de las últimas evoluciones genéticas que hemos tenido los humanos?

E: Pues, por ejemplo, la intolerancia a la lactosa. De forma natural, durante la lactancia materna producimos una enzima que se llama lactasa, que permite digerir la lactosa. Una vez que los niños son destetados ya no sirve para nada. Pero cuando comenzamos con la agricultura y la ganadería empezamos a consumir leche de otros animales. Sin embargo, no la podíamos digerir bien porque no teníamos esa enzima. Algunos individuos tuvieron una mutación que les permitía seguir fabricando lactasa una vez que terminaban la lactancia y es la que nos permite tolerar la leche. Sin embargo, algunas personas no tienen esa mutación y tienen problemas para digerir la leche.

Solo los humanos tienen adolescencia, ¿por qué?

E: Se piensa que es una cosa reciente. La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes se preparan para ser adultos. En los humanos es más larga y lo es porque el cerebro necesita más tiempo para llegar a la etapa de adultos.

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