Dar visibilidad a las mujeres que se sienten excluidas del concepto universal de mujer y poner sobre la mesa y a debate esta reivindicación es uno de los objetivos de la tercera edición del Congreso Internacional Mujeres, Cultura y Sociedad: Género, Interseccionalidad y Equidad Social, inaugurada este jueves, 16 de noviembre, en el Aula Magna del Edificio de Humanidades de la Universidad de Almería. El objetivo del mismo es fomentar los estudios de las mujeres, los estudios feministas y los estudios de género en las distintas disciplinas del saber para erradicar el sexismo de nuestra sociedad.
La delegada del rector para la Igualdad, Maribel Ramírez, ha destacado que “queremos apostar y apoyar y formar parte de cualquier iniciativa que reivindique la igualdad entre hombres y mujeres”. Una lucha de igualdad que “tenemos que trabajar en todos los ámbitos donde la mujer participe, tanto en el ámbito social, familiar, político, legal, en los medios de comunicación…” Pero que en el caso que ocupaba hoy “al encontramos en la Universidad creo que como académicos que somos donde debemos tratar el tema de la igualdad es desde la educación”.
Denuncia la discriminación múltiple
Elena de Jaime, organizadora y profesora titular de la Universidad de Almería, ha explicado que con esta tercera edición “hemos decidimos darle una orientación particular a la interseccionalidad porque creemos que hay mujeres que aparte de ser mujeres, son discapacitadas o pertenecen a etnias o son mayores y entienden que son discriminadas y hay que darles visibilidad para que puedan expresar aquello que creen debe cambiar la sociedad para que se les acoja e integre y nosotros estamos en esa línea: darles visibilidad, escucharlas y ver en qué medida podemos solucionar esos problemas”.
En esta misma línea ha versado la primera conferencia del Congreso a cargo de Gemma Arregui, profesora titular de la Universidad de Sevilla, “El reto de la interseccionalidad para el concepto de identidad femenina”. A lo largo de su charla ha ido dando luz al movimiento que nació en los años 70 en Estados Unidos de ruptura frente a la idea universal de mujer: occidental, blanca y heterosexual. “En ese momento comenzaron a aparecer mujeres de color, principalmente mujeres negras, hablando de su no identificación con esa categoría universal de las blancas y eso ha planteado un serio problema al feminismo”.
De esta forma, “por un lado ese pensamiento de que hay una unidad común de acción sirve para organizar cantidad de peticiones emancipatorias y de igualdad y los derechos de las mujeres han crecido muchísimo con esa idea de un universal mujer, pero es evidente que, por otro lado, hay que atender a estas crítica que dicen que esta idea universal es colonizadora y que no escucha a las mujeres de otros márgenes y otros lugares”.
66 mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas
Gemma Arregui ha concluido asegurando que “se trata por un lado de no perder el norte, con 66 muertas que tenemos este año en España, y pensar que hay una unidad común en la que algo falla, pero por otro lado dar voz a todas estas mujeres que no se sienten, seguramente en muchas ocasiones, legítimamente reconocidas en nuestras aspiraciones”.
En definitiva hablar de “interseccionalidad” para reflejar y analizar la experiencia de las mujeres, cuya identidad, no está marcada únicamente por su condición sexual, sino también por factores tales como: clase social, color de piel, etnia, procedencia, expresión de género, diversidad funcional, religión, nivel educativo, etc.
Esta edición, que continuará mañana, cuenta con numerosas ponencias y mesas redondas y actividades culturales y formativas como las conmemoración del 150 aniversario del nacimiento de Carmen de Burgos o el homenaje a Fátima Mersini, así como un espectáculo flamenco y una representación teatral.
