La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, a través de efectivos de la Inspección Pesquera en Almería y Granada de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa), llevó a cabo el pasado 16 de febrero la incautación de un total de 50 kilogramos de arte ilegal no reglamentario, en concreto el arte de playa (birorta). Ésta se encontraba escondida dentro de una bolsa de basura, debajo de una embarcación, en la playa de la localidad de La Isleta del Moro, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, en la provincia almeriense.
Este tipo de actuación en la costa almeriense se enmarca dentro de las actuaciones habituales que realiza la Inspección Pesquera. Es destacable la incautación del arte de playa (birorta), arte de pesca formado por una red con luz de malla muy pequeña (3,5 mm) utilizada para la captura de peces inmaduros, que no han alcanzado la talla mínima reglamentaria y que, posteriormente, se introducen en el mercado de forma ilegal.
En esta actuación, la dimensión del arte incautado era de 20 metros de longitud. La lucha contra la actividad pesquera ilegal o furtivismo forma parte de las actuaciones prioritarias de la Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía, actuaciones que habitualmente se realizan en colaboración con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
La normativa en ámbito pesquero prohíbe la tenencia, transporte o almacenamiento de cualquier arte de pesca profesional por personas ajenas al sector pesquero, pudiéndose incautar los artes profesionales que se encuentren a bordo de embarcaciones no profesionales, así como los estibados o almacenados en playas, diques, almacenes, vehículos o en cualquier otro tipo de establecimiento.
La sanción por tenencia de artes profesionales sin la correspondiente licencia constituye una infracción grave, pudiéndose sancionar con multas de entre 301 a 60.000 euros. La actuación llevada a cabo por parte de la Inspección Pesquera garantiza el cumplimiento de la normativa pesquera vigente, una explotación racional y responsable de los recursos pesqueros y una lucha contra actividades ilícitas en el ámbito de la pesca, que contribuyen a la protección medioambiental y conservación marina.
La lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, en la que se incluye el furtivismo, posibilita una mejor conservación de los caladeros y, en definitiva, beneficia la sostenibilidad de la actividad de los pescadores profesionales, que si cumplen con la normativa vigente.
De esta manera, la incautación de artes de pesca ilegales, como es el caso de la birorta, combate, en cierta medida, la pesca furtiva de especies, promoviendo la conservación de especies marinas y evita posibles riesgos higiénico-sanitarios, ya que las especies capturadas de forma furtiva no son comercializadas a través de cauces legales.