La Universidad de Huelva apuesta por una competición de coches solares para fomentar las vocaciones científico-técnicas entre estudiantes preuniversitarios.
A pesar de que los datos de empleabilidad arrojan unas cifras que, en la mayoría de los casos, están en torno al 90 por ciento, las carreras de carácter científico-técnico todavía tienen problemas para cubrir todas sus plazas. De ahí que muchas universidades apuesten por acercar estas áreas de conocimiento a los centros de Secundaria, para despertar las vocaciones científicas.
Sin embargo, no todas lo hacen de la misma manera. La Universidad de Huelva lleva varios años promocionando estos estudios con una propuesta altamente inmersiva: una carrera de coches solares construidos por los propios estudiantes.
De esta manera, la institución onubense consigue que el alumnado de Secundaria y Bachillerato aprenda de electrónica, de energías renovables y de diseño en ingeniería, descubra la viabilidad de la movilidad eléctrica y, al mismo tiempo, disfrute con una competición, que cada año reúne a participantes no solamente de Huelva y su provincia, sino también de las vecinas Extremadura y Portugal.
Carrera de coches solares SUR21
Aunque el objetivo principal de la Sustainable Urban Race 2021 (SUR21), según explica desde la Universidad de Huelva, Javier Barragán, es incentivar al alumnado de Secundaria, Formación Profesional y Bachillerato a emprender estudios de las ramas científico-técnicas, en especial a las chicas.
Esta competición sigue la línea, por ejemplo, de MotoStudent, en la que estudiantes universitarios de toda Europa construyen motos de competición y realizan una carrera internacional en MotorLand Aragón. Aunque algo más modesta, porque la competición se desarrolla por el entorno del campus universitario y el objetivo no es tanto alcanzar velocidades de motos de carreras, sino aplicar soluciones ingeniosas en los vehículos construidos por los participantes en la competición.
Coches eléctricos con energía solar
Los equipos de la SUR21 tienen que demostrar sus conocimientos ingenieriles con la construcción de un vehículo eléctrico impulsado por energía solar, con capacidad para transportar a una persona en un entorno urbano. Además, este vehículo será sometido a una serie de pruebas dinámicas, en las que se comprobará su eficiencia y maniobrabilidad, entre otras cuestiones.
El jurado valorará aspectos como la manera en que se ha llevado a cabo el proyecto. Las características del vehículo y el diseño. Del mismo modo, será sometido a una prueba de detección de obstáculo.
Consumo energético, clave en estos coches solares
Una de las claves de esta competición pasa por el consumo energético de los vehículos diseñados por los estudiantes. Para ello, cada uno de los prototipos rodará por un circuito durante 2 minutos, a una velocidad promedio mínima de aproximadamente 12 km/h.
Transcurrido el recorrido, los jueces tomarán lectura del consumo registrado en el circuito y en esta fase del concurso ganará el vehículo que haya gastado menos energía.
El diseño y fabricación de los vehículos participantes corre a cargo de los propios equipos, tutorizados por un profesor del centro. Además, cuentan con el apoyo de la organización que, a través de una serie de charlas, les formará en áreas como la electrónica, la impresión 3D y la programación. Del mismo modo, la organización de SUR21 pone a disposición de los participantes los componentes más caros, como son el motor eléctrico, los controladores y los paneles solares.
SUR21: formación y diversión a partes iguales
La SUR21, al igual que las ediciones anteriores, cumple un objetivo pedagógico, ya que permite que el alumnado preuniversitario desarrolle ciertas habilidades de la rama de la tecnología, para las que necesitará tanto aplicar los conocimientos trabajados en clase, como ampliar sus conocimientos de manera autónoma, un entrenamiento único en esta etapa del sistema educativo, en la medida en que les plantea un reto que deben resolver por sí mismos y que implica la búsqueda de información, la puesta en marcha de soluciones ingeniosas y trabajar de una manera similar a como se hace en cualquier empresa que funciona mediante proyectos o, por qué no, como un equipo de competición del mundo del motor.
Competición condicionada por la pandemia
Las condiciones impuestas por la pandemia obliga a que la edición de este año, al igual que la de 2020, se lleve a cabo en formato virtual, por lo que los equipos participantes tendrán que enviar vídeos a las plataformas del concurso, de los que el jurado obtendrá la información necesaria para valorar el proyecto, que culminará el mes de mayo. Solamente las pruebas dinámicas serán presenciales, pero se realizarán en los centros de los equipos participantes y será el jurado el que se desplace a valorarlas. De esta manera se evitarán aglomeraciones.
La competición echó a andar el mes pasado, con unas jornadas técnicas y de presentación a las que asistió, de forma virtual, alumnado de una veintena de institutos de Huelva, Sevilla, Badajoz y la región portuguesa de El Algarve, en las que se informó el formato elegido para esta sexta edición, que evitará el desplazamiento de estudiantes desde sus centros, con el objetivo de mantener la distancia de seguridad frente a la Covid-19.
La SUR21 está organizada por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Huelva, a través del Centro de Investigación en Tecnología, Energía y Sostenibilidad (CITES) y cuenta con la colaboración del grupo de investigación Control y Robótica, y hasta la fecha ha celebrado cinco ediciones. Durante este tiempo, SUR21 ha conseguido hacerse un hueco en la agenda onubense, como una de las citas docentes más esperadas del año.
En el fondo, SUR21 reúne todas las condiciones para seducir a los estudiantes preuniversitarios. Tiene un formato diferente al resto de actividades que realizan en clase, permite el desarrollo de habilidades de manera muy práctica, exige poner en valor el ingenio y fomenta el trabajo en equipo. Y, además, despierta el interés por la ingeniería y las carreras técnicas. Una apuesta redonda de la Universidad de Huelva que no ha podido parar ni la pandemia.