Carmelo Rodríguez, ha tomado este martes, 23 de julio, posesión como rector de la Universidad de Almería en Sevilla ante el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, en el Palacio de San Telmo. Un nuevo mandato que el flamante rector afronta, según ha asegurado, con la misma ilusión y motivación.
En su discurso, el rector ha manifestado su intención de seguir apostando por un modelo de gobernanza comprometido y ético, basado en una gestión eficiente, que incorpora los objetivos sociales dentro de los propósitos universitarios, que asume normas internas de buen gobierno, y que actúa como una organización responsable. Y ha reiterado su compromiso de poner la mayor dedicación y trabajo posibles en el desempeño de este cargo para no defraudar la confianza depositada en él por la comunidad universitaria.
Todo ello sustentado en dos principios básicos: la autonomía universitaria “como principio constitucional, y como única vía posible para avanzar en el desarrollo de la UAL” y la “defensa de la universidad pública y de la igualdad de oportunidades”.
Carmelo Rodríguez también ha hablado de los principales escollos con los que se encuentra su gestión, entre ellos la tasa de reposición del PAS. “Está actuando como un embudo en la ingente y variada gestión que el día a día de los servicios universitarios requiere”. En este sentido ha hablado de que la “excesiva burocracia nos ralentiza e incide negativamente en nuestra competitividad con otros sistemas universitarios”. Y ha añadido que “la constante preocupación por hacer frente a las necesidades estructurales de cada curso académico nos limita en la planificación de nuevos objetivos estratégicos y en la gestión a largo plazo”.
Por eso ha pedido para todas las universidades andaluzas un desarrollo normativo y un modelo de financiación que minoren estas dificultades y contemplen un plan plurianual de inversiones en infraestructuras y la posibilidad del uso de los remanentes no afectados para refuerzo de este. Además, de planes específicos que resuelvan las deficiencias particulares de cada una de las universidades y permitan la convergencia de todas hacia unos indicadores comunes de calidad y excelencia.
El rector ha indicado que el máximo valor de una Universidad radica en el potencial de su capital humano: en la capacidad docente e investigadora de sus profesores e investigadores, y en la preparación de los profesionales de la administración y servicios. “Es necesario cuidar esta riqueza profesional y humana, reconocer adecuadamente su trabajo y dedicación, y proporcionarles los medios para que den lo mejor de sí”.
También ha incidido en la necesidad de disponer de infraestructuras adecuadas, “un requisito ineludible para llevar a cabo las funciones universitarias y para conseguir que nuestros campus sean aún más atractivos internacionalmente, más digitalizados, sostenibles y saludables”.
En cuanto a los logros alcanzados en estos cuatro años, ha destacado la notable mejora del posicionamiento de la UAL en diferentes rankings nacionales e internacionales. “Siendo una universidad consolidada, con una visión a largo plazo, y con una estrategia ágil e innovadora para adaptarnos a los requerimientos del entorno”. Además, ha señalado su intención de seguir aspirando a alcanzar altas cotas de rendimiento en docencia, investigación, innovación y transferencia. Y de mantener la pretensión de combinar “una oferta estratégica de títulos oficiales y propios, que responsa las demandas de la sociedad actual y los retos que afronta y que, al mismo tiempo, facilite la formación en valores y si inserción en el tejido productivo”. Señalando que Medicina, “es para la UAL una prioridad”.
Asimismo ha destacado el papel de la UAL como agente innovador del entorno productivo y social, potenciando las iniciativas de transferencia y emprendimiento, particularmente en las áreas de especial relevancia para la provincia, en colaboración con empresas e instituciones.