“Hay evidencias de que el calentamiento global está reduciendo y reducirá sensiblemente la disponibilidad de nieve en las cordilleras españolas”. Son palabras de David Pulido, investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) y uno de los creadores y promotores del proyecto de ciencia ciudadana ‘Seguimiento de nieve’.
Esta iniciativa se propone monitorear el espesor de la nieve en los Parques Nacionales con la colaboración de aficionados y aficionadas a la montaña. El objetivo es conocer de forma precisa cómo y a qué velocidad se está reduciendo la nieve de nuestras montañas y reunir datos para poder predecir la evolución de este fenómeno y las consecuencias que tendrá para el ser humano y el medio ambiente.
La nieve: indicador del cambio climático
“Las zonas de alta montaña son muy sensibles al aumento de las temperaturas y el descenso de las precipitaciones, por lo que la nieve es un excelente indicador del cambio climático”, explica Pulido, quien dirige el Departamento de Aguas y Cambio Global del IGME-CSIC. “Además, la nieve tiene un papel clave en la regulación del caudal hidrológico y, por tanto, en los ecosistemas, la agricultura, la generación de energía hidroeléctrica o el turismo”, agrega.
De ahí la importancia de llevar un adecuado seguimiento de la capa de nieve, una actividad que “se ha reducido drásticamente en los últimos años en algunas zonas debido a recortes presupuestarios”, apunta el investigador.
El programa ERHIN (Evaluación de los Recursos Hídricos procedentes de la Innivación), creado en 1981 para llevar a cabo el seguimiento, inició en los años 90 una serie de registros utilizando pértigas que eran observadas desde un helicóptero. Sin embargo, el alto coste económico de los vuelos hizo que se redujeran a raíz de la crisis de 2008.
Montañeros para completar o sustituir los trabajos en helicóptero
“El proyecto ‘Seguimiento de nieve’ propone mantener la continuidad de estos registros, de gran valor científico, y seguir aprovechando esta infraestructura subutilizada”, señala Pulido, creador de esta iniciativa junto con Antonio Collados y Leticia Baena, del IGME-CSIC, y Pedro Sánchez, del Parque Nacional de Sierra Nevada.
Eso sí, en este caso las observaciones no las realizará personal técnico desde un helicóptero sino montañeros y montañeras con ganas de implicarse en un reto científico y deportivo.
Las personas que quieran participar en la iniciativa no necesitan registrarse ni rellenar ningún formulario. Basta con consultar la ubicación de las pértigas en Wikiloc, llegar hasta una o varias de ellas, tomar fotografías y enviarlas por WhatsApp al número de teléfono 629 938 144 o al email seguimientodenieve@gmail.com. Tampoco hace falta geolocalizar las imágenes ya que cada pértiga tiene un marcador con un patrón geométrico específico que la hace reconocible por el equipo investigador.
Quienes más imágenes compartan con el proyecto, podrán optar a premios, como estancias en refugios de montaña o publicaciones editadas por las federaciones de alpinismo.
Visitas responsables a los Parques Naturales
Durante la temporada 2023-2024, esta iniciativa de ciencia ciudadana se llevará a cabo en cinco Parques Nacionales: Sierra Nevada, donde ya se han desarrollado tres ediciones piloto, Guadarrama, Picos de Europa, Ordesa y Monteperdido y Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.
Aunque todavía quedan por definir los premios en los nuevos espacios, la participación está abierta desde la caída de las primeras nevadas.
“Colaborar en el proyecto es una forma de conocer de primera mano las consecuencias del cambio climático y de visitar de forma responsable los Parques Nacionales”, asegura Pulido. Sin embargo, recuerda que “la montaña invernal es un medio complejo y hostil, por lo que en todo momento hay que tener precaución, consultar el parte del tiempo meteorológico y de riesgo de avalanchas y llevar una equipación adecuada”.
Observaciones con drones y sensores de medición
‘Seguimiento de nieve’ se inscribe dentro el proyecto SER-PM, que combina la colaboración ciudadana con acciones de monitoreo puestas en marcha por personal investigador. Es el caso de las observaciones con drones, que se llevarán a cabo cuándo y dónde se permitan vuelos con fines científicos, y la recogida de datos con sensores de medición automática, que se instalarán en las pértigas ubicadas en zonas menos frecuentadas.
La iniciativa supone también la extensión y la continuidad del proyecto del Plan Estatal de Investigación SIGLO-AN, que el IGME-CSIC ha desarrollado en años anteriores en colaboración con el Parque Nacional de Sierra Nevada y la Federación Andaluza de Montañismo.
Su extensión ha sido posible gracias al trabajo de personal de Parques Nacionales y del IGME-CSIC, con una destacada labor de científicos montañeros de esta institución, como Luis Carcavilla y Nemesio Heredia. Para las observaciones con drones, el equipo cuenta con el apoyo de Carlos Lorenzo y Juan Carlos López, del Servicio de Trabajos Aéreos del IGME-CSIC.