El grupo de ‘Química de Coordinación, Organometálica y Fotoquímica’ de la Universidad de Almería muestra los beneficios de añadir “un segundo metal en la composición de un compuesto con rutenio” y abre la puerta a una extensa familia de posibles fármacos selectivos para cada tipo de célula cancerígena.
Lo tienen claro, “dos metales mejor que uno”, incluso a modo de titular que explique su propia investigación y las aplicaciones de los resultados que han obtenido. Así lo han expresado los mismos autores de un trabajo que invita a ser más optimistas de cara a la lucha contra el cáncer.
El título completo, fórmula incluida, es ‘The Significant Influence of a Second Metal on the Antiproliferative Properties of the Complex [Ru(6-C10H14)(Cl2)(dmoPTA)]’. A partir de él se abren vías para la obtención de “fármacos anticancerígenos más eficientes, selectivos y económicos”, lo que “es un logro de máxima importancia, teniendo en cuenta la gran incidencia médica y social que presenta esta enfermedad en todo el mundo”.
El Grupo de Investigación FQM-317 ‘Química de Coordinación, Organometálica y Fotoquímica’ de la Universidad de Almería ha venido a demostrar que “la presencia de un segundo metal en la composición de un compuesto con rutenio incrementa la actividad anticancerígena de ese mismo complejo con un solo metal”, pero, yendo más lejos, “además su inclusión induce un mecanismo de acción diferente, en función de la naturaleza del segundo metal que se incorpore”.
De ahí que pueda asegurarse que estos nuevos compuestos pueden ser más eficientes, diseñándose de modo específico incluso para cada tipo de cáncer y situación de avance de la enfermedad en el paciente.
Este grupo de investigación de la UAL lleva años “sintetizando compuestos metálicos solubles en agua”, sabiendo que “el agua es el mayor componente de los fluidos biológicos”. Por ello, han relatado el origen de este trabajo desvelando que “era casi obligado evaluar las posibles propiedades biológicas de los compuestos sintetizados”.
Gracias a este proceso de evaluación “se determinó cómo una combinación de compuestos fosforados y del metal rutenio daba lugar a una nueva familia de compuestos con notables propiedades anticancerígenas”. La siguiente conclusión extraída fue a raíz de que “la combinación de un segundo metal mostró cómo esas propiedades se incrementaban en intensidad y selectividad”.
Por lo tanto, “los resultados de esta investigación recientemente publicada “abren las puertas a una nueva y extensa familia de posibles compuestos ‘poliheterometálicos’, en la que una adecuada combinación de metales puede dar lugar a lograr un reto cuya relevancia es mayúscula para la sociedad contemporánea. Así, se tiene la base científica necesaria para la fabricación de ”nuevos compuestos químicos, de diseño, con propiedades anticancerígenas, que sean selectivos para cada tipo y estadía de la célula cancerígena”. Los avances logrados desde su laboratorio en la Universidad de Almería posibilitan una visión esperanzadora que puede marcar un antes y un después en la lucha contra el cáncer.