Alrededor de 60 estudiantes de segundo curso del Grado en Educación Primaria de la Universidad de Jaén (UJA) han realizado una visita didáctica al refugio antiaéreo de la Guerra Civil de la Plaza de Santiago de la capital jiennense, en una clase práctica impartida por el profesor del Área de Didáctica de las Ciencias Sociales de la UJA, Santiago Jaén Milla.
A lo largo de la mañana, el alumnado participante ha empatizado en primera persona con los sentimientos que se vivieron en este enclave de la ciudad de Jaén los días posteriores al bombardeo sufrido en la capital jiennense el 1 de abril de 1937 por las tropas sublevadas y que acabó con 157 víctimas mortales.
Para ello, el profesor Santiago Jaén Milla les introduce en el interior del refugio y les sitúa en el contexto que aconteció en este edificio defensivo con la reproducción de diferentes sonidos bélicos en el interior de las galerías.
A su vez, el investigador de la UJA propone una serie de preguntas que los estudiantes responden mediante los documentos históricos y fotografías de época sobre este acontecimiento bélico que se encuentran expuestos en el refugio.
Este tipo de visitas tienen como objetivo analizar el hecho histórico, en este caso la Guerra Civil, y mejorar la compresión sobre este periodo, contribuir a la formación de ciudadanos y ciudadanas comprometidos con la resolución pacífica de los conflictos, poner en valor la conservación de uno de los espacios del patrimonio arquitectónico de la Guerra Civil en Jaén y el aprendizaje de un recurso didáctico que pueden utilizar en su futura labor como docentes.
En la realización de la actividad, los estudiantes se acercan al bombardeo a través de documentos oficiales como la orden militar dictada por el general franquista Queipo de Llano para bombardear la ciudad de Jaén, las reflexiones que de esa acción elaboraron escritores como Rafael Porlán, Pedro Garfias y Miguel Hernández, las consecuencias que provocó esa acción militar como la construcción inmediata de varios refugios antiaéreos, inexistentes hasta ese momento, así como las represalias posteriores que derivaron en el fusilamiento de 128 presos derechistas, junto a un espacio para la reflexión y el compromiso con la paz que sirve también para recordar a la víctimas.
“La actividad se compone de tres fases. La primera de ellas tiene lugar en el aula con varias sesiones y sirve para averiguar los conocimientos previos del alumnado del contexto que rodea al periodo histórico. La segunda se refiere a la propia salida didáctica, mientras que la tercera y última se desarrolla nuevamente en el aula con una reflexión y valoración general de lo aprendido”, señala Santiago Jaén Milla.
El investigador de la UJA destaca también que el acercamiento del alumnado al conocimiento de su medio les ayuda a trabajar tres de las competencias básicas de Educación Primaria como son la competencia en el conocimiento e interacción con el medio físico, la competencia social y ciudadana y la competencia cultural y artística. “Estas experiencias de aprendizaje vivencial, a través de las que reviven la historia en los lugares donde sucedieron algunos de los acontecimientos bélicos que estudian en clase, son muy llamativas para los participantes”. “Además, de esta manera, los estudiantes aprenden el trabajo del historiador. Son conscientes de que hacemos ciencia histórica a partir de la interpretación de una serie de fuentes, no de opiniones”.
Desde la recuperación, musealización y apertura al público del refugio antiaéreo de la Plaza de Santiago en 2011, más de 600 estudiantes de la UJA han realizado visitas didácticas dirigidas por el profesor Santiago Jaén Milla. El sentir general después de esta experiencia “es siempre muy positivo por el interés y la curiosidad que despierta en el alumnado, así como por la capacidad de conmover al visitante que aporta la monumentalidad de este edificio bélico defensivo con sentimientos que van desde la emoción, la ansiedad o incluso la claustrofobia que provoca esta construcción que, además de un potencial atractivo turístico, cuenta con un enorme potencial didáctico”, apostilla el investigador de la UJA.