Almería se vuelca con el ex alcalde Guillermo Verdejo

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Farmacéuticos, autoridades, familiares y amigos rindieron homenaje ayer a Guillermo Verdejo Vivas, doctor en Farmacia, alcalde de Almería entre 1965 y 1969 y director de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC, entre otros cargos. En este acto ‘in memoriam’, organizado por la Academia Iberoamericana de Farmacia, el Ayuntamiento de Almería y el Colegio de Farmacéuticos de Almería, participaron Rafael Rodríguez Contreras Pelayo, académico de la Academia Iberoamericana de Farmacia, el farmacéutico Cristóbal Avivar Oyonarte, Soledad Verdejo Lucas, hija de Guillermo, Juan Verdejo Vivas, hermano, Alberto Ramos Cormenzana, presidente de la Academia Iberoamericana, Pepita Ortega, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Almería, y Luis Rogelio Rodríguez Comendador, alcalde de Almería.

Durante el homenaje, todos los que le recordaron coincidieron en destacar que fue un hombre adelantado a su época, tal y como se refleja en sus estudios, en los que trató los temas con una gran perspectiva de futuro, como el Sida, las drogas o las propiedades de las algas. Y es que, según explica el académico Rafael Rodríguez Contreras Pelayo, siempre estuvo al día de los últimos avances, “ya que mantuvo las suscripciones a una enorme cantidad de revistas, que llegó a encuadernar en piel, a clasificar y a cuidar mejor que en algunas hemerotecas”. De hecho, fue el suscriptor más antiguo de España de ‘Chemical Abstracts’, una revista que fue la gran fuente de fuente de información de los que quisieran estar al día en la Farmacia, y a la que Guillermo permaneció fiel durante toda su vida.

Un gran alcalde

Además de ser un gran científico, también fue un gran alcalde, indicó el académico: “Su cerebro intelectual y su corazón de servicio le permitieron hacer un gran trabajo por los almerienses. De hecho, fue él quien hizo extensible en toda Almería la red de agua potable, la red de alcantarillado y la recogida de basura”. También, Guillermo Verdejo, como alcalde, “apostó por rescatar a Almería de su singular aislamiento concretando y desarrollando las obras del Aeropuerto de Almería”, por lo que se le otorgó la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico. Igualmente, se preocupó de desarrollar barrios como La Chanca o Piedras Redondas, recordó el académico.

En esta misma línea, el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, manifestó que “los almerienses no podemos olvidar que Guillermo Verdejo fue un gran servidor público, que mejoró muchísimos aspectos de la ciudad, en una situación económica difícil y con falta de recursos”.

Por su parte, Pepita Ortega señaló que “el Colegio de Farmacéuticos de Almería le debe gran parte de su personalidad, ya que las instituciones crecen de las personas y adoptan la cultura de quienes con talento y dedicación trabajan por ellas”. Según Ortega, Guillermo Verdejo fue para todos los farmacéuticos de Almería “un gran señor de Farmacia y su presidente”. De hecho, ejerció la presidencia del Colegio desde el año 1952 al 1968, y tras una etapa que no pudo presentarse por incompatibilidad por el cargo de Inspector de Farmacia, volvió a serlo hasta el año 1991.

Ortega también señaló que fue promotor en el año 1968 de la Federación de Colegios de Almería, Ceuta y Melilla, que adquirió personalidad jurídica más tarde, y se desarrolló después en el Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos. Pero sobre todo ello, destacó que “Verdejo fue uno de nuestros mejores profesionales, tal y como demuestra el hecho de que se le nombrara delegado español en la Federación Internacional de Farmacia”.

Su familia también le rindió homenaje. Su hija, Soledad Verdejo Lucas, contó las anécdotas familiares, y explicó cómo marcó a su padre su estancia en Estados Unidos, país en el que estuvo gracias a un beca que se concedió a los españoles con mejores expedientes. Y es que Guillermo Verdejo fue Premio Extraordinario final de carrera (1944) y se le concedió una beca para estudiar el Máster de Ciencias en la Universidad de Fordham (Nueva York).

Hijo de médico y nieto de farmacéutico

Guillermo Verdejo Vivas, hijo del médico Guillermo Verdejo Acuña y nieto del farmacéutico almeriense Juan Vivas Pérez, fundador de los laboratorios del mismo nombre, estudió Farmacia en la Universidad de Granada, donde obtuvo el Premio Extraordinario de carrera. En 1949 se casó con la almeriense Elisa Lucas Martínez, con quien tuvo ocho hijos.

Guillermo Verdejo Vivas fue también presidente del Consejo de Administración de las Cajas de Ahorros de Almería, director de la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC), y fundador y presidente de la Academia Iberoamericana de Farmacia.

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