Están en el mejor momento de su carrera y eso se nota cuando se suben a un escenario. El trío catalán Sidonie demostró por qué se han logrado un hueco en el panorama musical: canciones de muy buena factura, temas sencillos y asequibles por un público muy variado, y una muy buena puesta en escena con un directo muy compacto. Todo esto y mucho más fue lo que se pudo vivir en la noche del jueves en la almeriense sala Jala Jala.
Una sala prácticamente llena recibió a los barceloneses con los brazos abiertos, y no se fueron defraudados. Sidonie presentó ‘El incendio’, su último trabajo discográfico en el que le dan más cabida a las melodías pop y dejan algo de lado la psicodelia y rock setentero que tan famosa ha hecho a esta banda.
Algo más de hora y media de concierto, en el que Marc Ros, Axel Pi y Jesús Senra derrocharon simpatía y buenas maneras sobre el escenario. El concierto de Sidonie, que llegó en formato de quinteto, estuvo a la altura de lo esperado. Y es que han sido muchos conciertos y mucha experiencia la que han curtido a esta banda barcelonesa que lleva en la carretera desde 1997.
Sobre el escenario, los cinco músicos repasaron gran parte del repertorio del grupo. Recordaron sus primeros pasos arropados por el sitar, demostraron por qué fue buena idea cambiar de idioma y cantar en español, y dejaron claro el porqué de su éxito con el single de su último disco.
Desde luego, el concierto de Sidonie fue una de esas citas que los parroquianos del pop almerienses no deberían olvidar en tiempo, porque se encontraron con una banda llena de cualidades y con detalles tan entrañables como el brindis que hicieron por John Lennon y su canción ‘Strawberry fields’, compuesta en Almería donde el Beatle se encontraba grabando una película.
Como toda gran banda que se precie, Sidonie supo articular los tiempos y dejó los singles más esperados para los bises, algo que no importó a nadie, ya que la sala se mantuvo llena hasta el último acorde.
El paso de Sidonie por Almería se debe al trabajo de Tu Vieja Producciones, un proyecto de dos jóvenes almerienses amantes de la buena música, que han decidido dar a su ciudad una programación indie estable, y que han sabido sortear como han podido el cierre de la Sala Circus, donde tenían fechas cerradas hasta febrero, aunque la situación no ha llegado a ser una catástrofe porque han conseguido reubicar los bolos en otras salas de la ciudad.
