Utilizando un término deportivo, se ha batido un nuevo registro, algo que es lo ‘natural’ para un programa en el que se ha volcado toda la ilusión y que desde su creación está ‘coleccionando’ récords. UAL Activa, de la Universidad de Almería, ha tardado cuatro cursos en vivir una situación que supone toda una declaración de intenciones por parte de la comunidad universitaria, creciendo de modo exponencial en todos ellos hasta que su quinta edición la inicia habiendo colgado el cartel de ‘no hay plazas’ en menos de un mes.
Pedro Núñez, director de UAL Deportes, ha analizado el fondo de esta circunstancia: “Hemos logrado que se asocie el inicio del curso con la inscripción consiguiente al programa, demostración de que la trayectoria descrita hasta el momento, todo el trabajo realizado a lo largo de los años previos, realmente ha activado físicamente a un buen número de trabajadores de la Universidad de Almería, que ahora tienen el deporte como parte fundamental de su día a día, en una perfecta conciliación con su vida laboral”.
Así, se han llenado “del tirón” los 40 grupos de entrenamiento que había previstos en una primera instancia para todo este curso, superando los doscientos usuarios “sin solución de continuidad desde que se abriese la ventanilla para recibir a los interesados”.
Ante esta situación, Pedro Núñez ha adelantado que “el equipo de trabajo se encuentra ahora mismos estudiando hacer posible la ampliación de plazas que satisfaga la necesidad que se ha generado, que seguramente nosotros hemos generado, porque, ni más ni menos, UAL Activa es un producto vivo, en permanente evolución, que ha ido adaptándose paulatinamente para mejorar día a día y que ya sí se puede decir que forma parte de la vida universitaria”, textualmente.
El director de UAL Deportes ha reconocido, en una entrevista de Twitch mantenida con Álvaro Carrera, coordinador de UAL Activa, que “era inimaginable llegar al éxito que ya tiene, aunque había mucha fe y muchas ganas de ponerlo en marcha porque prensábamos que era necesario”.
Desde el primer día se fueron superando las expectativas”, primero con una experiencia piloto de enero a junio con 60 usuarios, después doblando las inscripciones durante dos cursos consecutivos, pasando a 120 y a 240 participantes: “En el segundo año ya tuvimos que pensar en que necesitábamos soluciones, porque la Sala Fitness se quedaba pequeña y dificultaba el desarrollo del programa, y en ese punto empezamos a ver de qué era capaz UAL Activa y las necesidades que empezaba a demandar”.
Se diseñó, ex profeso, una sala específica con 200 metros cuadrados, estructurada para el desarrollo de este programa. A partir de ahí hizo su acto de aparición la COVID-19, que con todo lo malo que trajo consigo vino a ser “la confirmación definitiva del éxito de UAL Activa, en una situación tan extraña, de tanta de incertidumbre para todo el mundo, evidentemente con el teletrabajo y otras cosas que podrían hacer pensar en un paréntesis, ya que sucedió todo lo contrario: no se llegó al nivel del año anterior, pero tienen más valor las 160 inscripciones en pandemia que las 240 sin ella, demostración de la importancia de lo que aquí estamos haciendo”.
Pedro Núñez ha reconocido que “se ha convertido en un ‘bendito’ problema”, en parte gracias al boca a boca de los trabajadores de la Universidad de Almería entre sus compañeros, PAS y PDI, estando a día de hoy en un proceso de “análisis para poder llegar a más gente, pero no por la ambición de tener más y más usuarios, sino por atender la demanda y no dejar a nadie fuera”.
Bien en Sala UAL Activa o bien en Cubofit, “la pandemia marcó la tendencia de entrenamientos en exterior y estuvimos lo suficientemente ágiles para ofrecer la solución, aunque era una instalación que teníamos en la cabeza desde hacía tiempo y que el virus aceleró”, lo que ha querido destacar Núñez es lo que hay detrás de las cifras: “Los números son apabullantes, pero lo más importante es que significan personas, son gente que se está activando, y visto así es cuando los números toman su dimensión real”.
Dicho esto, ha subrayado que UAL Activa “ejemplifica o representa lo que realmente queremos ofrecer en el entorno universitario como un servicio de deportes, cuál es el papel que jugamos en la vida universitaria, lo que queremos ser y cómo queremos serlo”.
Se cierra un círculo que cumple con los objetivos marcados por Carmelo Rodríguez y su equipo de gobierno desde su llegada de lo que debe ser el deporte universitario, “no solo rendimiento, sino como concepto vital, fuente de salud y artífice de un campus activo”.
De este modo, el director de UAL Deportes ha vuelto a recordar que “su eje principal es la formación de los alumnos, porque se es parte de una institución de enseñanza superior”. Ello significa que “había que involucrarse al máximo en el fin principal y último, teníamos la oportunidad, los espacios y la materia prima, que son los usuarios, para apoyar la formación del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y gracias a la excelente colaboración del profesorado se está logrando algo clave”, ha dicho.
El matiz introducido al respecto es que “se ofrece al alumnado la posibilidad de anticipar una experiencia que tendría una vez que concluya sus estudios, de modo que ya la llevan acumulada en el momento de acceder al mercado laboral”. Núñez lo ha definido como “unir piezas, el deporte, la formación, las instalaciones, los alumnos, el profesorado, los usuarios… y el resultado es UAL Activa, algo que así se ve lógico, pero que no es sencillo de encajar y que logra captar a aquellas personas a las que no les gusta el deporte, o no tienen tiempo, o las dos cosas, y que es compatible con otras prácticas deportivas dentro y fuera del campus”.
Por último, Pedro Núñez ha querido dejar claras varias cuestiones. Por un lado, “todos ganan, los alumnos se forman y rompen la brecha de llevar lo teórico a la práctica, lo que supone una transferencia de conocimiento real, los participantes logran mejorar su calidad de vida a través de la activación física, añadiendo la satisfacción de saber que están ayudando a los alumnos en el proceso de aprendizaje, y los centros deportivos reciben por un lado a profesionales muy preparados y con experiencia, y a clientes nuevos que han salido del sedentarismo y que sin UAL Activa no serían consumidores de deporte”.
Y es que “UAL Deportes no quiere ser competencia del sector privado, sino todo lo contrario, poniendo en práctica una muy positiva transferencia desde la Universidad de Almería a la sociedad”.
El ejemplo es real: “Si un usuario no vuelve en septiembre, porque durante el verano necesitaba seguir con el deporte mientras nosotros estábamos cerrados y se ha inscrito en un centro deportivo, eso es un rotundo éxito para nosotros porque hemos activado a una persona que ahora tiene el deporte como hábito en su vida”.
Hay mucho feedback en una actividad que “motiva a los estudiantes a querer aprender más y más”, y que es “un reclamo para la captación de estudiantes justo por la oportunidad de formación complementaria que les ofrece esta unión entre la parte académica y la extensión universitaria”.