El Campus de Excelencia CEI-Mar se integra en la organización Euromarine

El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar (CEI·Mar) amplía sus horizontes al acceder a la organización EuroMarine, como miembro de pleno derecho. Dicha integración se ha llevado a cabo durante la celebración de la V Asamblea General EuroMarine, acogida por el propio CEI·Mar y la Universidad de Cádiz, en la que participaron unas 60 universidades y entidades de investigación marinas de 23 países diferentes.

Otro de los pasos importantes que se han dado durante la citada asamblea fue la elección del coordinador general de CEI·Mar, Juan José Vergara, como miembro del Comité Directivo de EuroMarine, lo que dará más relevancia a la presencia tanto del Campus de Excelencia Internacional del Mar como a la UCA en esta organización creada en 2014 para aunar esfuerzos con el fin último de tener una voz propia que incida en las líneas de investigación marinas planteadas desde la Unión Europea.

La Universidad de Cádiz y la del Algarve, así como el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ya pertenecían a EuroMarine, pero al acceder el Campus de Excelencia Internacional Global del Mar se ofrece la posibilidad a otras universidades que lo conforman (Almería, Granada, Huelva y Málaga) de beneficiarse de las ventajas de participar en una agrupación internacional con fuertes vínculos europeos.

Conferencias

Durante EuroMarine se celebraron varias conferencias invitadas destacando la del secretario general de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, Vladimir Ryabinin, quien apostó por el fortalecimiento de estas redes de trabajo científico como motores de las políticas europeas del futuro, aludiendo al compromiso de Europa para establecer las líneas de trabajo que gestionen de forma sostenible los océanos.

Una de las actividades más relevantes de la V Asamblea General de EuroMarine fue la presentación del ‘Manifiesto por el desarrollo sostenible de los oceános´, en apoyo a la ‘Década de los Océanos 2020-2030’ potenciada por Naciones Unidas. Este manifiesto ha sido elaborado por sus miembros a lo largo de 2018, y en él se establecen cuatro objetivos fundamentales: gestionar la complejidad de los océanos; asegurar las zonas costeras; promover la salud de los océanos y del ser humano; y proteger el patrimonio oceánico.

El Manifiesto comienza señalando al océano como la cuna de la vida, fundamental para que este planeta sea habitable. Al ser el ecosistema más grande que sustenta la vida en el planeta, es fundamental mantener y restaurar su salud en un contexto global.

“Por lo tanto, el Océano debe estar presente en cada agenda para el desarrollo sostenible de la población, las sociedades y las economías del mundo”, tal y como aboga el propio documento consensuado en EuroMarine, “por una mayor comprensión, protección y gestión del Océano para apoyar la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras”.

Haciendo referencia a cada uno de los objetivos planteados en él, se pude resumir que en cuanto a la ‘Gestión de la complejidad de los océanos’, el Manifiesto asegura que el Océano es, “con mucho, la mayor reserva de calor en el sistema climático global y ejerce una contribución fundamental en la regulación del calentamiento global en escalas de tiempo cortas (décadas) y largas (milenios). (…) Es necesario que las presiones humanas acumulativas (por ejemplo, contaminación, plásticos, tráfico marítimo, pesca excesiva, acuicultura, eutrofización, minería de los fondos marinos, especies introducidas, etc.), las interacciones de estos factores de estrés y sus efectos combinados en la estructura y función de los ecosistemas oceánicos se entiendan y evalúen (…). Un Océano seguro y resiliente proporcionará más alimentos y otros beneficios sociales, incluido un aumento del empleo, sin comprometer nuestro futuro”.

Respecto a la ‘Seguridad de las áreas costeras’: “Se espera que el nivel medio global del mar aumente a final de este siglo y tenga un impacto directo en las áreas costeras que actualmente albergan a más del 40% de las poblaciones del mundo. Esta población costera está aumentando desproporcionadamente y se espera que la mayoría de las megaciudades futuras se ubiquen en la costa (…) Tenemos la oportunidad de desarrollar y demostrar nuevas soluciones de ingeniería ecológica inteligentes y basadas en la naturaleza para el desarrollo sostenible de nuestras áreas urbanas marinas, salvaguardando así nuestro bienestar futuro”.

Por el ‘Objetivo Océano y salud humana’ se entiende que “los océanos pueden afectar la salud humana de muchas maneras a través de la ingestión de microbios patógenos o toxinas de algas, o la exposición a sustancias químicas tóxicas como mercurio, plomo y pesticidas que pueden causar enfermedades graves. Los océanos también pueden proporcionar enormes beneficios humanos e industriales, a través del suministro de proteínas, productos farmacéuticos, biocombustibles y más, que a su vez respaldan los empleos y las economías nacionales. Un Océano más saludable y mejor administrado podrá garantizar que los beneficios de la explotación de los recursos del Océano se compartan de manera sostenible y equitativa (…) Una mejor comprensión de las complejas interacciones entre los océanos y el bienestar humano podría permitir una mejor gestión de los recursos marinos al tiempo que preserva todos los servicios ecosistémicos que el Océano proporciona a nuestras sociedades.

Y, por último, en cuanto a la ‘Protección del patrimonio oceánico’ el Manifiesto asegura que “las sociedades y los individuos de todo el mundo se benefician de los ‘bienes comunes del Océano’. El deshielo de la capa de hielo del Ártico, la reducción de la provisión de alimentos marinos, el aumento de patógenos y parásitos dañinos y el impacto sobre los espacios  oceánicos previamente inaccesibles (por ejemplo, las profundidades marinas) son desafíos que deben ser abordados por una gobernanza oceánica responsable para reducir el impacto y asegurar el bienestar humano (…) El conocimiento actual sobre la relación entre la dinámica de
los océanos y los cambios sociales asociados está fragmentado, y las observaciones de la distribución y dinámica de los recursos marinos son escasas y poco accesibles. Necesitamos avanzar en la teoría, las observaciones y los modelos del complejo Océano global para pronosticar, gestionar y mitigar estos cambios (…).

A nivel interno, la propia organización EuroMarine dio en Cádiz un paso fundamental para su futuro, el pasar de ser una agrupación científica a constituirse como ente legal por decisión mayoritaria de los miembros de la V Asamblea General. El objetivo de este cambio es proporcionar mayor capacidad operativa en favor de los intereses de este grupo de científicos europeos que pretenden de este modo acceder a nuevas vías de financiación y mejorar la gestión de los recursos de los que disponen para conseguir estos objetivos.

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