Más de 70 activistas de Greenpeace de siete nacionalidades distintas han accedido este lunes a bordo de 45 kayaks al puerto de la central térmica de Endesa en Carboneras (Almería) para exigir su cierre a la compañía eléctrica. Los activistas portan pancartas con los mensajes “Apaga el carbón” y “No al carbón” en español y en inglés.
Con esta acción de protesta pacífica, y a menos de dos semanas del inicio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático en Polonia (COP24), los activistas denunciaron que el carbón es el principal responsable del cambio climático en el mundo y Endesa la empresa que más cambio climático provoca en España además de la sexta compañía carbonera más contaminante de Europa.
Según un reciente informe publicado por la plataforma ‘Europe Beyond Coal’, Endesa es responsable de 410 muertes prematuras, 14.000 ataques de asma en población infantil, 300 casos de bronquitis en adultos y más de 1.000 millones de euros en costes a la salud de la sociedad española.
Sin planes de cierre para Carboneras
La compañía eléctrica ya anunció en 2016 que no invertiría en sus térmicas de carbón de Compostilla y Andorra y la semana pasada confirmó que iniciará el trámite legal establecido para solicitar sus cierres. Sin embargo, Endesa no tiene planes de cierre para la central de Carboneras ni para la de As Pontes (A Coruña), y no ha confirmado el cierre completo de la de Alcudia (Mallorca).
“Es hora de que Endesa asuma un compromiso urgente y real en la lucha contra el cambio climático y la transición energética y establezca 2025 como el año límite para cerrar sus centrales térmicas de carbón y asegurar que sus centrales nucleares se van a cerrar a medida que vayan finalizando sus actuales licencias de explotación”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
La Central Térmica Litoral de Almería, ubicada en la localidad de Carboneras, ocupa el puesto 49 en emisiones contaminantes de las 266 centrales que se han analizado en Europa, siendo responsable de 67 muertes prematuras y unos costes en salud que superan los 200.000 euros por sus emisiones en 2016. Además, es la tercera en España, y primera de Andalucía, en emisiones de CO2 causantes del cambio climático, ya que emite más de cinco millones de toneladas al año.
Por todo ello, Greenpeace quiere poner el foco en la necesidad de medidas urgentes y ambiciosas, como el fin del carbón y el resto de energías sucias y su sustitución por renovables, para frenar este grave problema con una intensa campaña de movilización y sensibilización.
Calendario para el abandono de las energías “sucias”
Para la organización ecologista es imprescindible establecer un calendario para el abandono de todas las energías sucias y su sustitución por energías renovables con participación de la ciudadanía, de forma que las centrales nucleares se cierren a medida que vayan finalizando sus actuales licencias de explotación y se establezca el año 2025 como fecha límite para el cierre de las centrales térmicas de carbón.
“El primer paso para que haya una transición que sea ordenada y justa con las personas afectadas es la planificación. La transición energética es una oportunidad para la creación de nuevos empleos sostenibles y para nuestra salud y la del planeta. Para abordarla necesitamos urgencia y valentía a todos los niveles: político, empresarial y social”, ha añadido Nuño. “Un gobierno y una empresa que quieran demostrar su compromiso en la lucha contra el cambio climático lo primero que tienen que hacer es poner fecha de caducidad al uso del carbón”.