La UMU colaborará con el Gobierno de Estados Unidos en la mejora de la producción de biodiésel

Imagen del equipo de la UMU que se encarga del proyecto.

La Universidad de Murcia es una de las dos universidades españolas junto a la de Zaragoza, que podrá desarrollar un proyecto con el apoyo del Departamento de Energía de Estados Unidos. El grupo de investigación Genómica y Biotecnología Molecular de Hongos ha recibido la concesión de un proyecto para estudiar las posibilidades de mejora de la producción de biodiésel por parte del Joint Genome Institute (JGI), uno de los centros más importantes de secuenciación y caracterización de genomas del mundo, dependiente de ese departamento estadounidense.

El investigador principal del proyecto, Victoriano Garre Mula, será el coordinador de una acción en la que participan las universidades de Sevilla, Duke (Estados Unidos) y Melbourne (Australia), junto a la colaboración de las universidades de Navarra, California Riverside (Estados Unidos), Oregon (Estados Unidos) y Centro de Regulación Genómica de Barcelona.

Este proyecto, que durará tres años, determinará si una modificación química concreta del ADN (metilación de adeninas) regula la expresión de los genes de hongos sencillos, denominados basales, incluyendo los genes implicados en la acumulación de lípidos. Esto supone que los hongos basales que acumulan lípidos, utilizados para la producción de biodiésel, podrían ser genéticamente manipulados para aumentar la cantidad de combustible que se produce.

“Con esta propuesta realizada al JGI se busca demostrar que la metilación de adeninas de los genes es importante para su expresión en ese tipo de hongos”, explica Victoriano Garre, que añade que “podría generar interés por su participación en la acumulación de lípidos, ya que si se acumulan más cantidad de lípidos, se podrá obtener un mayor cantidad de biocombustible”. El grupo de la UMU desarrolla una línea relacionada con la obtención de biodiésel a partir de biomasa del hongo basal Mucor circinelloides, muy rica en lípidos susceptibles de ser convertidos en biodiésel de forma fácil.

Los indicios nacen de un trabajo previo realizado en el JGI. En él se halló que los genomas de los hongos basales muestran niveles elevados de metilación de adeninas, prácticamente ausente en hongos más complejos, que sugería que esta modificación del ADN podría determinar que un gen se exprese o no. Una regulación que se ha detectado previamente en bacterias y algunos eucariotas, incluyendo mamíferos, pero sin llegar al nivel de relevancia que podría tener en este grupo de hongos.

Tras dicha hipótesis, el consorcio de grupos de investigación liderado por la UMU propuso al JGI verificar la misma, basándose en su experiencia en hongos basales. El JGI será quién realice la investigación completa a través de su personal y con sus propios medios. La labor del grupo de la UMU se basa en coordinar el proyecto, diseñar los experimentos, generar las muestras que posteriormente se analizarán en el JGI y analizar los resultados. Para ello, el equipo de Victoriano Garre se ha puesto manos a la obra para empezar a suministrar las muestras. En esta convocatoria no se financia al equipo de Genómica de la UMU, “el gobierno americano financia a sus propios investigadores que están en el JGI haciendo el trabajo. Es otra forma de financiación” comenta Garre.

Se espera que los resultados obtenidos de la investigación del JGI puedan servir a los investigadores de la UMU para profundizar en los otros campos de investigación en los que intervienen.

Actualmente, el grupo Genómica y Biotecnología Molecular de Hongos estudia la caracterización del proceso de infección de hongos del mismo grupo que M. circinelloides, causantes de la mucormicosis, una enfermedad para la que no existen tratamientos eficaces y que presenta una mortalidad que puede llegar al 90%. “Estamos volcados en determinar cuáles son los genes que participan en el proceso de infección, cuáles necesita el hongo para poder infectar, con el objetivo de desarrollar moléculas que permitan combatir la enfermedad en el futuro” aclara el investigador. “Si se conocen cuáles son los genes, puedes generar moléculas contra esos genes para administrarlas a los pacientes. Nosotros continuamos buscando nuevos genes implicados en el proceso hasta encontrar uno que pueda ser una diana para combatir la infección”.

“La concesión de este proyecto es el resultado del trabajo de los miembros actuales y anteriores de mi grupo de investigación, sino fuera por ellos no se habría conseguido”, concluye Victoriano Garre.

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