Mientras el temido huracán Irma recorre la costa oeste de Florida provocando importantes inundaciones, muchos se preguntan: ¿Qué pasaría si un huracán de estas características llegará a España?
En el país ya se ha vivido de cerca el paso de un buen número de borrascas que originalmente habían sido huracanes o tormentas tropicales. Llegan convertidas en depresiones menos activas, aunque capaces de generar fuertes vientos y grandes olas, sobre todo en el noroeste peninsular.
Los precedentes
El 11 de octubre de 2005 el huracán categoría 1 Vince llegó convertido en tormenta tropical a la costa de Huelva, aunque su impacto no fue nada en comparación con el del huracán Irma estos días. Ese mismo año, entre el 28 y 29 de noviembre, la tormenta tropical Delta azotaba las Islas Canarias con vientos cercanos a los de un huracán categoría 1, unos 118 km/h.
Vince y Delta llegaron a España durante un año de excepcional actividad meteorológica en el Atlántico tropical, un año similar al 2017 caracterizado por aguas más cálidas de lo habitual, el año del fatídico huracán Katrina, según recuerdan desde la web eltiempo.es.
¿Qué pasaría si llegará a España un huracán Irma, de categoría 5?
Según el análisis del meteorólogo Mario Picazo, si llegara a España un huracán de las características de Irma “el impacto sería tremendo”. Asumiendo que llegaría por algún rincón del Atlántico, las primeras regiones afectadas serían las costas atlánticas de Andalucía, Galicia y otras zonas occidentales de la península como Asturias, Castilla y León o Extremadura. Esas serían las primeras comunidades en sentir vientos huracanados y fuertes lluvias.
Aun así, hay que recordar que un huracán, es una intensa borrasca que arrastra todo hacia su centro, y por lo tanto, aunque llegará por el oeste, los vientos también llegarían a ser muy fuertes de levante en toda la vertiente Mediterránea.
En detalle
El principal impacto del huracán Irma en España quedaría patente de la siguiente manera:
- Los fuertes vientos de +250 km/h provocarían importantes desperfectos en estructuras, tendido eléctrico y en el suministro de agua. Los mayores desperfectos se producirían en aquellas zonas cercanas al ojo del huracán que es donde se registran las condiciones más extremas de viento, pero también donde se llegarán a formar tornados o en zonas capaces de canalizar el viento acelerarlo aún más.
- Dadas las características orográficas del país, las intensas lluvias generadas por Irma provocarían importantes inundaciones, sobre todo en zonas donde el factor orográfico ayudará a acumular más agua y arrastrarla cuesta abajo a mayor velocidad.
- Las intensas lluvias causarían corrimientos de tierra en aquellas zonas de orografía escarpada capaces de acumular grandes cantidades de agua en poco tiempo. España, siendo uno de los países de mayor orografía de Europa, sufriría las consecuencias de tener tanta montaña, provocando millones de evacuaciones.
- Irma generaría grandes olas con el consiguiente impacto en zonas costeras. Los deltas del Guadiana y Guadalquivir serían las zonas más afectadas e inundadas, pero dependiendo de la dirección del viento y oleaje, también la costa de Galicia. A pesar de estar al lado opuesto de la zona de impacto inicial, muchas zonas del litoral Mediterráneo, donde el viento arrastrado hacia el centro del huracán sería fuerte, sufriría un aumento del nivel del mar y las consiguientes inundaciones. El delta del Ebro y otras zonas costeras vulnerables a las crecidas del mar serían las más afectadas
El calentamiento de los océanos, un peligro
Aunque hoy en día es imposible que un huracán de la categoría de Irma llegue a España, si los océanos siguen calentándose podría llegar a serlo. “Los huracanes no se llevan bien con agua que esté por debajo de los 26ºC y con regiones de la atmósfera donde los vientos en altura (conocido como cizalladura de viento) sean intensos”, advierte Mario Picazo.
Las aguas que rodean la península Ibérica o incluso las de Canarias están más frías. Por eso, y por otros factores atmosféricos, como la cizalladura de viento, la advección de aire seco y polvoriento o la simple circulación de la atmósfera, es complicado que se acerquen y más con la intensidad de un potente Irma.
Estudios para prever las consecuencias
A raíz de la excepcional actividad registrada en 2005, se han llevado a cabo numerosos estudios que concluyen que el progresivo calentamiento de los océanos, en primera instancia, no supondría necesariamente un aumento de la actividad tropical, pero sí de la intensidad y duración de las tormentas tropicales o huracanes que se formen.
Entre estos estudios, cabe destacar el llevado a cabo el prestigioso equipo dirigido por el profesor Reindert Haarsma del Royal Netherlands Meteorological Institue, publicado en Geophysical Research Letters. Este grupo de científicos holandeses llegó a la conclusión de que con un planeta más cálido el número de huracanes de origen Atlántico que lleguen a tocar tierra en Europa será cada vez mayor.
“A medida que los océanos se calientan, y lo están haciendo a pasos agigantados, va a ser más fácil que tormentas tropicales y huracanes se acerquen a España. Ese será el clima del futuro, un futuro que lo cierto es que no parece estar tan lejos tal y como lo demuestran los datos que van llegando de estaciones, meteorológicas, satélites y boyas de mar”, concluye el meteorólogo.