La posibilidad de lograr un tratamiento contra el cáncer que actúe exclusivamente sobre las células tumorales y no afecte a células sanas no está lejos de la realidad en la Universidad de Almería. Un equipo de investigación está en la línea de desarrollar nuevas moléculas orgánicas encargadas de transportar los fármacos anticancerígenos hacia los tejidos tumorales, es decir, justo al punto exacto que hay que ‘sanar’ para vencer la enfermedad. Así, este es un paso más en el camino hacia nuevos tratamientos contra el cáncer que eliminen el problema de los efectos secundarios que tratamientos sobre las células sanas.
El equipo de investigación ‘Carbohidratos y Proteínas: Síntesis y reconocimiento molecular’ de la UAL desarrolla nuevas moléculas orgánicas capaces de transportar, de forma específica, fármacos anticancerígenos hasta tejidos tumorales. Este mecanismo evita que las sustancias actúen sobre tejidos u órganos sanos, así como los efectos secundarios que se derivan de los tratamientos oncológicos. Por tanto, esta investigación, considerada de Excelencia por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía e incentivada con 112.000 euros, aporta una nueva estrategia para el tratamiento de cáncer.
De esta forma, si los objetivos propuestos son alcanzados, en una segunda fase, efectuada por tecnólogos farmacéuticos, se desarrollará un sistema o fármaco útil para el tratamiento de enfermedades cancerígenas.
En términos muy generales, un ligando es una molécula capaz de ser reconocida por otra provocando su enlace. En este sentido, los expertos de la UAL están diseñando nuevas moléculas orgánicas compuestas por tres elementos: un ligando, una molécula transportadora y un fármaco. Como transportador del medicamento se ha seleccionado una determinada molécula –denominada ciclodextrina–. Se trata de una molécula de naturaleza hidrofóbica, fácil de obtener mediante un proceso de degradación del almidón y que posee la capacidad de incluir otras moléculas en su cavidad central cuando se encuentra diluida en agua.
Posteriormente, basándose en la interacción específica existente entre moléculas biológicas, los expertos definen los ligandos necesarios para atacar cada tipo de tumor.Los ligandos son unidos a la ciclodextrina, de forma que se obtiene un sistema molecular –vector– que será el encargado de dirigir el fármaco hasta la el órgano o tejido afectado. Los vectores sintetizados por el equipo de Vargas Berengel son específicos para el tipo de membrana celular por lo que se crea una estructura molecular básica que será modificada, en aspectos concretos, según la célula a la que se quiera dirigir.
Obtener un tamaño nanométrico para estos transportadores es el rasgo más innovador del proyecto. Es decir, los expertos están creando un sistema con dimensiones intermedias entre la escala molecular y la celular, ya que éstos poseen mayor probabilidad de penetrar en las membranas celulares. A modo de conclusión, Vargas Berenguel, resume: “esperamos que las molécula que diseñemos tenga la capacidad para incluir fármacos en su interior, que los ligandos hagan la función de vectores del transporte molecular y que la sustancias farmacológicas penetren en el interior celular con mayor eficiencia”.
Aunque este estudio se desarrolla de forma íntegra en la UAL, es una línea de investigación integrada en un proyecto europeo. En él, participa un equipo multidisciplinar constituido por expertos procedentes de ocho universidades públicas europeas,entre ellas, la Universidad de Islandia, Catania (Italia) o Goteborg (Suecia), y una empresa privada donde la Universidad de Almería es la encargada de desarrollar la síntesis de moléculas.