La conservación y gestión de la biodiversidad y los nuevos paradigmas de relación con ella, a debate en el I Congreso de Biodiversidad y Conservación de la Naturaleza, que se celebra hasta este viernes en la Universidad de Almería.
El congreso está organizado por la UAL y su Centro Andaluz de Evaluación y Seguimiento del Cambio Global, el Jardín Botánico de Villa Clara de la Universidad Central Marte Abreu de las Villas (Cuba) y Nature & Oceans of the Americas (Costa Rica). Junto al delegado de Medio Ambiente en Almería, Antonio Martínez, han participado también el vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Antonio Miguel Posadas, el director del CAESCG, Hermelindo Castro y los organizadores del Congreso, Marga Rivas y Sergio López.
En su intervención, el delegado ha destacado que “de las 58 ponencias y comunicaciones del congreso, más de 30 hablan de gestión (olivares, cavidades, humedales, salinas, murciélagos, invasiones biológicas, pastoreo, etc) y que 16 inciden en la educación y participación (redes de voluntarios, gobernanza, etc.)”.
En el citado congreso participan funcionarios y empleados públicos de la Consejería de Medio Ambiente, lo que pone de manifiesto a juicio del delegado que “conservación de la naturaleza, ciencia y gestión van de la mano, tal y como refleja la política ambiental andaluza, que, desde hace 16 años, experimentó un progresivo y significativo giro hacia la gestión integrada, cuyos resultados han sido evidentes en los aspectos relacionados con la conservación de los espacios, procesos y especies”. A modo de ejemplo, la creación de la Red Natura 2000; la puesta en funcionamiento de Planes, programas y encomiendas de Gestión; Evolución cualitativa y cuantitativa del estado de las masas de agua; resultados de los programas de gestión activa de las poblaciones de fauna y flora amenazada, desde el Lince a la Gaviota de audouiin o desde el Pinsapo al Dragoncillo del Cabo.
Ha explicado el delegado que en la Consejería de Medio Ambiente están inmersos en el trabajo que conlleva este nuevo modelo de gestión integrada, activa y participativa desde el fomento de iniciativas ligadas a la nueva economía circular y la creación de empleo verde, así como el impulso de estrategias de prevención de los grandes incendios forestales, pasando por el renovado control de los cambios de usos o la implementación de una nueva cultura del agua. Todo ello con la participación activa de la sociedad en su conjunto y muy especialmente, la sociedad rural.
