La obra ‘Para nombrar una ciudad’, de David Eloy Rodríguez, ha sido galardonada con el III Premio Internacional de Poesía Francisco Villaespesa, otorgado por el Ayuntamiento de Laujar y la Consejería de Cultura de la Junta. El fallo del jurado fue dado a conocer e pasado sábado en la localidad almeriense, en el marco de las VIII Jornadas Francisco Villaespesa. El ganador, de origen extremeño y residente en Sevilla, recibirá 6.000 euros de premio y verá publicada su obra en la editorial Renacimiento.
El jurado ha estado presidido por el profesor de la Universidad de Sevilla, Fernando García Lara, y sus integrantes han sido los poetas Lorenzo Oliván y Carlos Navarro Marzal, el joven poeta almeriense Juan Manuel Gil, y el crítico literario José Andujar; además, Antonio Lafarque ha ejercido de secretario.
El acta del jurado ha destacado a este autor “por su audacia en el uso del lenguaje poético, su gran capacidad de sugerencia en la metáfora y la brillantez que confiere al verso”, según ha detallado Fernando García Lara. Asimismo, ha elogiado “la variedad formal de sus poemas, que consiguen la unidad de contenido y logran darle intensidad, al nivel de la calidad de los ganadores de las dos ediciones anteriores”.
En esta edición 2009 del Premio de Poesía Francisco Villaespesa se han presentado a concurso un total de 171 trabajos “de alta calidad y muy diversas procedencias”, ha detallado Yolanda Callejón. Aunque predominan los autores andaluces, se han recibido poemarios de otras ciudades de España y Europa, así como de diferentes lugares como Israel y numerosos países latinoamericanos, entre ellos, Uruguay, Argentina, México, El Salvador o Perú.
Por otra parte, el jurado también ha concedido el Premio de Poesía Local, que se celebra paralelamente al Premio Internacional, aunque la convocatoria está limitada a las personas nacidas o residentes en Laujar. En esta ocasión, se ha premiado a Angustias Bonilla Sánchez, por su libro ‘Desde las cumbres del sentimiento’, que presentó a concurso con el seudónimo de ‘Una andaluza mora’, y a la que se le reconoce “un trabajo conseguido desde el cariño a la tierra de Laujar”.