La Universidad de Almería analiza de forma pionera y específica la siniestralidad laboral acaecida durante la construcción de invernaderos Tipo Almería con la intención de integrar la actitud prevencionista y definir nuevas medidas preventivas para este sector. Los expertos del Departamento de Ingeniería Rural de la UAL, coordinados por el profesor José Pérez Alonso, han concluido, tras un estudio de campo, que los riesgos laborales más frecuentes en la construcción de este tipo de invernadero se materializan en tres tipos de accidentes: sobreesfuerzos, caída de trabajadores en altura, y cortes, golpes o punzonamientos con otros elementos. Del total de accidentes acaecidos durante dicha labor, estos tres riesgos suponen el 21,1%, el 19,2% y el 19%, respectivamente. “Consideramos como principal riesgo en la construcción de un invernadero Tipo Almería la caída en altura, ya que es el que posee consecuencias más severas”, asegura Pérez Alonso.
Con el objetivo de eliminar dicho riesgo, los investigadores proponen la extrapolación de dos medidas preventivas aplicadas actualmente en edificación de carácter muy simple pero de gran importancia desde el punto de vista de la seguridad laboral.
La primera medida definida consiste en disponer una línea de vida –un cable– donde los operarios puedan anclarse mientras realizan su labor sobre el borde de la malla metálica que soportará el techo en la zona frontal del invernadero. Su funcionamiento es similar al utilizado en obra civil, conforme el trabajador avanza por el perímetro superior del invernadero deberá ir enganchándose y desenganchándose a largo de los diferentes segmentos de la línea de vida. De esta manera, el trabajador queda sujeto cuando cae al vacío al mismo tiempo que se evita el movimiento pendular durante la caída.
No obstante, esta disposición sólo puede aplicarse en los laterales frontales de un invernadero por lo que los expertos proponen otras dos posibilidades para emplearlas en los laterales contiguos: disponer una baranda que evite la caída en altura o una plataforma metálica que se sustente en su base en el suelo y en sus extremos superiores en la cabecera del invernadero y cuyos elementos estructurales serán telescópicos para garantizar su adaptabilidad al tamaño de cada construcción. Estas dos medidas preventivas se han ideado como aplicaciones de carácter temporal con la intención de que no obstaculicen el funcionamiento diario del invernadero.
Estas dos medidas preventivas se han ideado como aplicaciones de carácter temporal con la intención de que no obstaculicen el funcionamiento diario del invernadero. Actualmente, en uno de los invernaderos ubicados en la Finca Experimental de la Universidad los científicos de la UAL están comprobando si estas medidas preventivas suponen algún problema para el funcionamiento normal de un invernadero.
Este estudio, que arrojará sus resultados a finales del presente año, ha recibido una doble financiación: por una parte, la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía otorgó un incentivo de 12.000 euros para la caracterización de la siniestralidad laboral. Y por la otra, el antiguo Ministerio de Ciencia e Innovación concedió 42.350 euros para la implementación e instalación de las medidas preventivas definidas durante la construcción de un invernadero experimental.
La delegada provincial de Empleo en Almería, Francisca Pérez Laborda, presentó el pasado mes de enero los datos de accidentes laborales ocurridos durante el año 2008 en la provincia almeriense. Éstos arrojan un descenso de los accidentes laborales mortales y graves del 28% y 45%, respectivamente, en comparación con el total acaecido durante el periodo 2007. Por sectores, la construcción sigue siendo el sector con mayor siniestralidad laboral, aunque el número de accidentes, con un total de 3.102 casos, ha decrecido un 33%. Le siguen el comercio con 2.401, las industrias manufactureras con 1.806 y la agricultura con 1.085, lo que ha supuesto en los tres casos una caída del 11%.