Aplicaciones industriales de las medusas de Almería

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Ejemplares capturados en la costa almeriense

En el verano las medusas son el terror de los bañistas. Almería es la zona con mayor presencia de estos animales en toda Andalucía y los problemas ambientales las hacen todavía más abundantes. La ciencia quiere sacar partido de este desajuste y se ha fijado en ellas como fuente de riqueza. Un cambio en el punto de vista que ya ha merecido el último Nobel de Química y que propone para nuestra provincia el aprovechamiento comercial de estos seres mitológicos. Abonos, cosméticos o soluciones biomédicas son las oportunidades que ofrecen a las empresas que sepan aprovecharse de ellas. 

‘MED-USAS’ es el nombre de un proyecto desarrollado por la empresa Bionaturis con el objetivo de fijar los posibles rendimientos comerciales de las especies presentes en el litoral andaluz. Con la financiación de la Corporación Tecnológica de Andalucía han llevado a cabo una campaña a bordo del buque oceanográfico Regina Maris para identificar y cuantificar las medusas de nuestras costas. Los resultados de esta campaña, en la que también han colaborado investigadores de la Universidad de Málaga y el Instituto Español de Oceanografía, se han analizado para desarrollar estrategias viables de cara a su futura explotación comercial. Las conclusiones son claras: podemos aprovechar nuestras medusas para obtener abono, usarlas en aplicaciones biomédicas, fabricar cosméticos… o comérnoslas.

Almería: la más rica en materia prima

Dentro de este nuevo mercado, Almería parte en una situación de ‘privilegio’. De los 21 puntos de muestreo repartidos por toda Andalucía, seis estaban en la costa almeriense. La Bahía de Almería fue una de las localizaciones en el que mayor densidad de medusas se encontraron. Además, según los datos de la Campaña Medusas 2007 del Ministerio de Medio Ambiente, Adra es uno de los puntos, junto con Motril, en los que se da una mayor abundancia. En esa misma campaña se retiraron de las costas españolas un total de 18.000 kilos de medusas; 1.500 de ellos en nuestra provincia. Para el proyecto MED-USAS se han estudiado, junto con los puntos ya referidos, la Playa de los Genoveses, la zona de los Escullos-Isleta del Moro, Aguamarga y Palomares. 

Nuestras medusas 

La mayoría de ejemplares encontrados pertenecen a la especie Cotylorhiza tuberculata, también llamada de huevo frito por su particular sombrilla aplanada, con una protuberancia central de color naranja que recuerda a la yema del huevo. Las razones de la sobreabundancia constatada se han buscado en los vientos del sur presentes durante los muestreos, que arrastraba a los animales hacia el interior de la Bahía, y a la presencia de fondos rocosos en la costa del levante, que permite el asentamiento de los pólipos que posteriormente dan lugar a las medusas.

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Operarios durante la campaña de recogida

También en la bahía de la capital se encontraron numerosos ejemplares de Pelagia nocticula, la más frecuente en el litoral andaluz y popularmente conocida como ‘aguamala’. Se trata de una medusa en forma de paraguas y manchas moradas. Sus células urticantes provocan dolor, inflamación y enrojecimiento de la piel. Esta especie no requiere fondos rocosos, ya que no tiene fase pólipo y su reproducción se desarrollan en el mar. Suele llegar a la costa almeriense en forma de plagas procedente del mar de Alborán, arrastrada por los vientos. 

Asimismo, se divisaron varios ejemplares de la especie Rhizostoma pulmo, una medusa de mayor tamaño cuya umbrela puede alcanzar los 60 centímetros de diámetro y llega a pesar 10 o más kilos.

Del mar a tierra fértil 

Con toda esta riqueza flotando a la deriva, y de las aplicaciones propuestas, una en particular interesa en la provincia de Almería. Con la agricultura más productiva del mundo y la necesidad constante de aporte de nutrientes, las medusas pueden ser una solución ecológica al abonado de los invernaderos.

Según los responsables del estudio de Bionaturis “la aplicación de la biomasa de medusas a la fabricación de fertilizantes para la agricultura es, a priori, la que más posibilidades de viabilidad comercial presenta”. La elevada concentración de nitrógeno presente en sus cuerpos podría utilizarse fácilmente como abono por la transformación de éste elemento en nitratos.

Se conseguiría así unir en simbiosis las dos principales fuentes de riqueza de la provincia: el mar y la tierra agrícola.La investigación, que también ha contado con el apoyo de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), ha aportado información clave para todas aquellas empresas que se estén planteando la posible valorización de las proliferaciones de medusas, sentando las bases para plantear futuros proyectos de I+D de alcances más específicos.

De hecho, ya hay una empresa biotecnológica andaluza que se ha interesado por continuar con estas investigaciones. No obstante, una importante conclusión del estudio es que “la afluencia de medusas al litoral andaluz no ofrece hoy por hoy una cantidad lo suficientemente abundante, previsible y estable como para que sea viable establecer una actividad industrial únicamente basada en el aprovechamiento de estas especies”. Pero al mismo tiempo apuntan a que “sí podría ofrecer interesantes oportunidades como actividad complementaria que se desarrollara en los meses de verano, cuando la llegada de estas especies es muy superior a nivel local”. Todo un aviso para navegantes del sector auxiliar o emprendedores dispuestos a mirar a Medusa cara a cara. De paso, nos quitarían el terror de bañistas de verano. 

Puedes descargar el artículo completo en Nova Ciencia  Nº41. Invernaderos contra el cambio climático

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