R. L. Aguilera: “Muchos trabajos de Perceval han terminado con el sacramento del adiós”

Rafael Leopoldo Aguilera, director del Instituto de Estudios Almerienses y el autor del libro El espíritu indaliano, un ensayo novelado donde nos cuenta las virtudes del polifacético Jesús de Perceval, fundador del Movimiento Indaliano, escultor, pintor e intelectual Almeriense. Con este trabajo Rafael Leopoldo de alguna forma le rinde un homenaje eterno a Jesús de Perceval.

Sabemos que gracias a Perceval no fue demolido el Teatro Cervantes, ¿nos podría contar alguna anécdota más de su carácter reivindicativo?

Más que una anécdota singular, expresaría que Jesús de Perceval, en sí mismo, en su propia naturalidad de expresión de su propia genialidad era, en todos los aspectos de su vida personal y profesional, una persona que tenía metabolizado en sus genes esa virtud loable y plausible de manifestar su pensamiento en aquellas causas o cuestiones en las que consideraba que debía de hacerse presente para hacer una llamada de atención sobre un hecho causante que por su eco necesitaba de una voz, de un gesto, de una mirada o, incluso, de un silencio, que llamase la observación a quienes eran destinatarios.

En su pintura resalta el policroísmo, pero para los que no sean muy diestros en la materia, nos podría explicar algunas características más de la pintura de Perceval?

Como neófito en la materia pero interesado a pie de calle por las virtudes pictóricas y escultóricas de tan afamado almeriense, de su pintura destacaría la utilización modernista de la antigua técnica milenaria encáustica griega, que logra con el pincel un gran colorido y una conjunción cromática en sus lienzos. Un ejemplo manifestó es el retablo compuesto por siete óleos situados en el presbiterio de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario de Roquetas de Mar.

En 1944 Perceval realizó la talla de la Virgen del Carmen; al año siguiente entregó el trono -también obra suya- para procesionar la imagen. Incomprensiblemente, el trono se encuentra hoy en paradero desconocido, ¿díganos si han podido investigar algo sobre los motivos del enigma?

En este sentido, tengo que manifestar, que del taller de Jesús de Perceval salieron un elevado número de tronos y retablos con una finalidad religiosa, y que muchos de ellos, debido a una falta de respeto y consideración hacia el patrimonio artístico de mayor identidad almeriense han terminado con el “sacramento del adiós”. Me reitero en lo dicho anteriormente, no quiero ceñirme al trono referenciado, que podría ser un enigma o no, sino que otros trabajos de una belleza suprema, quienes tenían la obligación de su conservación no han sido capaz de asignarles el valor artístico que se merecía para su permanencia en buen estado.

En su libro habla del movimiento Indaliano, surgido en Almería en torno a 1943, ¿usted cree que de haber surgido en otro lugar de España, dicho movimiento habría generado más repercusión histórica?, ¿qué significó dicho movimiento para Almería y España?

Sí. Sí este mismo Movimiento hubiera surgido en otra ciudad con un espíritu de ambicionar y manifestar los carismas identitarios del pensamiento histórico peculiar, como por ejemplo Sevilla o Granada, este Movimiento hubiera alcanzado cotas de una mayor divulgación de este sentir tan auténtico del significado de identidad de lo almeriense.

Me gustaría que me dijera qué pintura de Jesús de Perceval le resulta más emblemática y por qué.

Mire, en ese sentido, yo instaría en que para conocer la pintura de Perceval, al menos, un cuadro, “La degollación de los inocentes”, que se encuentra expuesto, actualmente, en la entrada a la Casa Consistorial de Roquetas de Mar, y puede definirse esta obra como el “cum laude” sobresaliente de la obra artística de Indaliano Perceval. Y desde la escultura tres imágenes que son de una especial belleza cada una de ellas en sus aspectos devocionales de la religiosidad popular, como la Virgen del Carmen de Pescadería-La Chanca; el Cristo de la Escucha y al Cristo del Amor.

Y por último, para finalizar, me resulta muy curioso que la temática de “La degollación de los inocentes” le gustara al mismísimo Franco. Supongo que creerá necesario otro Perceval para el siglo XXI que represente las injusticias de esa forma tan cromática y realista como lo hacía nuestro pintor, ¿podría decirnos, según su opinión, algún artista relacionado con la pintura o escritura que tenga ese duende y ese sentimiento que desprendía Perceval?

Sí, actualmente, tenemos personajes en vida que tienen incardinado ese Espíritu Indaliano como Carlos Pérez Siquier, Dionisio Godoy, Carmen Pinteño, María José Fernández Capel, José Fernández Revueltas, Fausto Romero Miura, María Dolores Durán, Jesús Ruz de Perceval, Pedro Asensio, y un largo etcétera, que podría ser quienes volvieran a constituir un Ateneo o Real Academia de Bellas Letras y Artes, que tuviera como eje vertebrador la figura de Jesús de Perceval y Celia Viñas.

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