Rafael Chirbes presentó, este jueves, su libro En la Orilla en la Biblioteca Villaespesa. Es un escritor valenciano y crítico literario, ganador del Premio Nacional de la Crítica en 2007 y en este mismo año. Estudió Historia Moderna y Contemporánea y llegó incluso a ser profesor de español. Entre sus novelas destacan Mimoun, En la lucha final, Los disparos del cazador, Crematorio (que tuvo adaptación televisiva) y En la orilla.
¿Cómo surge la idea de En la orilla?
Todo surge porque principalmente quiero contarme lo que está pasando a mi mismo para situarme. Escribo para encontrarme e intentar que no me colonicen los lenguajes ajenos, que no me obliguen a ser quien no soy. Intento buscar qué lugar ocupo en el mundo, y ese ha sido el origen de todas mis novelas.
La novela ha sido catalogada por muchos críticos como la novela de la crisis, ¿Crees que es así y quizás hayas asumido el papel de “historiador”?
Realmente es una novela sobre nuestro tiempo, refleja la crisis en la medida en la que hay crisis, pero también nuestra forma de vivir, de querer, cuales son los valores del siglo XXI, un libro sobre la vejez y cómo se afronta el final cuando te vas “con las manos vacías”.
¿Por qué se titula En la orilla?
Se titula de esa manera porque por una parte habla de lo que parecía que se había quedado al margen de la historia, y por otra porque habla de personajes que están en la orilla de la historia y de la sociedad, gente que se ve condenada a situaciones como el paro y que no se atreve a trepar en los ámbitos en los que podría haber trepado. Por ello, no sabemos si el protagonista es un vago o un hombre que ha tenido ciertos principios y por eso no lo ha hecho. Su padre, de hecho, también quedó enn la orilla porque pertenece a los tiempos de guerra.
¿Crees que la obra puede servir para abrir los ojos a la sociedad?
Bueno, los libros sirven como todo el arte, para formar la opinión de la gente y la mentalidad. Uno ve películas, lee libros y va formando opinión. A mí me gusta que mis libros sirvan para aprender yo mismo, porque mientras escribo voy descubriendo cosas que no sabía, es casi como un psicoanálisis social, y me gustaría que a la gente le ocurriera igual.
Como crítico, ¿podrías describir desde un punto de vista objetivo tu obra?
He intentado contar mi vida, contar lo que he visto, para lo cual me he referido desde el final de la guerra hasta ahora. Quería contar algo que se contaba de una manera diferente a la que yo había visto. Pretendía buscar una narración al margen de la narración oficial. Yo no viví la transición como la han contado, ni viví el franquismo como lo han contado.
En obras anteriores hablabas de la burbuja inmobiliaria como en Crematorio, ¿siempre has sentido la necesidad de intentar contar lo que ocurre en cada momento?
En Crematorio el protagonista era un triunfador sin escrúpulos. Es una novela del tiempo en que corría el dinero y había grandes oportunidades para enriquecerse.
¿Siempre has tenido la necesidad de contar lo que ocurría?
Sí, intención de contar mi tiempo, todo es historia, incluso el peinado que llevamos es historia. Yo no entiendo a la persona fuera de la sociedad y fuera de la historia. Cada época ama de una manera, desea cosas distintas, digamos que somos como animalitos del tiempo.
¿Tienes la intención de seguir escribiendo en esta línea?
En esta o en la que salga, me gustaría escribir más pero no crean que es fácil escribir. Ahora estoy en una época fantasma y me cuesta pasar de una novela a otra, porque tengo la impresión de que si no cambio mi punto de vista, escribiría lo mismo.