Sebastián Dormido será investido hoy como honoris causa por la UAL

El catedrático del Área de Ingeniería de Sistemas y Automática en el Departamento de Informática y Automática de la UNED, Sebastián Dormido Bencomo, será investido hoy Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería. Dormido Bencomo es un referente en España en investigación sobre automática y la docencia de esta materia. Sebastián Dormido hace un repaso de su trayectoria en esta entrevista.

Destaca por sus contribuciones en investigación básica y aplicada en Automática, en campos como los sistemas de muestreo adaptativo, el modelado orientado a objetos de sistemas dinámicos de gran complejidad, el desarrollo de una nueva concepción de laboratorios virtuales y remotos para la enseñanza de la Automática, así como por su esfuerzo, trabajo y dedicación por la consolidación y desarrollo de esta materia en España.

Ha sido también el responsable, en el marco del Comité Español de Automática, de un grupo de educación en automática y de diversas redes temáticas, como DocenWeb (red temática de docencia en control mediante web), Educ@ (red temática de educación en automática) y eAutomática. Destaca la proyección de los proyectos AutomatL@bs, UNEDLabs y UniLabs, en los que varias universidades españolas (entre ellas la Universidad de Almería) están compartiendo su infraestructura.

– ¿Cuándo y por qué se inició en el campo de la automática?

Estudié Ciencias Físicas en la Universidad Complutense. la especialidad que tomé fue una nueva especialidad que inició mi promoión que se denominaba “Electricidad y Electrónica” donde cursé varias asignaturas relacionas con la automática que trajeron inmediatamente mi atención y me llevaron a iniciar mi Tesis Doctoral en estas temáticas

– Suponemos que por aquel entonces era una de las pocas personas de este país que trabajaba en torno a este campo.

Estamos hablando de finales de los años sesenta. En realidad no había mucha gente trabajando en temas de Automática pero si que teníamos ya centros y profesores enseñando e investigando en temas de Control Automático. Yo entré a trabajar en el Instituto de Electricidad y Automática del CSIC que en dirigía el Profesor García Santesmases. En Barcelona estaba el Prof. Gabriel Ferraté que poco después crearía el Instituto de Coibernética y en Madrid el Profesor Eugenio Andrés Puente en la ETSII. Alrededor de estas personas se formaron los primeros núcleos de investigadores en Automática.

– Casi sin darnos cuenta, la automática ha entrado de lleno en nuestra vida, ¿qué veremos en los próximos años? ¿Dónde está el techo de esta disciplina?

La muy reciente aparición de nuevos sistemas integrados de medida, comunicación y cálculo distribuido ha comenzado ya a crear un entorno en el cual se tiene acceso a cantidades enormes de datos con capacidad de procesamiento y comunicación que eran inimaginables hace apenas 20 años. Esto va a tener como consecuencia inmediata un efecto profundo sobre las aplicaciones científicas, comerciales y militares, especialmente cuando los sistemas de software comiencen a interaccionar con sistemas físicos de manera cada vez más integrada. De forma natural pues la automática va a ser un elemento esencial en la construcción de tales sistemas interconectados, que deben proporcionar un funcionamiento con elevadas prestaciones, capacidades de reconfiguración y gran fiabilidad frente a la presencia de incertidumbres y perturbaciones.

En todas estas áreas, una característica común es que los requisitos al nivel del sistema exceden con mucho a la de sus componentes individuales. Es precisamente en este punto donde el control (en su sentido más general) juega un papel central, ya que permite asegurar la consecución de los objetivos al nivel del sistema global a través de la corrección de sus acciones basándose en la medida de su estado actual (principio de realimentación). El reto que se plantea es pues ir desde una concepción tradicional y superada del sistema de control de un proceso simple con un único controlador, a reconocer los sistemas de control como una colección heterogénea de sistemas físicos y de información con complicadas interconexiones e interacciones.

Además de una proliferación, a costes cada vez más reducidos, de dispositivos integrados con capacidades de cálculo, comunicación y medida, una tendencia importante en el control es su desplazamiento a niveles jerárquico superiores donde la toma de decisiones juega un papel crucial como por ejemplo en la integración de lazos de realimentación local en los sistemas de gestión de recursos y planificación del funcionamiento de las empresas entendido en un sentido global. Extender los beneficios del control a estos sistemas no tradicionales ofrece enormes oportunidades en la mejora de su eficacia, productividad, seguridad y fiabilidad.

– Parte de su trabajo se ha centrado en el desarrollo de sistemas de enseñanza a distancia, como por ejemplo AutomatsLab, ¿podemos hablar de revolución del concepto de educación a distancia? ¿Qué suponen estas herramientas para los universitarios?

En el año 1982 me incorporé a la Cátedra de Ingeniería de Sistemas y Automática en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Debo admitir, con total honestidad, que muy poco sabía entonces de la institución a la cual accedía salvo que dos años antes había participado con otros compañeros en la elaboración de las Unidades Didácticas de las asignaturas de Automática. Venía eso si con una gran ilusión y con el deseo de contribuir en la medida de mis posibilidades a su consolidación en el mapa universitario español.

El tema de las prácticas de laboratorio de las asignaturas con un componente experimental era algo que me preocupó desde el principio y aún aceptando el modelo adoptado por la UNED de que los alumnos de segundo ciclo deberían realizar sus prácticas en la Sede Central pensaba ya entonces que la tecnología debería permitir en algún momento en el futuro obviar esta necesidad. El objetivo último que perseguía era que nuestros estudiantes pudieran realizar sus prácticas desde su propio domicilio conectándose con los equipos experimentales que estaban localizados en nuestros laboratorios en la Facultad de Ciencias.

Por eso desde el primer momento pensé que valía la pena iniciar una línea de investigación dentro del grupo que entonces empezaba a formar en la UNED centrada en la aplicación de las tecnologías de la información a la enseñanza a distancia. Así pues debo reconocer que mi trabajo en este campo de aplicación de las tecnologías de la información a la mejora del aprendizaje de nuestros estudiantes ha estado, sin lugar a dudas, condicionado por mi pertenencia a una Universidad como la UNED con unas características singulares en cuanto a la forma de impartir docencia. También era una forma de orientar mi actividad docente que no tenía las restricciones de las clases presenciales que forman el eje central de una universidad convencional. Lo que empezó siendo en cierto sentido una curiosidad y una búsqueda de por donde debíamos comenzar a trabajar tuvo rápidamente una recompensa para nosotros muy gratificante. Nuestro escepticismo inicial, de no saber si íbamos en la dirección correcta, tuvo desde el primer momento el apoyo entusiasta de nuestros alumnos que veían nuestros intentos como algo que les era útil en su proceso de aprendizaje.

AutomatL@bs es una red interuniversitaria de laboratorios virtuales/remotos para la enseñanza de la Automática. Se constituye mediante la integración de los recursos que aportan las universidades que participan en el proyecto. Proporciona un sistema de reserva de tiempos para la realización de los experimentos y un entorno de trabajo común que facilita su aprendizaje por parte del alumno. Con las experiencias llevadas a cabo en el Proyecto AutomatL@bs se ha podido demostrar la viabilidad tanto técnica como práctica de sustituir el procedimiento actual de experimentación basado en la presencia física de los alumnos en el laboratorio por un entorno de trabajo basado en el uso de Internet. A nivel internacional no conocemos ninguna experiencia similar que tenga el alcance y extensión (participaron grupos de 7 universidades españolas, siendo una de ellas la Universidad de Almería) que representó en su momento el Proyecto AutomatL@bs. Se puede considerar un Proyecto de Innovación Docente que proporciona apoyo tecnológico a las metodologías del EEES.

– Además, muchos le consideran un gran divulgador ¿cuáles son las claves para comunicar la ciencia?

Siempre he tenido una inclinación hacia el estudio de la historia de mi disciplina. Con mucha frecuencia desconocemos los orígenes de nuestras disciplinas científicas. Somos ignorantes de nuestro pasado y lo que es peor ignorantes de nuestra propia ignorancia. Quizás parte de culpa la tengamos nosotros mismos, que inmersos en nuestros propios problemas no nos hemos preocupado todo lo que debiéramos en hacer la necesaria pedagogía de transmitir de manera más clara cual es el objetivo de nuestro trabajo y por qué es tan importante para nuestra sociedad. En este sentido viene a mi memoria un hecho que me sucedió a comienzos de la década de los setenta. Había terminado mi Tesis Doctoral y fui invitado por el Prof. Vicente Aleixandre (q.e.p.d) a dar una conferencia sobre “Automática” en el recién creado Colegio Universitario de Vitoria. Aquello me ilusionó muchísimo ya que era la primera invitación de este tipo que se me hacía y preparé con minuciosidad los resultados que consideraba mas interesantes de mi Tesis Doctoral. Al llegar al lugar de la conferencia rápidamente me di cuenta que lo que había hecho no era, dado el tipo de audiencia que se encontraba en la sala, lo que se esperaba de mi. Salí del trance de la mejor forma posible y todavía recuerdo que en el coloquio que hubo después de mi intervención uno de los asistentes me vino a preguntar lo siguiente “todo lo que usted ha dicho está muy bien pero ¿qué tiene que ver todo esto con el funcionamiento de una lavadora automática?” Yo pensaba entonces y sigo pensando ahora que tenía mucho que ver el contenido de mi exposición con la pregunta directa que mi interlocutor me hacía. Simplemente lo que pasaba es que el lenguaje que había empleado no era el adecuado. Dicho esto y reconociendo mis evidentes limitaciones sobre el tema me parece un ejercicio bueno y saludable echar la vista atrás y contemplar los avances de mi campo desde el contexto histórico en que se han producido. Con frecuencia los libros de texto incluyen una historia (mejor diría pseudohistoria) que más parece una cronología sin sentido de los diferentes hitos que se han ido sucediendo. Por poner un ejemplo significativo de lo que estoy diciendo nuestros estudiantes no pueden comprender la importancia del criterio de Nyquist si su explicación no va acompañada de una cierta referencia histórica de la situación en la que se produce. Este tipo de divulgación es el que he tratado de impregnar en todas mis intervenciones tratando de acercarme con un lenguaje asequible al tipo de audiencia a la que en cada momento me estaba dirigiendo.

– Usted fue clave en la creación del grupo de Automática de la Universidad de Almería, ¿por qué consideró importante el desarrollo de esta disciplina en la UAL?

Conocía ya al Profesor Manuel Berenguel con quien me unía una muy buena amistad y cuando se incorporó a la Universidad de Almería tuvimos la ocasión de compartir la dirección de algunos magníficos doctorandos. Ese fue el inicio de una estrecha y fructífera colaboración en docencia e investigación con el excelente grupo de investigación que hoy día tiene la Universidad de Almería y que para mi ha sido muy gratificante. En realidad debo de decirle, con total sinceridad, que cada vez que vengo a la Universidad de Almería me siento como en casa. Me hacen sentir como uno mas del grupo.

– Ahora, este campus le agradece su esfuerzo nombrándole doctor honoris causa, ¿qué supone para usted?

Un reconocimiento que sinceramente no me esperaba pero que me ha hecho gran ilusión recibirlo. Al mismo tiempo supone contraer una deuda de gratitud perenne con la Universidad de Almería a cuyo Claustro de Doctores voy a pasar a pertenecer con mi nombramiento de doctor honoris causa.

– Tiene 68 años y todavía no piensa en jubilarse, ¿qué le queda por hacer en la universidad?

Cuando ya se está cerca de la jubilación como es mi caso siempre quedan muchas cosas por hacer. Ahora disfruto mucho con mis doctorandos viendo como van progresando en su trabajo. En realidad desde hace unos años me he ido apartando de las funciones de gestión en la Universidad y he tratado de recuperar todo ese tiempo para dedicarlo a mi docencia e investigación. Tengo muchas y excelentes colaboraciones con grupos tanto nacionales como internacionales que espero seguir manteniendo en el futuro inmediato.

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