Un estiduo realizado por la Universidad de Granada y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha permitido diseñar el mapa de la investigación mundial, en el que se han determinado tres grandes grupos de países en función de las grandes áreas temáticas que investigan.
El estudio es fruto del análisis de la producción científica de más de 80 países durante 1996 y 2006. Para ello, los investigadores han analizado más de quince millones de artículos científicos con técnicas estadíasticas y análisis multivariantes, algo que les ha llevado cuatro años.
De esta manera, los firmantes del artículo, publicado en la revista Plos One, han establecido tres grupos de países, en función de sus intereses científicos.
Un primero estaría formado por Europa Occidenta, Estados Unidos, Canadá y los Emiratos Árabes petroleros. En estas regiones, los estudios científicos predominantes son los pertenecientes al área de biomedicina, “que se caracteriza por tener un perfil democrático. Sus gobernantes saben que investigar en salud tiene un retorno electoral, porque mejora la vida de los ciudadanos”, explica Víctor Herrero Solana, catedrático de Información y Comunicación de la UGR y uno de los autores del trabajo.
El segundo gran bloque de países destaca en las llamadas ciencias básicas, como la física, las matemáticas y las ingenierías. Este clúster está integrado por Rusio y los antiguos países soviéticos, Europa Oriental y países comunistas como China, Corea, Singapur, Taiwán y Japón, y en él “la investigación se ha desarrollado en torno al modelo de las tradicionales academias científicas. Rusia, por ejemplo, ha cambiado mucho políticamente, pero desde el punto de vista científico sigue siendo un país comunista”, afirma Herrero.
El tercer bloque de investigación está formado por países en vías de desarrollo: la mayoría de los países de África, los del sudeste asiático y América Latina. “Estos países no han desarrollado aún un sistema de investigación nacional, y potencian la agricultura y la pesca por una simple razón práctica: les permite mejorar su Producto Interior Bruto (PIB)”.
En su artículo, los investigadores han determinado que también existe un grupo heterogéneo de países intermedios, “que no se han decantado aún” por ninguno de estos tres modelos de investigación, ya que aunque intentan desarrollar un sistema de Ciencia y Tecnología, aún no tienen la suficiente madurez socioeconómica”. En este grupo se incluyen muchos países latinoamericanos, como Brasil, México y Argentina.