Está considerado como uno de los baluartes de la música independiente de este país. Ha probado con la literatura, con la composición de bandas sonoras, pero lo que realmente le gusta es grabar discos y dar conciertos. Julio de la Rosa llega este viernes a la sala Madchester, donde presentará las canciones que componen ‘Pequeños trastornos sin importancia’, un trabajo en el que el músico reflexiona sobre las relaciones de pareja de la mejor forma que sabe hacer, a través de un sonido envolvente y unas letras enriquecedoras a la vez que crueles. Este disco ha sido calificado como uno de los mejores de 2013 por crítica y público, por algo será.
Los músicos soléis decir que el último trabajo que habéis publicado es el mejor de vuestra carrera, ¿te ocurre lo mismo con éste?
No, no estoy de acuerdo con eso. Si pensara que este disco es el mejor me retiraría y no haría más. Espero tener algo más que ofrecer en el futuro.
El trabajo está lleno de sin sabores, de relaciones tortuosas, incluso de violencia, ¿por qué?
El disco nace a partir de experiencias personales y de todo lo que veo a mi alrededor. Sentía la necesidad de escribir sobre ello, sobre las relaciones de pareja. Vi la obra de autores que habían tratado sobre trastornos mentales y me resultaron tan interesantes que apareció la idea convertir cada canción en una relación de pareja en la que uno tiene un problema de personalidad.
Requiere varias escuchas para aprovecharlo, ¿crees que es buen disco para escucharlo en el coche?
El movimiento y la música siempre son buenos compañeros, y sí, creo que es un buen disco para escucharlo mientras se conduce. De hecho, los discos que más me gustan siempre los escucho en el coche.
Tus letras tienen una enorme carga literaria, ¿en quiénes te fijas?
Pues más que en músicos en literatos.
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¿El concierto de Almería será con banda o en formato acústico?
Sí con la banda al completo, con unos músicos que son muy buenos y con los que vamos a transmitir mucha emoción desde el escenario. Hay una gran empatía entre nosotros y eso se nota en los directos.
El disco está lleno de colaboraciones y cuentas con nombres propios de la música de la talla de Bunbury, ¿cómo consigues implicar a tanta gente?
Yo hice todas las voces del disco, yo mismo me hice los coros. Pero me di cuenta de que no quedaba bien mi propia voz repetida cincuenta veces. Pensé que era el momento de pedir ayuda a unos amiguitos, y fue por eso que empecé a llamar a por teléfono, a enviar e-mails. Y pensé, pues este tema le puede ir bien a Miguel (Maga), esta otra a Enrique (Bunbury)… los que estaban por aquí se pasaban por casa y los que estaban en el extranjero pues me lo enviaron por Internet.
Suena mucho a Julio de la Rosa, pero también podemos encontrar a Los Planetas y otras bandas señeras del indie de este país, ¿ha sido de forma inconsciente o han sido guiños que has querido hacer?
No, yo no hago guiños. No creo en la gente que dice que hace guiños, de hecho. Simplemente, tenemos unas influencias comunes y eso se nota. Por ejemplo, a Jota (Los Planetas) le ha encantado este disco.
¿Cómo es un concierto de Julio de la Rosa?
Es difícil definir un concierto propio, te puedo decir que es un espectáculo emocionante; procuro que la gente sienta algo cuando nos escucha.
