Lara St. John y la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) protagonizaron el primer concierto del Ciclo de Grandes Intérpretes y enamoraron al público, que los despidió con una ovación de varios minutos.
La Orquesta Ciudad de Almería unió su arte y maestría en el arte de la música a una virtuosa del violín como es Lara St. John. Un espectáculo que atrapó a los numerosos asistentes desde el primer momento, enmudeciendo para escuchar con deleite y admiración a la artista canadiense, que ofreció una interpretación magistral.
El concierto comenzó con una selección de la Suite El Cascanueces de Tchaikovsky. Para la ocasión, Michael Thomas, director de la Orquesta Ciudad de Almería escogió dulces y melódicas piezas, que los miembros de la OCAL interpretaron con maestría y suavidad bajo su batuta. Entre las piezas escogidas estuvieron ‘Ouverture, ‘Marche’, ‘Dance Russe Trepak’ o ‘Dance Chinoise’, acabando con ‘Dance des Merlitons’, pieza con mayor intensidad y tensión, y que dio paso al momento esperado de la noche como fue la salida a escena de la violinista Lara St. John.
La artista canadiense demostró desde el primer momento su arte y maestría con el violín, su delicadeza para arrancar las notas de este instrumento y la pasión con la que vive la música, sintiéndola en cada gesto y en cada momento. La concentración se hacía evidente, puesto que en cada ocasión que acercaba el violín a su cuello para comenzar a tocar, cerraba los ojos y dejaba que su cuerpo se moviera al compás del sonido y mostrando la fuerza o la delicadeza en cada acorde quería imprimir.
Una interpretación que brilló más si cabe gracias al acompañamiento de la Orquesta Ciudad de Almería y la experta mano de su director Michael Thomas.
El resultado fue tan espectacular, que tras finalizar esta segunda parte del concierto, en la que Lara St John interpretó junto a la OCAL el concierto para Violín y Orquesta Op. 47 con el ‘Alegro moderato’, el ‘Adagio di molto’ y el ‘Allegro ma non tant’, el público se puso en pie para ofrecer un merecido reconocimiento a la artista canadiense. Una cerrada ovación sonó en el Auditorio Maestro Padilla durante varios minutos, haciendo que tanto la artista como el director de la OCAL tuvieran que salir en varias ocasiones a saludar, y que arrancaron una pequeña interpretación de Lara en solitario, de una pieza de Bach.
Tras un descanso de unos quince minutos, la OCAL cerró este maravilloso concierto con la Sinfonía número 9 para Orquesta, Op 70 de D. Shostakovich, interpretando el ‘Alegro’, el ‘Moderato’, el ‘Presto’ y el ‘Largo’, además del ‘Alegreto’.